WITCHFIST - THE MATT YEARS



Asomado a la terraza, refresco en mano, pensando en el calor que hacer, y que mirar al horizonte de asfalto produce una sensación desértica en un singular cambio de dunas de arena, por cemento y amasijos de hierro que conforman edificios y cactus representados por calurosas chapas de coches aparcados en las aceras. Dentro de casa, hace ya mucho que las camisetas quedaron desterradas al olvido del armario. El frigorífico es el inquilino que más visitas recibe al cabo del día, para combatir la sensación de sequedad en la garganta, hasta que el sol comience su retirada, y aprovechar un busca de un vergel con forma de grifo de cerveza en algún bar cercano. Mientras pienso apoyado en la terraza, me doy cuenta, que ese sabor en forma de recuerdo de arena hiriente, me trae a la cabeza, que tengo aún por escuchar los discos de J. García, Pendejo, C.O.C., Kamchatka, Karma to burn o Pantano por escuchar.


En un acto reflejo, pulso el play y comienzan a sonar los británicos Witchfist, que a pesar de mi desconocimiento sobre ellos, debería añadir su nombre a la lista anterior. Seis canciones forman este "The Matt years", duros y correosos como una subida por las montañas rocosas. Aquí no hay piedad ni descanso, lo suyo es construir un infranqueable muro de riffs sobre el que hacer descansar esos ritmos pesados con los que traer el desasosiego al oyente, en forma de agonía stoner. Los siete minutos de "The antidote", con ese bajo golpeando desde el principio y esos riffs que son santo y seña del trio londinense, junto a esos largos y monotonos desarrollos, te pone sobre aviso de lo que se te va a venir encima.



"Little ghost" aumenta el minutaje hasta los casi nueve minutos de distorsión desenfrenada, con esa batería compacta y los riffs como vehículo que encabeza la caravana por el desierto que representan Witchfist. La normalidad en cuanto a tiempo, vuelve a su cauce con "Cleopatras grip" y esas guitarras deudoras de un sonido más progresivo, que rápidamente se pierden en las turbulencias de la aceleración de la que hacen gala para sacar a la luz toda es brutalidad intrínseca. El cuarto tema es una versión de QOTA, de su tema "Nova", perteneciente a "The Dessert Sessions", y que les queda bastante bien, aunque tampoco aporta demasiado, me quedo con sus propias composiciones, a pesar de lo que me gusta esta canción.

"Redemption ride" tiene un muy buen ritmo de batería, y un sonido un poco más "relajado" en el contexto de este "The Matt years", con ciertos aires a los 90 que les queda más que bien. Para terminar, vuelta cavernaria a los infiernos de la distorsión con "Black witch (White magic)", y esos riffs monolíticos. Tal vez sea mi obsesión por Tony Iommi, pero se adivina su presencia al inicio, antes de perderse en el farragoso muro en el que se convierte la canción. Otra buena grabación, que satisface a los fans, como yo, del stoner más duro y distorsionado. Busco información sobre la banda, y descubro que trio ha decidido decir adiós. Mala suerte, pero dejan buena constancia de su paso por este, nuestro desierto.

Comentarios

bernardo de andres ha dicho que…
Versiones de los Queens , y Sabbath y según tu criterio, sabio para estas cosas, lo hacen rematadamente bien. Buano pues la solución lógica es buscar el discophoto
Orlando ha dicho que…
Las heavy Tiger actuaran , en octubre, en el Queen of Noise Festival, junto a PL Girls , The Gachises , etc.