WO FAT - THE CONJURING


Hace ya tiempo que el término stoner se convirtió en algo tan difícil de definir, como las numerosas bandas que acercan sus ascuas al invento, o son acercadas a la fuerza por la crítica. Pero os voy a confesar una cosa, me gusta. Porque aunque de esa base de ritmos pesados, son una constante, mientras hay bandas que se han quedado en el camino de los riffs monolíticos y correosos (algunas haciendolo de puta madre), otras se han perdido por senderos más hipnóticos, psicodélicos o incluso progresivos. Mi debilidad, sin lugar a dudas, es esa bastardización, con ritmos cercanos a la desesperación del doom, y esa sensación de estar enterrado hasta el cuello en alguna ciénaga de la que nadie va a sacarte, ni falta que hace. Esa batidora, o debería decir mejor, trituradora, de ritmos, con un común denominador monolítico, siempre termina volviendo a mi cabeza, o mejor dicho, a mis oídos.


En ese ataque frontal me encuentro en estos momentos con "The conjuring", el nuevo disco cavernario de ese trio de Texas llamado Wo Fat. Llamalo stoner, sludge o lo que te de la gana, pero pinchalo y deja que tu cabeza se vaya evadiendo hacia ese mundo construido a base de riffs, que la boca se te llene de ese sabor a blues pantanoso que asoma la cabeza entre el muro de distorsión, que cada nota vaya construyendo un muro que ni el más potente bulldozer sea capaz de derribar. Estos tíos no se andan con chiquitas, aquí te lo dejan todo claro a las primeras de cambio, y ese que esos casi diez minutos de "The conjuring" -la canción-, con la que abren el disco, solo te da dos opciones, escapa si no eres capaz de introducirte en su mundo, ahora que aún estás vivo, o conviertete al rito, se un devoto y entrega tu alma para siempre.


"Read the omens" son casi siete minutos de densidad, con algún momento de rendición Sabbath, y ese continuo vaivén de tu cabeza, dentro de la hipnótica espiral sónica que llegan a crear. Comprendo y entiendo, que no es fácil acercarse a este tipo de música. Es sencillo huir despavorido, o cansado ante la catarsis de densidad que crean y a esa angustiosa batería, que te pone el alma en el disparadero. "Pale riders from the ice" son siete minutos de violencia sostenida, de una noche de sexo imposible entre el doom y el blues, para parir una criatura capaz de engendrar semejante ritmo. "Beggar's bargain" y su tremendo riff a lo Iommi, demuestra, que de una manera o de otra, al final todos los caminos llevan a Roma, o a Birmingham, pero demostrando que una influencia no es una mera copia. Más dinámica que el resto de sus compañeras de disco.

Para el final dejan los diecisiete minutos de "Dreamwalker", que comienza por parametros más psicodélicos, como un viaje de ácido del que no quieres, ni puedes, bajar, para dar paso a un riff monumental, y entrar en ese monolítico heavy blues a la vieja usanza, que te deja ya sin el último aliento. "The conjuring" no es un disco fácil, ni para aquellos ávidos de grandes melodías, ni para los degustadores de sonidos más extremos. Aquí lo importante es la dureza a través de la presencia de riffs y de una sección rítmica demoledora. Wo Fat siguen siendo uno de los grandes del género, o del subgénero, o de que os de la gana.

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