HELLOWEEN -KEEPER OF THE SEVEN KEYS PT I


Si tuviese que hacer una lista con mis diez discos favoritos de heavy metal, tendría muchísimos quebraderos de cabeza para realizarla, pero os aseguro, que el "Keeper of the seven keys pt I" de Helloween estaría seguro en ella.

Corría el 87, y aquí en el sur, a excepción de la HeavyRock, Metal Hammer y la Emisión Pirata, no había forma de conseguir información sobre bandas mas allá de los grandes monstruos consagrados. El hard rock dominaba el mundo, y el thrash metal explosionaba como contraposición, para aquellos que buscaban emociones fuertes y ritmos más  trepidantes. En aquel año se editaron joyas como "And Justice for all" de Metallica, "Seventh son of a seventh son" de Iron Maiden, "So far so good...so what" de Megadeth, "South of heaven" de Slayer, "Leprosy" de Death, "Kings of metal" de Manowar, "Operation Mindcrime" de Queensryche, "Ram it down" de Judas Priest, "State of euphoria" de Anthrax, "The new order" de Testament, "Under the influence" de Overkill, "Punishment for decadence" de Coroner, "Batallions of fear" de Blind Guardian, "Speed metal simphony" de Cacophony... un año con una cosecha excelente.




Desde Alemania, comenzaron a llegar ecos de una banda con una forma particular de entender el heavy metal, donde potencia, velocidad y melodía se daban la mano de una forma increíble. Helloween, que venían dispuestos a comerse el mundo y dejar impregnada su influencia en millones de bandas que surgirían en el futuro y a acabar siendo considerados fundadores de una de las vertientes que explosionó en el heavy metal de final de los 90.

Una preciosa y misteriosa portada, era la carta de presentación de este disco grabado por Michael Kiske a la voz, Kai Hansen y Michael Weikath a las guitarras, Markus Grosskopf al bajo e Ingo Schwichtenberg, batería, no sabían que iban a crear la escuela del posterior power metal, como comentabaen el párrafo anterior, ni que el mundo se rendiría a sus pies. 

Originalmente la idea era editar las dos partes de los Keepers juntas, pero la discográfica, Noise Records, insistió en lanzar solo una. "Keepers of the seven keys" era la presentación ante el mundo de un joven vocalista llamado Michael Kiske, que asombraría  al mundo con sus registros, perfectamente respaldados por los riffs de Hansen y Weikath. Cuando me hice con este disco, reconozco que lo escuchaba una y otra vez sin sacarlo de mi tocadiscos, -eran otros tiempos, cuando no pillabas tantos discos cada día, y escuchabas cada adquisición hasta aprenderte el último detalle de la grabación-.



"Keepers of the seven keys" comenzaba con una intro llamada "Initiation", rápidamente daba paso a un trepidante y speedico "I'm alive", una bofetada con su potencia y su contagioso estribillo. Las guitarras de "A little time" son simplemente geniales, añadiendo una épica al tema hasta entonces no tan común en este nuestro heavy metal. Aunque para canción épica, "Twilight of the gods". Helloween llamaban su música happy metal, aunque la historia lo definiría como power metal, y esta canción es un autentico manual para cualquier banda que pretendiese desarrollar dicho estilo. Melodias enrevesadas en un tema con muchísimos cambios que demostraba la calidad compositiva y la técnica  de los alemanes. "A tale that wasn't right" era la balada del disco, un “sencillo” tema donde Kiske derrochaba facultades llegando a tonos altísimos finalizando así  la cara A del vinilo.



La cara B se iniciaba con uno de los temas que dieron el espaldarazo definitivo a los alemanes, y que se ha convertido en uno de los himnos del metal versionado por cientos  de bandas, "Future World", un tema perfecto, donde potencia, velocidad y melodía se dan la mano llevándote hacia un estribillo enérgico y pegadizo, que daba paso a esa joya llamada "Halloween", 13 minutos inmensos que hacían a Helloween distinguirse del resto. Un tema heavy, épico, intenso, lleno de cambios, guitarras increíbles y dirigidos magistralmente por los distintos registros de la voz de Kiske cantando al límite. ¡Simplemente magistral!.

Tras esa joya, nada puede hacer que esto decaiga, y Helloween que eran ante todo un grupo de heavy metal tenían que acabar esta obra maestra rockeando lo mas potente y rápido posible, ¡y os puedo asegurar que el speedico "Follow the sign" cumple con nota alta!. Un disco producido por Tommy Newton, y compuesto en su mayoría por Kai Hansen, que pasará a la historia del Olimpo del Metal. Mucha gente sigue considerando la parte II superior a la I, y desde luego es otra maravilla, pero esta primera parte a mí  me gusta más, cuestión de gustos.

Comentarios

Vinny Gonzo ha dicho que…
Es muy difícil elegir uno de los dos, pero yo soy más de la segunda parte por dos razones:

1. Esa pequeña joya escondida que me pone de buen humor y es "Rise & Fall". Eso sí que era happy metal.
2. "I want out". No hay más nada señoría.

Abrazo fuerte tocayo.
Unknown ha dicho que…
El disco que inventó y definió el Power Metal, sin duda.
EdCharrúa ha dicho que…
Recuerdo que sólo había oído el single Future World en la Emisión Pirata y desde la primera escucha decidí hacerme con el disco cuanto antes mejor, aún a riesgo de que el resto de canciones me decepcionara... sin embargo cuando compré la casete no paré de escucharlo una y otra vez, ¡me encantaba! Ahora bien, yo no definiría la magistral pequeña instrumental Follow The Sign como 'speedica'.

Por cierto, hace tiempo solicité unirme a Comunidad del #FFVinilo pero no recibí contestación alguna; hoy en día, por falta de tiempo, ya no estoy interesado, pero os sigo. Saludos.
Carlos Tizón ha dicho que…
hey Ed, lo siento de veras tio, se me pasaria, de todos modos, si te apetece hazmelo saber y te lo mando del tiròn. De nuevo mil disculpas.