EL FIN DEL MUNDO - EL CORAZON DEL ROBOT


No es sencillo muchas veces encarar un disco. Siempre que alguna banda se molesta en hacerme llegar su trabajo, trato de prestarles toda la atención posible, es lo menos que puedo hacer ya que se han molestado en enviarmelo y confian en un blog "hecho a mano" como es Motel Bourbon, un cúmulo de ideas y opiniones siempre versando alrededor de la música como centro del universo. Digo que es complicado, porque hay veces que al escuchar los sonidos que me hacen frente desde mis altavoces, no consigo situar lo que estoy escuchando y aun así me siento extrañamente atrapado con cada transcurrir del minutaje eléctrico que van conformando canciones.

Algo así me pasa con los almerienses El fin del mundo. Aunque me siento nadando en un mar en cierto modo extraño o en todo caso, no lo mas habitual en mis inmersiones acústicas, al leer sus influencias o cuando me plantan frente a la cara términos como post hardcore, que quizás yo que soy de la vieja escuela, no termino de habituarme, me dejo engatusar simplemente con sus canciones, que tienen ese colchón de fuerza necesario para dejar salir la rabia y la garra, todo enmarcado de un sudor pop, sobre todo haciendo que vuele por mi cabeza el nombre de Los Planetas al escuchar la voz.


Llevo ya varias escuchas de este "El corazón del robot" y siempre termino sorpendiendome porque aun no he conseguido expresar lo que me transmite su viaje sonoro cuando el minutero ya marca el final de sus  8 canciones. Canciones como "Ser estar parecer" son una autentica bomba de relojeria, alzada entre dos mundos, capaz de agarrarte con su energia en las guitarras y de cruzar fronteras hacia oidos menos avezados con sus melodias. Y me he saltado a posta los dos primeros temas, porque ese tercer corte explica mi relación con este disco, que comienza con sonoridades mas cercanas a esa escena nacional de los 90 que intentó colarse entre toda la basura que sonaba en las radiofórmulas.

Estos tipos poseen ese rollo que te atrapa, como bien ejecutan en "Yotambién fui Joe Simmons", directa, muy directa con esas guitarras. Un rollo mas potente se marcan en "Enfant terrible", donde mas se marcá esa diferencia instrumentos/voz, y esa continua batalla que mantienen durante todo el disco. También hay lugar para escarceos con el indie, como queda claro en "Liquidé París", pero con una contundencia de la que adolecen los nuevos gurús de moda. Acústicas hacen acto de presencia en "El vano ayer", donde la instrumentación, siempre con el sonido de los años 90 presente, gira hacia gente como aquellos maravillosos Radiohead.


Más acelerados suenan en "La conspiración de la polvora" si dejar de lado en ningún momento ese halo power pop. El final lo ponela canción titulada como la banda "El fin del mundo", un tema que no me canso de escuchar, repleto de matices y que va creciendo sin parar durante los cuatro minutos que dura. Me han sorprendido y mucho estos tipos de Almeria, debo reconocerlo. A pesar de no ser una banda encuadrada en los cánones de este que escribe, han conseguido que "el corazón del robot" se haga un hueco entre la música que se amplifica entre las lineas de este blog. No sabria deciros si es power pop, rock, indie o post algo, solo que me gusta, y con eso basta.

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