STEEL PANTHER - ALL YOU CAN EAT


¿No pensais que a veces, nos tomamos todo demasiado en serio?. El rock es muchas cosas, compromiso, lucha, entrega, pero también diversión. Noches con los colegas, cantando, bebiendo. El rock trata sobre la camaraderia, sobre todo aquello que te gusta hacer, sobre reir, cantar y brindar, y a veces, perdidos en encontrar la canción definitiva que nos eleve por encima del resto de estilos de los comunmente llamados mortales, nos olvidamos de divertirnos, de girar la mirada a esas bandas, que estaban dispuestos a regalarnos, por encima de todos, nada más que pasar un buen rato, acompañado de grandes canciones, esos si. Añoramos viejos tiempos, pero nos ponemos colorados, cuando nos recuerdan aquellos posters en la pared, con tipos con peinados imposibles gracias a inmensas dosis de laca, a maquillajes ambiguos, capaces de tocar los huevos a los sectores más conservadores y tradicionales de la sociedad. Y nos olvidamos de esos estribillos pegadizos para corear cerveza en mano, o esos riffs, construidos para hacer air guitar y moverte cual rock star de segunda en un decante Sunset Boulevard.


Pero el rock es diversión, si señor. Hay muchas cosas que pensar, decidir y hacer, pero también hay que pasarlo bien. Está bien escuchar bonitas canciones de amor, o comprometidas letras que pateen el culo de esta mecanizada sociedad. Pero también queremos y necesitamos, arreglarnos, salir de fiesta y follar, ya sea con el encuentro de una noche, o con tu pareja. Alguien dijo hace muchísimo tiempo, que Zodiac Mindwarp era capaz de escribir todo un disco hablando de su poya. Si señor. Steel Panther también pueden hacerlo. Parecian un chiste cuando aparecieron, una de esas bandas que no había que tomar en serio, quizás porque su actitud daba pie a ello. Pero cuando escuchas sus canciones, te das cuenta, que detrás de todas esas bromas, esa provocación y esas risas mal disimuladas, hay unos músicos que saben perfectamente como hacer buenas canciones, de aquellas con las que disfrutamos hace tantos años, y que en el fondo, hemos seguido buscando durante todo este tiempo.


Steel Panther ya se han asentado en el negocio. Su revival no va por el camino de la mayoría. Ellos no reivindican a Led Zep, a Humble Pie o a The Who. Lo suyo es Dokken, Ratt, Motley Crue o Poison, ese tipo de canciones, y aquella imagen que nos mostraban en los videoclips. Trás una sugerente portada, y con un título como todo lo que te puedas comer, traen doce canciones llenas de sexo y grandes melodías, y por supuesto, ese sonido hard rockero y guitarrero que tanto me gusta. Desde la cañera e inicial "Pussywhipped", que deja todas las cartas sobre la mesa, aquí hay lo que hay, my friends. "Party like tomorrow is the end of the world" es puro ochentas, a lo Ratt y todas esas bandas que dominaban el mundo de las melodías, donde te instan a follar como locos, como si se acabase el mundo. "Gloryhole", si amigos, agujeros gloriosos, a ritmo del mejor hard rock que te puedes echar a la cara, con unas guitarras vertiginosas y la voz de Michael Starr, heredera de toda aquella pleyade de vocalistas.

El ambiente se sigue calentando, y trás ese sonido a lo Coverdale de mitad de los 80 y ese fantástico estribillo, se esconde "Bukkake tears", donde hablan de no ver las lagrimas en los ojos, porque lo tapa, bueno, ya os podeis imaginar que. Menudas guitarras las de "Gangbang at the old folks home", donde mete guitarras Vivian Campbell (Viv, en serio, no echas de menos algo así, en vez de hacer de rítmica palmero en Def Leppard). La formula, es la misma, buenos estribillos, de esos que se quedan rapido. "Ten strikes you're out", te golpea en la cara, mejor no pensar con que. Steel Panther resucitan a los mejores Poison, Twisted Sister... pero no se limitan a ser unos clones, ni mucho menos. "The burden of being world", otro buen medio tiempo, con algun guiño a Def Leppard y unas melodías cojonudas, que te llevan en volandas hacia el estribillo.


Me encanta "Fucking my heart in the ass", tiene todos los ingredientes, fuerza en las guitarras, estudiadas melodías y un fantástico estribillo. "B.V.S." tiene un rollo Van Halen, al inicio para pronto pasar a testituras más potentes, y otro estribillo cojonudo. Politicamente incorrectos con "You're beatiful when you don´t talk",  más melódicos, otro correcto medio tiempo. "If I was the king" cambia de registro, y se lanza hacia la contundencia, donde como ya hicieran otras veces, no dejan títere con cabeza. "She's on the rag" pone el punto final al disco, al recital de tetas, culos, coños, mamadas y penetraciones varias en forma de canciones, que nos ofrecen los angelinos. El cancionero de los Dylan o Cohen son necesarios como el aire para respirar, pero las orgías de Steel Panther y todas esas bandas que nos hicieron soñar con ser unos macarras de tomo y lomo, también tienen su lugar.

Llevo una racha, en la que estoy desempolvando de nuevo, viejos discos de ese hard rock que campó a sus anchas desde la mitad de los ochenta hasta casi la mitad de los 90, y que desde hace ya unos años, vuelve a buscar su lugar, gracias a bandas como los propios Steel Panther, nuestros Stop Stop! y muchos otros que no han dejado de creer en la juerga en forma de canciones. Ya decían las Bangles o The Boomtown Rats, que los lunes no son quizás el mejor día de la semana, pero sabiendo todo lo que te puedes comer, os aseguro que mejora muchísimo estas tardes.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Son tremendos, tío. Los necesitábamos. Todas las jodidas bandas se parecen hoy día, y en cambio ellos, parece que tienen su sello pese a ser revival de los grandes puteros de los ochenta. Un abrazo, Carlos. Arriba el cock rock.
bernardo de andres ha dicho que…
Gracias a Dios que no se parecen a los zep. estoy agotado de nuevos grupos con los Zep por bandera. Mas diversion y menos Starway to heaven
PUPILO DILATADO ha dicho que…
Como siempre, ¡Me estoy divirtiendo un güevo con ellos!!!, quizás el factor sorpresa de "Balls Out!" que fue el primer disco que escuché de los angelinos ya no existe pero se han sacado una colección de canciónes 100% disfrutables y con una calidad musical indiscutible, joder Satchel saca puto fuego ochentero de su guitarra y el Vince Neil/Diamond Dave del siglo XXI hace una labor vocal descomunal.

Lo del 'recital de tetas, culos, coños, mamadas y penetraciones varias en forma de canciones' sólo a ellos les puede salir tan natural por mucha pose que se piense que tengan, ja,ja,ja.