ENTREVISTA A LUIS IBAÑEZ
Hola Luis, lo primero felicitarte por el disco y reconocer
que me ha sorprendido gratamente. Habrá gente que te conozca de tu paso
por Voodoo Tales, pero, ¿Por qué no te presentas?
Hola, y muchas gracias. Soy un tipo inquieto e incorformista que un
día con cinco años escuchó a The Beatles y dijo “joder, ¡yo quiero hacer
esto!” Y aquí sigo, buscándome y encontrándome entre acordes de Pink
Floyd y párrafos de Bukowski. Una vida como otra cualquiera.
¿Cuándo decides que no quieres seguir formando parte de una banda y que quieres centrarte en tu carrera en solitario?
Bueno, en realidad fue un proceso que llevó su tiempo, a pesar de que
el hecho de que sólo hubieran pasado unos meses del lanzamiento de III pueda llevar a pensar otra cosa. Ya durante la grabación de III
percibí una serie de diferencias en ciertos enfoques que me hicieron
plantearme que quizá yo estaba empezando a tirar por un camino distinto
al del resto. Esta sensación se acentuó cuando nos reunimos para
preparar la promoción del disco. En esa reunión se tomaron decisiones
que ,a mi entender, resultaron erróneas y el ambiente comenzó a
enrarecerse un poco. A todo eso hay que añadir que yo no estaba pasando
por mi mejor momento a nivel personal y no dejaba de cuestionarme el
camino que debía tomar, tanto vital como musicalmente. Empezaba a
cansarme el concepto de “banda de Rock and Roll” y anhelaba tener
libertad para componer, sin presiones ni condicionantes. A los veinte
años, tener un grupo es la ostia. En ese momento coincides en gustos, en
metas, en ambiciones…Pero a los treinta la cosa cambia: uno empieza a
explorar estilos diferentes, a canalizar nuevas influencias y, en
definitiva, a barrer para su casa, y en esa situación es muy difícil
llegar a un acuerdo. Para cuando presentamos III en directo en La Sala Live, yo ya estaba mentalmente fuera del grupo.
Escuchando Nuevas formas de sobrevivir, los que te conozcan de Voodoo Tales, igual se sienten al principio algo confundidos. ¿Cuál es tu nuevo camino?
Yo personalmente opino que el resultado final no es más que la
evolución lógica de mis influencias musicales. No fue algo premeditado,
no dije “eh, vamos a hacer un giro de 180 grados respecto a lo que he
hecho durante siete años” pero es que yo he tenido la inmensa suerte de
contar con una educación musical acojonante a nivel familiar, en mi casa
se escuchaba desde Jimi Hendrix o The Moody Blues a María Dolores
Pradera o Gardel, pasando por Lou Reed y hasta Mozart. Me hicieron un
melómano de tomo y lomo. Cuando por fin me vi libre de las ataduras que
conlleva trabajar con un grupo de tal o cual estilo, traté de saciar
todos mis apetitos creativos componiendo lo que yo consideraba que eran
buenas canciones, simplemente eso. Me daba igual si me salía un tema
heavy, una ranchera o un tango. Como no podía ser de otra manera con
esas premisas, el disco ha resultado bastante ecléctico, lo cual, por
otro lado, era uno de mis objetivos. De todas formas, a la hora de la
verdad es sólo un disco de Rock. Lo que pasa es que “Rock” es una
etiqueta muy amplia, aunque a algún talibán le pueda doler. Y hablando
de etiquetas, si me apuras te diré que las veo más para la ropa que para
la música. Como dijo Miles Davis, sólo hay dos tipos de música: la
buena y la mala. Y el muchacho puso patas arriba la música moderna dos
veces, así que sabía de lo que hablaba.
Se notan muchas influencias dentro del disco, desde el
cantautor urbano al rock, o el pop rock más elegante. ¿Qué te influencia
a la hora de componer? ¿Qué te motiva a escribir una canción?
La verdad es que no necesito sentarme a trabajar para que broten
ideas. Me sucede caminando, leyendo, durmiendo…Es como si las canciones
flotasen por el etéreo, o como quieras llamarlo, buscando una cabeza
donde meterse. A veces es la canción entera, a veces es un simple
esbozo, y de pronto está en tu mente y necesitas trabajar sobre ello. A
mí me motiva casi cualquier cosa para ponerme a escribir. Me influye
también lo que esté escuchando en cada momento, y en los últimos tiempos
estoy muy centrado en el Rock argentino y el Pop de vanguardia.
Artistas como Nacho Vegas, Cerati, Fito Páez, Milow…También escucho
muchísimo Blues, bandas como Blood, Sweat and Tears… Ahora mismo llevo
tres meses prendado de Dougie MacLean, así que en el próximo disco
seguramente haya algún acercamiento al Folk. También te digo que la
influencia de lo que uno escucha es limitada, no por escuchar a Lady
Gaga o Jessie J. te va a salir un disco de pop pegadizo, pero
evidentemente siempre deja un poso, o descubres un tempo, ritmo o sonido
que te resulta interesante y lo adaptas a tu obra.
¿Cómo fue la grabación del disco?
Pues fue más larga de lo que esperaba en un primer momento, pero
relajada y fluida. La idea original era que el disco se llamase Everest,
de hecho llegué a publicar el tema homónimo como adelanto. Sin embargo,
ese proyecto se fue haciendo más grande y empezó a tomar tintes de
disco conceptual. Al final la idea se volvió mastodóntica e iba a
incluir también un cortometraje y una novela, algo que me pareció
demasiado ambicioso para un debut, por lo que decidí aparcarla para
madurarla y trabajarla en toda su magnitud y me centré en sacar un disco
de Rock and Roll, por decirlo así. Al final se me echó un poco el
tiempo encima, querría haber metido más temas…Pero estoy muy contento
con el disco y las nueve “nuevas formas de sobrevivir” que contiene.
Musicalmente el disco está muy trabajado pero me da la impresión de que también has dado mucha importancia a las letras.
Para mí es fundamental que la letra de una canción sea interesante
desde el punto de vista poético y/o literario. Si no es así, tanto da
hacer un tema instrumental. Me hace gracia cuando veo a gente afirmar
categóricamente que el idioma del Rock es el inglés. No puedo evitar
pensar, de forma un poco perversa, que muchos grupos españoles escogen
el inglés como idioma para sus temas por una cuestión de comodidad: te
permite ser superficial hasta la náusea y aun así queda de cojones. Un
“I love you” siempre queda bien e implica poco trabajo. El castellano
es, de lejos, uno de los idiomas más ricos en vocabulario del mundo, y
sacarle partido en la letra de una canción es jodido, pero creo que da
muchísimo más juego a la hora de contar historias. Aquí tenemos y hemos
tenido grandísimos letristas, desde Bunbury a Enrique Urquijo o Antonio
Vega, así que eso de que “el idioma del Rock es el inglés” ya no cuela.
Es curioso pero en buena parte del disco se alterna un tema
más rockero con uno más acústico, un poco como dejar siempre impronta de
las dos facetas. ¿Ha sido algo previsto?
Lo cierto es que no ha sido algo premeditado, simplemente al elegir
el orden de las canciones me pareció que era el más adecuado. El hecho
de que se alternen temas eléctricos y acústicos responde más a la
variedad estilística del propio disco que a una cuestión de orden.
Qué tal el tema de los directos. ¿tienes ya banda que te acompañe? ¿Hay previstas ya fechas de presentación del disco?
Mi intención es comenzar con una serie de conciertos acústicos en
sitios pequeños para ir cogiendo forma, ya que son casi dos años sin
subirme a un escenario más que para colaboraciones puntuales y es
necesario coger fondo y retomar el contacto con el público antes de
iniciar las presentaciones eléctricas. Posteriormente, montaré una banda
completa para las presentaciones más “serias”, por llamarlas de alguna
manera. Hay ya algunos miembros confirmados que aún no puedo revelar
pero que gozan de gran prestigio y experiencia en la escena y que me
acompañarán en esta aventura. ¡Próximamente, más información!
El negocio musical está jodido. Antes el músico se limitaba a
tocar y hacer promo, ahora debe manejar todos los aspectos de su
carrera, ¿no crees?
Es una putada, porque el músico debería estar concentrado en su
trabajo, que es componer y cantar buenas canciones, y dejar todas esas
tareas que nada tienen que ver con la música en manos de otra gente. Sin
embargo, todo Yin tiene un Yang y gracias a eso se ha creado una nueva
forma de ver el negocio musical, una forma en la que el artista tiene
control total sobre su obra y no precisa de intermediarios que en un
momento dado puedan convertirse en carroñeros. Es evidente que la
industria está cambiando pero no necesariamente a peor. Lo que pasa es
que es todo muy nuevo. Lo digital ha irrumpido a saco y nos ha pillado a
todos con los pantalones por los tobillos pero es sólo cuestión de
tiempo que se encuentre una solución que pueda satisfacer a todos. Aun
así, la música siempre ha sido un negocio jodido. Hace trescientos años
necesitabas un mecenas que te apadrinase, si querías vivir de ello, o
componer para el monarca de turno, o algo similar. Sólo ha habido dos
décadas en las que parecía que vivir de la música era algo sencillo, los
sesenta y los setenta del pasado siglo, y con todo vivían bien cuatro.
Hacer negocio con cosas etéreas, relativas al alma, como la música
siempre es algo complejo.
La música puede ser la voz de la calle en tiempos duros pero ¿también una vía de escape?
La música puede ser todo aquello que quieras que sea. Yo nunca seré
partidario de mezclar por ejemplo Arte y Política porque para mí son dos
conceptos tan diametralmente opuestos que me cuesta digerirlos. Hay
grandes grupos que han hecho de esta mezcla la base de su sonido y lo
hacen estupendamente bien por lo que creo que el cupo está sobradamente
cubierto. Yo la música la veo más como un vehículo para contar historias
que en un momento dado puedan tocarte por dentro. Por supuesto es
innegable que también es un lienzo perfecto para expresar la realidad de
una sociedad y a lo largo de la historia, toda revolución ha venido
acompañada de un estallido creativo, así que también van de la mano.
Todas las grandes revoluciones tuvieron su banda sonora.
Un deseo para este 2015 que nos acecha ya a la vuelta de la esquina.
A nivel personal desearía que 2015 fuese un año un poco más
tranquilo. Este ha sido un año bastante difícil para alguna gente
cercana a mí y todos nos merecemos una dosis de buenos tiempos. A nivel
general estaría bien que el ser humano como especie empezase a
comportarse de manera un poco menos gilipollas y autodestructiva, por
decirlo de forma breve.
Un último mensaje para los lectores
Querría dar las gracias a la gente por el gran recibimiento que le
han dado al disco y desear que todos tengáis un feliz cierre de año, con
una bella banda sonora. Nos vemos muy pronto en los escenarios.
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