AMERICAN DOG - NEANDERTHAL


Hace poco, leí en Classic Rock Revisited, una de las mejores definiciones jamás escritas sobre American Dog, y por la que supongo que miles de bandas en el mundo matarían. Contaban que American Dog erá como si Lemmy y Ted Nugent hubiesen tenido un hijo con Wendy O Williams. No sé si se ajusta realmente a la realidad, pero coño, mola un huevo. Porque, aunque el hard rock, ha sido padre de numerosas melodías, de bandas de coros preciosos, y baladas de piel de gallina, no solo en la mitad de los 80, que ya antes había gente que se hacía eco de maravillosos juegos vocales, pero también ha tenido la otra cara de la moneda, ese sonido sucio, correoso y macarra, que ha mostrado el lado salvaje, no solo como forma de vida, también impregnado en las canciones.


American Dog llevan un puñado de años sobreviviendo en este caótico y muchas veces, desagradecido mundo del rock and roll, a base de buenos discos y mejores directos. Su anterior, "Poison smile", dejó muy buen sabor de boca. Ahora el eterno trío, ha pasado a convertirse en cuarteto, para dar más contundencia a su sonido. Primero hay que señalar la portada, obra de ese genio del comic llamado Frank Frazett, de cuyas manos han salido dibujos de Conan o Mad Max y portadas de discos de Molly Hatchet, Wolfmother, High on Fire o Nazareth entre otros, y que desgraciadamente, falleció en 2010. Un buen comienzo, para una igual de buena continuación, y es que American Dog, se han marcado un disco buenísimo, lleno de rabia y electricidad.


Para que enredarnos en tonterías, si desde el principio, con "Carnivore" salen a por todas, con esos riffs, y ese sonido heredero por supuesto de Ted Nugent, y hermano de gente como Buckcherry o los desaparecidos Circus of Power.  Las guitarras de "Who's she killing" echan fuego, y ese estribillo huele a gasolina y asfalto. Esto es rock and roll, amigos, duro y potente, y divertido también, como demuestran en "Dirty fun", 100% american hard rock. Aparecen slides en "Sun won't shine", con ese regustillo blues, de bar de moteros, hasta que a mitad de la canción, pisan el pedal, para añadir potencia sin límites. El tema título, estila hard rock clásico por los cuatro costados.

Y que decir de "Stuck in the mud", esas guitarras southerns que se endurecen al momento, para convertirse en un rapidísimo rock and roll. ¿Quereis declaración de principios?, "We Ain't Gonna Not Get Drunk Tonight" a lo Pat Travers. Tanto hablar de Ted Nugent, tenía que aparecer tarde o temprano, y aquí se marcan una potentísima, como no podía ser de otra manera, versión de "Dog eat dog". Ya no hay vuelta atrás, la adrenalina está sobre saturada, y "Start to bleed" le da salida, con su potencia y velocidad. De nuevo momentos blues, llenos de distorsión, para cerrar este séptimo disco de American Dog. Seguro que no corren de boca en boca de ningún hipster, pero a quien le importa.



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