KROKUS - DIRTY DYNAMITE


El rock and roll no es algo científico por mucho que algunos se empeñen, o al menos no deberia de serlo. Conocí una vez a un tipo, proyecto de guitarrista el, que iba dejando bandas por el camino porque sus acordes no eran suficientemente complicados, enrevesados o maravillosos, como si a fin de cuentas, eso fuese lo principal. Necesitamos en este mundo a Steve Vai, pero amigo, también necesitamos a Muddy Waters, es mas, sin Muddy y muchos mas, no existirian los que vinieron detrás. Me niego a ver mis discos como un simple pedazo de plástico o vínilo que reproducen canciones, son algo mas, entre sus surcos reposan historias vividas y por vivir. 

Hay bandas que cambiaron el rumbo de la historia (o tuvieron la suerte de que los dejaran hacerlo), pero también hay otras, que a pesar de vivir siempre en un segundo plano, les tienes el mismo cariño que a los demás, que cojones. Aqui no sobrevive el mas fuerte, sino el que es capaz de no perder la ilusión, y eso tiene mas mérito que millones de discos de oro, platino o lo que os de la gana imaginar. Quizás porque el rock and roll lleva adherido en cierto modo ese estigma de loser, nos sentimos orgullosos de esas bandas que aunque jamás reventaran los charts, te compras sus discos y estás deseando que vuelvan a dar su lección sobre la vida transformada en melodias.


Ese es el caso de los suizos Krokus, siempre han estado ahí, desde que tengo uso de razón rockera. Siempre ha habido alguno que ha despuntado mas que ellos, aunque luego no hayan sido capaces de resistir el paso del tiempo, como la banda del magnifico vocalista Marc Storace. Nuevas generaciones han apostado fuerte y han ocupado el sitio que quizás ellos debieron reclamar en su dia, de herederos del sonido de los hermanos Young, que a fin de cuentas, es el de Berry, Waters.... pasado por el tamiz de la electricidad elevada a 100. Krokus siguen dandome alegrias, con su hard rock de toda la vida, impregnado del espíritu de Bon Scott en la voz de Storace (cuando se encargará alguién de reivindicar a este tipo como se merece), y que deberia ser referencia de cabecera para todos aquellos que flipan con Airbourne, Bonafide y todos aquellos capaces de traer el infierno a un escenario.

Este nuevo "Dirty dynamite", cuenta con viejos y expertos músicos de la escena europa, el guitarrista de los Gotthard, Mandy Meyer que se une a  Fernando Von Arb y Mark Kholer.(querias rock, pues ahí teneis tres guitarras). Al bajo sigue el eterno Chris Von Rohr y para la bateria, otro veterano, Kosta Zafiriou de los Pink Cream 69, que se han encerrado en los Abbey Road, para sacarse de la manga, uno de esos discos que si te gusta el rock guitarrero, te tiene que gustar tio, porque a estos, a buen gusto, honestidad y buen hacer, poca gente es capaz de ganarles, y luego, que les saquen todos los parentescos que quieran, pero antes, abrete una cerveza fria y dejate llevar por el ritmo de "Hallelujah rock n roll", al que solo se le puede decir, amén.


Si teneis alguna duda de la grandeza de Krokus, id directamente al segundo tema "Go baby go", y olvidaos de experimentos y de mentes abierta por un rato, para difrutar de la puta ceremonia del rock and roll. Que bien suenan esas tres guitarras, escuchad "Rattlesnake rumble" con su querencia bluesy y su ritmo de rock sin fecha de caducidad.  Uno de mis temas favoritos del disco es "Dirty dynamite", en el que se van directos al british rock de los 70, desprendiendo feeling por los cuatro costados. Que os suena a ACDC, pues es lo que hay, y si no, ojo a "Let the good times roll", .

Nos vamos a grabar a Abbey Road, pues nos cascamos una versión de The Beatles, de una rockerizada "Help", con la ayuda del vocalista de Fair Warning, Tommy Heart, que para mi gusto les ha quedo muy, pero que muy bien, porque además la han llevado a su terreno, cargandola de feeling. ¿Hay algo mejor que el sexo?, no se, preguntemos a Krokus y las guitarras de este "Better than sex", en el que demuestran que lo suyo es divertirse y divertirnos. "Dog song" sigue la tónica de todo el disco, buenos riffs, y esos estribillos para corear. Los suizos siempre han alternado ese hard clásico con canciones de tono mas melódico, y en este disco, lo hacen con "Yellow Mary", con el que Storace demuestra que borda lo que le echen.


"Bailot blues" evidencia el buen hacer de la banda, de nuevo con Storace bordandolo. Que grande suena "Live ma life", encarando el tema con esa chuleria típica rockera. Cierran con "Hardrocking man" y ese riff de puro rock and roll al 100%, que te deja un gran sabor de boca, porque a fin de cuentas, esta es la gasolina que te ayuda a arrancar cada dia con fuerza. Krokus no han inventado nada, ni lo pretenden. Lo suyo es divertirse, divertir, hacer buenas canciones y tocar rock and roll hasta que el cuerpo les aguante, y por mi parte, que les aguante mucho tiempo.

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