SOLD MY SOUL - SOLD MY SOUL (2014)


¿Corren vientos de libertad?. No se, los gobernantes, acechan la más mínima oportunidad para ejercer el control más férreo. ¿Nos entregas parte de tu libertad a cambio de seguridad?, no se hasta que punto nos puede convenir el intercambio, que por supuesto, no tiene nada de voluntario y si mucho de forzado. Demoler las fronteras es una utopía, no cabe duda. Por mucho que nos vendan historias sobre un cada vez más heterogéneo estado europeo, solo se allana el camino en cuanto a intereses económicos, lo demás es pura demagogia. Vivimos unos tiempos, en los que mantienes una conversación con tu vecino de al lado en el ascensor, y con la misma naturalidad, al entrar en casa, te pegas unas risas con alguien que vive en Melbourne, o en Varsovia. Que lejos quedaba antes Polonia, que si os soy sincero, más allá de Boniek y aquel vídeo editado por Iron Maiden (Behind the iron courtain), parecía estar al otro lado del mundo. Ahora eso ya no existe, aunque los kilómetros sigan siendo los mismos, todo está a la vuelta de la esquina.


Tanto, que hace poco, en mi buzón aparecía el cd de una banda polaca, Sold My Soul, ante mi sorpresa, al ver el matasellos. Y mayor aún fue al pincharlos en mi equipo de música. He comentado más de una vez, que comienzo a cansarme un poco de tanto retro rock, de tanta presunta vuelta a las raíces, más que del sonido en si, de que entre bandas realmente buenas, se cuelen otras con no tantos galones. Pero cuando estos sonidos bañados en los 70, se revisten de un sonido más hard rock, reconozco que la sonrisa vuelve a mi cara, y durante todo el tiempo que dura este disco homónimo de Sold My Soul, no ha desaparecido ni un solo momento. Lo suyo es hard rock clásico, que bebe de Led Zeppelin o de Free, y si tiramos hacia los ochenta, de gente como Cry of Love o Badlands por ejemplo.



Las guitarras tienen un lugar muy importante, y "Dream of yesterday" es una clara muestra, con un muy buen solo y una voz que te atrapa a la primera. "Special" posee un gran riff, e incluso cierto aire southern. Alternan canciones en inglés y en su idioma natal, como "Teraz albo nigdy", un auténtico temazo, que demuestra que el idioma da lo mismo, cuando el talento brilla. "One 2 seven", vuelve a poner de manifiesto el valor de Smok Smoczkiewicz a la guitarra, auténtico protagonista del disco, junto a la voz de  Lukasz Lyczkowski. Y ojo, que la sección rítmica es un auténtico guante, un lujo, completada con la batería de Cezary Majewski y el bajo de Waldemar Kolcz.

Como me gusta la directa "Gonna take some time" que podría mirar a gente como Cream y donde el bajo toma protagonismo. Otra gran canción es "Can't leave you behind" transcurriendo de manera tranquila, pero  llena de fuerza, de potencia y densidad sin necesidad de estridencias. Vuelve el sonido guitarrero como marca de la casa con "Red reality" y sus querencias blues. "Let it be" es puro hard rock. En “Wciąż żyję” de nuevo el bajo marca la linea a seguir, mientras la guitarra va construyendo un furioso muro a base de riffs. Las influencias más blues salen a la luz con "Lady winter blues", mientras que “You Made Me Who I Am”" explora el lado más intimista de la banda y que suena de maravilla. Para cerrar un bonus, en polaco, "“Nie Znasz mnie” a base de potencia a raudales, para despedir este gran disco de Sold My Soul.

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