SEPULTURA - ROOTS


Afortunadamente, las cosas han mejorado mucho para las bandas -en algunos aspectos- con la tecnología. Ahora a través de facebook, twitter, google +, bandcamps, wetransfer, Dropbox.... el contacto es permanente no solo con los fans, también con las compañías, promotores, etc... pueden hacer llegar su música mediante un envío digital, subiendo videos a youtube. Da igual que seas de Florida, Cádiz o Niger. Recuerdo los viejos tiempos, cuando la base de acción de las bandas tenía dirección y te ponías en contacto con ellos a través de carta y sellos, no solo había que reunir pasta para poder grabar una demo, también para poder enviarla a sellos y medios. Por eso, si nos trasladamos a mitad de los 80, un grupo como Sepultura, al que ahora, a tiempo pasado, muchos ven como una de las grandes bandas de la escena metálicas, consagrados, con mil historias y adoraciones varias entremezcladas con los enfrentamientos propios de las bandas que llegan al éxito, siempre he defendido que Sepultura fueron unos héroes, el orgullo del tercer mundo.


En unos tiempos, en los que las discográficas que movian el cotarro -y no hablo solo a nivel de multinacionales- se asentaban en U.S.A. o Europa, era muy complicado, lanzar fuera de tú mercado, si no pertenecias a UK, la tierra del Tío Sam o ciertos países europeos, no nos engañemos, pocos y marcados, eran los casos de bandas que salían de países que no estaban en esa elite. Por eso, unos tipos, que venían de Brasil, que casi no sabian hablar inglés, y buscaban colegas que les ayudasen a escribir las letras y a ponerse en contacto con las discográficas y revistas y fanzines que comenzaban a destapar ese submundo underground metálico, para hacerles llegar la música,  tenía mucho valor, había que currarselo a base de bien, constancia y sudando sangre. Si a esos le suma, que tenían detrás la historia del desgarrado, procedentes de peligrosos barrios, con una rabia en su música, heredada de la lucha en las calles por sobrevivir, les colocaba aún más en ese rol de héroes, en un mundo de rockstars.


Su llegada a Roadrunner, les colocó entre esa legión de fans, que huian del hard rock cada vez más glamouroso, lleno de power ballads y de éxito entre mucha gente ajena a su sonido. Se fueron abriendo camino entre esa pleyade de bandas que reclamaban más dosis de potencia. El éxito, sobre todo por la gran acogida entre la gente de discos como Morbid Visions, Schizophrenia y sobre todo, Beneath the remains, donde ya se habían convertido en esos guerrilleros dispuestos a poner al primer mundo a sus pies, un album que precedería a Arise, que los sacaba de ese halo de underground, para posicionarlos como la gran esperanza dispuesta a combatir el reinado de los grupos procedentes de U.S.A. No solo sus discos, sus giras eran devastadoras, y nuestro país, donde tenían una grandisima legión de fans, fue testigo de como arrasaban a su paso, incluso dejándolo grabado para la posteridad con aquel Under Siege live in Barcelona.

El siguiente álbum de Sepultura, Chaos A.D. levantó mucha expectación, mientras se iban flitrando informaciones. Debía ser su punto de no retorno, su Black Album. Pero las cosas no salieron como debieran, quizás la intensidad de Arise no se volvió a plasmar en el disco, y a pesar de que habia buenas canciones, algunas que se han convertido en clásicos y fijos en el repertorio de los brasileños, a mucha gente, nos quedó un pequeño amargor de boca, esa sensación de que Sepultura no habia aprovechado la oportunidad que se le brindaba.  Había que esperar la nueva andanada de los brasileños, y esta debia venir en tiempos duros para el metal. La prensa y algunos fans, habían girado hacia el grunge y el rock alternativo, Mientras otras bandas solo miraban sus ombligos y al resto de grupos, por el retrovisor, para comprobar si les adelantaban, la banda de los hermanos Cavalera sabían que debían sobrevivir al colapso que se cernía ya en pleno espelendor, ante el rock duro a nivel de masas, ellos no querían ser como Ulrich o Hetfield, querían adelantarse a los tiempos como los tipos de Anthrax, no perdieron de vista a principio de los 90 a Janes Addiction o a Faith No More, y ahora no lo hacían con gente como Helmet, Deftones, Machine Head o Rage Against The Machine.


Además en sus mentes algo iba naciendo. En el 86, querían ser como esas bandas norteamericanas, británicas o alemanas de las que leían en las revistas y fanzines, y de las que compraban sus discos en las tiendas. Ahora querían volver a echar una mirada atrás hacia Brasil. Si antes, en su actitud y su música, se había reflejado la rabia y la dureza de las calles, de los barrios más desfavorecidos, donde cada día era una batalla, esta vez, querían ahondar en su cultura, en las tradiciones de los nativos, en la desesperación de un pueblo que se veía anulado por el progreso, y mezclarlo con la rabia de sus riffs y la contundencia de su música. Querían volver a sus raíces, y el disco que reflejase aquel estado de ánimo, aquella intención de romper con lo establecido hasta el momento, era su vehículo, era Roots.

Multitud de opiniones cruzadas, cuando se leía que Sepultura añadiría instrumentos tribales a sus nuevas canciones, se hablaba de percusiones, aparecía el nombre de Carlinhos Brown como colaborador en este nuevo disco de la banda. Muchos se perdían en confusiones, otros nos frotábamos los ojos, e imaginábamos lo que se nos podía venir encima. En aquellos días, en el 96, aún no existía Youtube, y nuestros programas de televisión musicales (si amigos, durante mucho tiempo, hubo programas musicales de televisión en este país, no es una leyenda urbana), tampoco se prodigaban demasiado en videoclips rockeros, y menos aún de sonidos potentes, en unos días, en que las camisas de leñador y las melodías tristes se habian hecho las dueñas de la olla de oro trás el arco irís.


Recuerdo que corrí a la tienda de discos cuando salió "Roots", por supuesto, la edición especial, con tres bonus, que encima, uno era de mis Sabbath, y edición digipack. Siempre que compraba algún disco, el ritual era el mismo, correr a casa a escucharlo. Ahora, casi todos los compro a través de internet, por lo que tengo que esperar varios días, ahí hemos salido perdiendo, fijate tu. No recuerdo exactamente la cara que puse cuando me topé con el sonido de Roots, pero si recuerdo que mi excitación fue en aumento. Yo no diría que los riffs complejos habían desaparecido, simplemente habían buscado otra salida, otra forma de expresión, la batería abandonaba los cánones más clásicos del metal extremo, pero aún así, la contundencia del disco es una constante.

Sepultura había mirado hacia delante, como hicieron por ejemplo Anthrax con Sound of white noise o Stomp 442, y que abría las puertas de la sonoridades de una renovación del metal, tan necesaria como lo puede ser, mantener el sonido clásico, ya que ambas tendencias son vitales y compatibles. Una nueva generación de chavales, comenzarian a fijarse en grupos como Korn o Limp Bizkit, y sin lugar a dudas, Roots junto a algunos otros discos, de bandas ya consagradas, mostraban las puertas de los nuevos infiernos. Aún hoy en día, mucha gente sigue vilipendiando este disco, lamentando que trás Arise, Sepultura se convirtieron en una banda vulgar. No lo creo, supieron abrir el corsé y fueron añadiendo a su música, las influencias que tenían, como el hardcore u otro tipo de sonidos.


Es cierto que Roots fue el final de Sepultura como aquella banda, donde había dos hermanos de sangre, pero que realmente parecian ser cuatro hermanos. Max ya no se sentía a gusto en la banda, sus enfrentamientos con su hermano Igor eran cada vez más frecuentes, según muchos, por la influencia de Gloria, la mujer de Max, que parece ser, deduciendo de las declaraciones del resto de la banda, tuvo mucho que ver en la marcha de Max.

Reconozco, que Roots se ha convertido en mi disco favorito de la banda después de “Arise”, volvieron a ser esos héroes, ese orgullo del tercer mundo, porque se podrían haber dedicado a hacer lo de siempre y ser referente de los que resistían aferrados a la fé metálica en esos tiempos, pero no, decidieron buscar su camino, eso sí, al contrario de otros, sin renunciar ni menospreciar su pasado. Perdonad que no me haya extendido en las canciones del disco, pero es que esta entrada podría convertirse en interminable. Quizás algunos nombres y fechas no casen realmente en el tiempo, pero he hecho esto de cabeza, más interesado en mostrar lo que supuso para mí ese paso arriesgado de la banda que tratar de documentar fechas y situaciones, para eso, solo tenéis que utilizar google.



Comentarios

Orlando ha dicho que…
Me quedo con Refuse .
Rockologia ha dicho que…
Una entrada excelente. La he leído con gusto; en su momento, adoré este disco, más aún por las malas críticas. Siempre se da caña a los grupos que intentan dar un paso más allá en su música. Pero si se repiten y hacen lo mismo, también. Gracias por esta pasión que pones.