TOUNDRA - IV


¿Algo está cambiando en el panorama musical nacional? No se, pero ver a Angelus Apatrida entrar en el número dos de listas de ventas, o a Toundra, aparecer en la sección de cultura de grandes medios de este país, que no suelen otear el horizonte más allá de lo meramente trillado y patrocinado por el Rey Midas venido a menos de turno, me da que pensar, si tal vez, algún día, la gente y los medios, volverán a comprender, que para hacer música, hay que colgarse los instrumentos y pasarse horas en un local de ensayo, tragar miserias y alegrías, y hacer un rodaje continuo, en vez de pasarse varias horas en la cola de un reality show. Posiblemente, esto solo sea una pequeña piedra en el camino, pero se va convirtiendo en una advertencia, de que el talento, está muchas veces demasiado alejado de shares y franjas horarias.

Toundra son una realidad, han crecido como la espuma. Paso a paso, golpe a golpe, canción a canción. Su nombre ha ido corriendo de boca en boca, de teclado en teclado, a pesar de que su propuesta, a priori, no es fácil de ubicar en ningún bando reconocido. Pero aquí están con su cuarto trabajo, con un cambio en la formación (Macón se ocupa ahora de las guitarras), y con la continua evolución de su propuesta, enfocando hacia una presencia mayor de atmósferas en detrimento de arranques eléctricos, haciendo de este "IV" un conjunto de canciones que representan un todo, tanto en conjunto como por separado. Su música, puede no ser sencilla de asimilar para muchos, pero te atrapa sin remisión creándote estados alterados de conciencia que te ayuden a viajar entre sus atmósferas progresivas y emisiones de post rock.


Desde la iniciatica "Strelka" con ese punteo de guitarra que recorre toda la canción y va dando muestras de las melodías que van recorriendo todos y cada uno de sus puntos. "Qarqom" va describiendo la delicadeza de su comienzo hasta esa explosión de fuerza que te lleva a la realidad. Un viaje instrumental durante ocho canciones, que va de orilla en orilla, partiendo de "Lluvia" que no es más que un interludio, un puente sonoro que desemboca en "Belenos", una auténtica maravilla, donde la guitarra toma protagonismo, pero sin olvidar ese bajo que se muestra como corazón de guia. Es complicado, cuando no hay unas letras que definan una idea, el llevarte hacia según que lugares, pero la destreza de Toundra no deja resquicio a ninguna duda. Pero si tengo que elegir una canción, esa es sin lugar a dudas "Viesca", belleza pura, que te inunda con el desasosiego que esta produce en su gozo infinito. ¡Una puta joya!

"Kitsune" fue la carta de presentación, el single que todos nos echamos al oído, para saber lo que se nos venia encima y que te arrastra hasta "MRWing" donde se desborda definitivamente todo lo que se ha ido acumulando durante el tiempo que han ido sonando las canciones, terminando con la potencia no disimulada de "Oro rojo". Toundra se han sacado de la manga un discazo, de esos, que con cada escucha, va ganando matices, añadiendo sensaciones. Son una de las bandas más grandes de este país, y me atrevo a decir, que eso se les queda corto. En este tiempo, en el que a pesar de la crisis de la industria discográfica, nos vemos inundados de multitud de bandas, discos como estos, son la muestra de que el talento sigue latiendo en esta sociedad nuestra.



Comentarios

Unknown ha dicho que…
Una de las bandas más interesantes del panorama actual. Ese Post-Rock que practican, de forma tan elaborada y cuidada, les convierte, al menos para mi gusto, en una posición mucho más alta que la de Mogwai o God Is An Astronaut.
bernardo de andres ha dicho que…
Respecto a la banda no sabia de este nuevo disco y me parece espectacular.
El porque las cosas se mueven para mi la razon la competencia no se si por la crisis o lo que sea los chavales se han profesionalizado pues ahora cuesta mucho tocar y que paguen por lo que hay que ensayar mucho . Antes mucho dinero tirado y culaquiera sin el mas minimo bagaje actuaba