KENNY WAYNE SHEPHERD-LIVE IN CHICAGO 2010

Esta vez ha pasado mucho tiempo desde la ultima entrada, pero es que las obligaciones llaman. Algunos recordareis que viene mi segundo hijo en camino (el 26 de diciembre deberia ser el afortunado dia, al menos en teoria), y adecuar la que sera la habitacion de Eric, -si mi santa no decide volver a cambiarle el nombre, ya que esta vez le toca decidir a ella-. Con nuestra hija, elegi yo el nombre, y ya que es algo que tus padres te imponen, en uno de esos momentos tiernos y emotivos de rockero sentimental, decidi regalarle un nombre de cancion, por si algun dia me preguntaba, porque se llamaba Lucia, contarle que era para que Miguel Rios y su "Santa Lucia", Serrat y su "Lucia" y Medina Azahara y su "Junto a Lucia", fuesen sus compañeros de camino en esta vida.














Volviendo al tema, vivo en un piso de tres dormitorios, uno el de sweet little Luci, el de matrimonio, y el tercero, que era los dominos de Nort (reconozco que soy el autentico Lord of Chaos), donde reposaban amen del pc, discos, cds, libros, peliculas, dvds......... y todo aquello que podais imaginar, junto a multitud de juguetes, ya que mi hija, eligia aquel cuarto como escenario de sus juegos. Ahora, esa habitacion sera para el peque, por lo que he trasladado todos mis trastos a la terraza. He acondicionado aquello para que sea mi nuevo territorio, bueno lo hizo un profesional, pero ahora llega pintar el resto, y para eso mi santa y yo, a lo Manolo y Benito en "manos a la obra" nos hemos puesto a lo mismo. Servidor curra de lunes a sabado, por lo que aprovechamos los ratitos libres. Ya hemos pintado terraza, cocina, baño y dos habitaciones, ademas de rascados de paredes y techos varios. Ya solo nos queda la ultima habitacion, que encararemos este fin de semana, y entonaremos un emotivo this is the end.

Y tras esta pequeña historia domestica, hoy que tengo un rato libre, quiero sacar a pasear mi alma de blues. Si repasamos las nuevas generaciones de bluesmen mas en forma, para mi gusto a Joe Bonamassa, Dereck Trucks, Philip Sayce y por supuesto a Kenny Wayne Shepherd, quizas el mas purista dentro de este cuarteto de estupendos guitarristas.



Ahora K.W.S. nos trae su nuevo disco, un directo grabado en la ciudad que mas huele a blues, Chicago, y como no podia de ser de otra manera, en el garito por excelencia, The House of Blues. 13 tacos tenia Kenny Wayne, cuando Bryan Lee lo subio a un escenario para que asombrase al mundo, y ahora, 20 años despues, tras un "Hello Chicago", comienza la tormenta que marca "Somehow, somewhere, someway", con su sonido clasico y la guitarra de K.W. escupiendo feeling por los cuatro costados. Los 7 minutos de "King's Highway" muestran porque el blues es el comienzo de todo, de donde el rock bebe todas sus influencias.

Pero Kenny tambien sabe rockear y duro, "True lies" con su riff de primigeno hard, y un escalofriante solo, le coloca en la pole para seguir siendo uno de los lideres del nuevo viento que mece al blues.

"Deja voodoo" comienza a andar con un piano heredado de los tugurios de humo y una guitarra clara que va introduciendo la cancion llevandote a los terrenos del blues mas pantanoso de Louissiana. K.W. conoce los clasicos, y "Sell my monkey" de B.B. King caldea aun mas el ambiente, mientras sigue el homenaje a los clasicos con "Dance for my girl" de Buddy Flett, con una slide fuerte, poderosa, "Baby don't say no more" de Jimmy Reed, -con la colaboracion tanto de Buddy como de Ryan- y "Eye to eye" de Ronnie Earls con un asombroso e increible duelo guitarra/harmonica.

K.W. suena como los grandes, tiene ese sonido impregnado del sabor clasico del blues, pero a la vez suena moderno y potente, y los sonidos que emite su guitarra son altamente adicitivos, demostrando poseer una equilibrada fusion de tecnica y feeling, al alcance de muy pocos.

Puedo imaginar como es el ambiente en el House of Blues, daria una mano o las dos, por estar esa noche alli, mientras K.W. se marca un genial "How many more years" del grande entre los grandes Howling Wolf, tras el que se marca un sudoroso r&b llamado "Sick and tired", que si no consigue mover tus pies, es que estas muerto.

La magia sigue, y los temas siguen calentando el ambiente, con un House of Blues a punto de estallar mientras los acordes de "Tina Marie" y "Sitting on the top of the world" atronan elevando a culto the devils music. Continuan las versiones, esta vez dos electricas covers de "Feed me" y "Rocking daddy" rememoran de nuevo a Howling de mano de quien fuera su guitarrista Hubert Sumlin, sublime junto a K.W.

Otro de los puntos fuertes es "Blue on black" con ese guiño sureño, y un solo de guitarra para enmarcar que se te queda grabado a fuego en la memoria. Y para terminar, un puñetazo directo a la cara, un blues rock en toda regla como es "I'm a king bee" de Slim Harpo, dejandote satisfecho y con ganas de mas.

Por supuesto destacar la labor de la banda que acompaña a K.W.S., Noah Hunt es un cantante increible, con una voz que es el complemento perfecto a la musica que ejecutan, fuerza, garra y sentimiento. Scott Nelson y Chris Layton (Steve ray Vaughan), bajo y bateria, forman una base ritmica perfecta, rodada en los sonidos del viejo blues, bañados en la metrica de Chicago y New Orleans, y el teclista Riley Osbourn esta increible durante todo el concierto, es el complemento perfecto, tomando protagonismo cuando el tema lo requiere y siendo fundamental su aportacion al sonido de la banda.

Y para rizar el rizo, como comente mas arriba, las colaboraciones de Willy "Big eyes" Smith y Humbert Sumlin, ambos tocaron junto a Muddy Waters, ademas Humbert lo hizo con Howling Wolf. Para terminar el circulo de leyendas de la historia del blues y el rock and roll, Buddy Flett y Ryan Lee aportan su sapiencia y sabiduria a la grabacion, llevando el blues a su maxima expresion.


No creo en dioses ni diablos, ni religiones o congregaciones, pero hermanos y hermanas, cada dia tengo mas claro, que el blues es el camino. No os perdais este disco, pura dinamita convertida en blues.