SERIE Z DIA 2 -WHO WILL SAVE ROCK AND ROLL?


Llegó el sabado y el verbo se hizo carne, o mejor dicho rock and roll. Prometia la segunda jornada del Serie Z, pero aunque se intuia, nadie podia imaginar la apoteosis que ibamos a vivir esa noche. Creo que el Z es un festival distinto a los demás, un monstruo de dos cabezas, donde ambas son muy importantes. Por un lado la música, las bandas, la fuerza e intensidad que se desprende desde el escenario. Por otro, su gente, comenzando por sus dos creadores Cacheda y Juan o Juan y Cacheda, que el orden de los factores no alteran el producto, que han puesto en marcha esta maquinaria ideada, para convertirla en una filosofia de vida, en algo más que ir a ver a unas bandas tocar, y que pienso, que los fieles que peregrinamos cada año, hemos comprendido su mensaje. Sin ellos esto no seria posible, tampoco sin las personas que han trabajado a destajo estos dos dias, ayudando a crear ese ambiente de camaraderia que se respira y que creedme, para comprenderlo, hay que vivirlo. Por supuesto, no quiero olvidar a la gente que se da cita, creando una gran familia de nombres anónimos (cada vez menos), donde todos nos conocemos al menos de vista. Gracias a todos.

Como decia, llegaba el sabado. El viernes llegué a casa las tres de la mañana, y a las seis ya estaba en planta de nuevo. Pero la cita con el Serie Z, era mucho mayor que cualquier huella de cansancio. Esa tarde tocaban gente como Western Sizzlers o The Hangmen, que desgraciadamente me perdí, sobre todo estos últimos, que le vamos a hacer. La noche prometia, y mucho. El triunvirato que cerraba el cartel, levantaba en mi muchisimas ganas y expectativas. A Pat Travers y a The Del Lords nunca los habia visto en directo. El canadiense es el tipo de guitarrista que siempre me ha gustado, y al que descubrí allá por el 90, cuando sin saber nada de él, me compre en cassette, "School of hard knocks", un disco menor para muchos, pero que a mi me sigue encantando. Por su parte, The Del Lords, era una de las bandas que más me habian ilusionado, cuando se anunciaron para el festival. A The Dictator, aunque ya los había visto en directo, y era consciente de lo que son capaces de hacer sobre un escenario, sabes que siempre vas a salir satisfecho y sorprendido aún más con su actuación.


LOS CORONAS

Llegamos con Los Coronas ya sobre el escenario, y vaya subidón más instantaneo con la banda. Que manera de poner toda una sala patas arriba. Reconozco, que hasta el sabado pasado, no eran uno de mis platos fuertes, disfrutaba con su música, pero no en grandes proporciones. Desde ahora, tienen un nuevo fan. Divertidos, rítmicos, dinámicos, de nuevo con Fernando Pardo como maestro de ceremonias, como sumo pontífice de esta liturgia eléctrica, como tombolero mayor de la feria del rock and roll. La perfecta comunión banda/público, las ganas de fiesta tanto a uno como otro lado de la valla que separa a la gente del escenario y el buen rollo que se podia respirar, engrandecieron aún más una de por si, buenisima actuación. Por cierto, que no queria dejar pasar, el comentar, lo grandísimos músicos que son, y esa bestia humana (o quizás no), que es el batería, Loza. Aún me sigue sonando en los oidos ese "Paint in black".


THE DEL LORDS

Después del subidón con Los Coronas, saludar gente y charlar con los colegas (convertir la espera de una hora, el viernes, entre Valient Thorr y U.J.R. en una tertulia sobre cine de terror, no tiene precio), compartiendo impresiones y anécdotas de Pat Travers la noche anterior, reconozco que me sentia nervioso ante la descarga de la banda de Scott Kempner. Desde que pisaron el escenario, estaba claro que estos tios son unos superclase. Alternando protagonismo entre Kempner y Eric Ambel, incluso solucionando este último, pequeño problema que tenia Scott con la afinación de su guitarra, el escucharles tocar sus clásicos, junto a temas de ese grandisimo disco que es "Elvis Club", me recordaron por que amo el rock and roll.  La elegancia y la autenticidad que desprenden estos tipos, está al alcance de muy pocos. Se sentian a gusto, y la gente también con ellos. Hubo recuerdo para Lou Reed, con su "I'm waiting for the man". Su concierto se me hizo demasiado corto, no me hubiese importado que el festival durase dos días más, con tal de que The Del Lods, hubiesen seguido arriba del escenario.


PAT TRAVERS

Pat y los suyos, saltaron al escenario como una locomotora, enchufadísimos, quizás conscientes de lo que se nos vendria encima más tarde. Pat, al contrario que Uli Jon Roth el día anterior, nunca ha abusado del protagonismo escénico, es más, su guitarra sonaba incluso mas baja que la de Kirk McKim, quien por cierto tampoco es manco, centrandose más Pat en su labor como vocalista. El trabajo de Rodney O'Quinn y Sandy Gennaro es para enmarcar, que pedazo de sección rítmica. Sonaron fuerte, potentes, poniendo toda la carne en el asador al abrir con un fortísimo "Rock and roll Suzie", alternando piezas más hard rockers con esas incursiones en el blues que tanto gustan a Pat con "Statesboro Blues". Temas nuevos como "Can do" o "Diamond girl" y clásicos como "Snortin Whiskey, drinkin cocaine", "Black Bettie", "Stevie" o "Heat in the street". La verdad, es que vi a Pat bastante en forma, teniendo en cuenta el "ritmo" que lleva, o quizás ese es el secreto. Lo cierto, es que cuando terminaron su actuación, estaba casi sin respiración y totalmente satisfecho.


THE DICTATORS

En el rock hay grandes bandas, enormes. También hay bandas que son necesarias e indispensables, que representan todos los valores del rock, todo aquello que defendemos y con que soñamos, y que va más allá de llenar grandes estadios, es algo que está instalado en el corazón y en las pelotas. Bandas y músicos, que el dia que nos falten, tendremos que preguntarnos, ¿que va a ser de nosotros?, ¿quien va a salvar el rock and roll?.  Tres son a mi parecer los grupos que representan estos, uno por desgracia, ya no está entre nosotros y lo sigo añorando, dia tras dia, los Ramones. Los otros siguen al pie del cañón, por un lado, Lemmy y sus Motorhead, por otro, The Dictators y ese padrino del rock and roll llamado Manitoba. El ambiente ardia, la tensión se podia cortar con un cuchillo, cuando los de N.Y. salieron al escenario del Z. Crees que sabes lo que te vas a encontrar, pero aún así sales sorprendido y extasiado. Te pueden contar mil historias, pero nada es lo mismo, una vez que has vivido algún show de los Dictators.

Manitoba sale y antes de comenzar, baja al foso a chocar las manos de todos los que estamos allí, que somos parte de su familia, que sabemos que él es de la nuestra. Junto a él, Daniel Rey en una de las guitarras, un tipo que ha producido y escrito para los Ramones, que estuvo en los Shrapnel y en Monster Magnet, alguien que sabe de sobra de que va esto. En la otra guitarra, para un heavy como yo, encontrarse con Ross The Boss no es cualquier cosa, y que encima te regale una pua, que decir. A la bateria otro clásico, J.P. Patterson, y al bajo, Dean Rispler, que estuvo en otros clásicos neoyorkinos, Mucky Pup. Entre todos, capitaneados por un enorme Manitoba, trajeron toda la gloria posible entre un público que se volvió loco desde el primer guitarrazo. Vaya repertorio, "The next big thing", "Avenue A", "Who will save rock and roll", "Baby let`s twist", "Faster and louder", "New York, New York" dedicada a Lou Reed, "Stay with me"....


Scott "Top Ten" Kempner sobre el escenario, con sus viejos compañeros, la gente entregada, la banda rendida ante el calor de un público que no queria que aquello terminase jamás. "Slow death" de los Flamin Groovies, un largo y divertido "Two tub man", con presentación de la banda, risas y todo lo que Manitoba es capaz de transmitir sobre el escenario, amén de todo el magnetismo que es capaz de desplegar. Para cerrar, a ritmo de los MC5 y su "Kick out the jams". Dejadme que os diga, que aquello no es para contarlo, aquello es para haberlo vivido, o mejor dicho, sobrevivido, y guardarlo para siempre en tu retina y en tu sangre. Satisfación y cansancio, vuelta a casa o de fiesta, comentando una y otra vez lo grande que ha sido el fin de semana, lo necesario que es el Serie Z. Ahora a pensar en la edición del 2014.

Comentarios

PUPILO DILATADO ha dicho que…
¿Podían fallar los Dictators??, me muerdo la lengua cuando pienso que pasaron por Castellón y no pude verlos por cuestiones de organización familiar, JODER!! Cojonuda crónica amigo.

Lo de The Del Lords también tuvo que ser antológico y, wow! una pena que no pudieses ver a The Hangmen porque debieron demostrar lo buenos que siguen siendo.

SERIE Z RULESSS!!!