TYLER BRYANT & THE SHAKEDOWN - WILD CHILD


No sé por que se siguen empeñando en que el rock no tiene futuro. Vale, que jamás llegaremos a la grandeza de antaño, en todos los aspectos, porque las circunstancias, no son ni serán jamas las mismas, pero musicalmente, sigue saliendo gente capaz de hacerte comulgar una y otra vez, con esta fe que hemos abrazado pegados a un viejo tocadiscos. Nos encontramos con músicos jovenes, capaces de hacerte saltar con cada acorde que sacan de sus instrumentos, tipos que te hacen decir, "hijo puta" como toca, como el tipo de The Brew o este Tyler Bryant, que con solo 21 tacos y acompañado de The Shakedown, o lo que es lo mismo, Caleb Crosby (bateria), Noah Denney (bajo) and Graham Whitford,  (guitarra), hijo de Brad Whitford, guitarrista de Aerosmith, son capaces de sacarse un disco de blues rock potente y guitarrero, de primera categoria.

Cuentan que Tyler, con tan solo once años, sus padres lo encontraron en una tienda de discos, tocando con
Roosevelt Twitty. Mas tarde, asistir a un concierto de The Black Crowes le cambió la vida, se dio de bruces con los Stones o Tom Petty. A los 16 ganó el the Robert Johnson Foundation’s New Generation Award, y un año antes, fue invitado por el mismisimo Eric Clapton a tocar en su Crossroads Festival. Ya con The Shakedown, han teloneado a B.B. King, Aerosmith o Eric Clapton, y ahora lanzan este fabuloso "Wild child", todo un repaso al mejor hard blues rock, con una presencia omnipotente de las guitarras y una aroma al mas puro rock and roll durante toda la grabación, que no puedes quitarte de la cabeza.


Ya te vuelan la cabeza con un potentisimo "Fool's god", puro rock por los cuatro costados, en la mejor tradición del sonido que mejor se factura en los States. "Lipstick wonder woman" es bluesy, con una slide de esas que hacen daño de lo bien que suenan, y ese halo rockero en la voz. Tyler y los Shakedown saben rockear, demostrandolo en "Cold heart", con unas guitarras fabulosas, con Tyler perfectametente respaldado por Whitford. Blues clásico y pantanoso en "Downtown tonight", infecioso y adictivo. "Say a prayer" puede recordar a unos Black Keys, con ese rock and roll sinuoso de baterias pesadas. 

"House that jack built" es dura, potente, con las guitarras echando fuego, rememorando al hard mas clásico, aquel que no ocultaba su pasado. Y tras el zarpazo anterior, slides  para "Last one leaving". A hard rock festivo suena "Still young (Hey kid)", echando un vistazo a los 80, incluso rememorando a veces al mejor Bryan Adams en la forma de cantar. De nuevo, rock americano con "You got me baby", coros y buenas melodias vocales. Guitarras crudas y oscuras para "House on fire", ritmos acelerados y potencia desbocada. Sigue el derroche de fuerza con "Where I want you" y esa guitarra hard rockera que lidera el tema.


Para cerrar, regreso al delta con ese blues llamado "Poor boy's dream", de nuevo slides a escena y melodias rockeras y frescas, para terminar de la mejor manera este grandisimo disco llamado "wild child". Lo cierto, es que es de esos discos que te deja buen sabor de boca y ganas de volver a echartelo al oido. No solo por la brillantez de Tyler, un grandisimo guitarrista que además compone buenas canciones, es que además, lleva una banda, que ya quisieran muchos para si mismos. Amigos, el rock no ha muerto, por suerte, le queda vida, y para largo.

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