SPIRITUAL BEGGARS -Sunrise to sundown

Ya comienza la temporada ciclista, sangre, sudor y lágrimas. Yo me reconozco un gran fan de este deporte, y ya ando enganchado a Teledeporte y las clásicas que se van sucediendo. Joder, si es que no hay más emoción que una escapada en solitario, o esa lucha titánica en una subida demencial. Es cierto que el ciclismo está ultimamente salpicado de demasiados casos de doping, hace poco se confirmaban un par de sentencias por uso de farlopa, pero bueno, es que el ciclismo es rock and roll, son los últimos héroes. Jamás he creído en los nacionalismos en el deporte, así que yo lo de tener que apoyar si o si al ciclista patrio, no me va, yo apoyo al que es capaz de levantarme del sillón, el que tiene dos cojones para tirar y tirar, y no le miro el pasaporte, ¡que coño!. Por eso me gustan tipos como Chavanel, y bueno, fueras de series como Cancellara o Peter Sagan.


Como dije más arriba, son los últimos héroes, los que llevan el esfuerzo al límite, capaces de lo mejor y lo peor, en pos de la gloria mediante el esfuerzo. Cuando me siento frente al televisor, a ver la lucha de ruedas oscilantes, me gusta colocarme mi propia banda sonora, que me aupe en esa mezcolanza de adrenalinas como coctel explosivo en mi cerebro. Sonidos contundentes, con riffs abrasadores, como el músculo que se contrae con el pedaleo constante. Lo mejor junto a los mejores, y de momento, de lo mejor de este año, se llama "Sunrise to sundown", el nuevo disco de Michael Amott y sus Spiritual Beggars, una puta lección de como hacer hard rock, y que nadie sea capaz de ponerte ni una sola pega, os lo juro por Phil Lynnot. Junto al gran guitarrista, que tanta gloria nos ha dado tanto con Carcass como con Spiritual Beggars, se alinean Sharlee D'Angelo, Apollo Papathanasio, Per Wiber y Ludwig Pitt, que se han marcado un disco antológico.

Desde ese comienzo con la canción que da nombre al disco, ese riff marcado, los teclados y la voz recordando los mejores tiempos de ese hard rock que tantos amamos, sabes que estás en el plato y el pión adecuados.  Ojo a los teclados de "Diamond under pressure", y ese sonido a lo Purple con Coverdale. ¡Que bien canta Apollo, compañeros!. Y que decir de las guitarras, grandes protagonistas durante toda la grabación. Al loro con  "What doesn't kill you", madre mía, como suena eso, que fuerza, que teclados. "Hard road" apunta unos riffs tremebundos y un estribillo muy hard rockero. "Still hunter" sigue la misma estructura, melodía, y una guitarra en primer plano, con un muy buen solo incluido. "No man's land" es otro temazo, en el que bajan un poco las revoluciones, con teclado que suena de maravilla y dando opción a Apollo para el lucimiento. Muy bueno el medio tiempo "I turn to stone" al que sigue la energética "Dark light child", que suena muy intensa, poderosa. Me gusta mucho el ritmo que imprimen batería y bajo en "Lonely freedom", tiene mucho groove.

"You've been fooled" vuelve  a incidir en esa comunión teclado/guitarras, dando una lección de hard rock. Que bien suena "Southern star", que clase destilan estos tipos, de verdad. Sinceramente, estos tíos, para mi no tienen ni un solo disco malo, es de esas bandas, de las que te haces fan para siempre y no hay quien te baje de su barco. De momento, enormes, que forma de dar un jodido puñetazo en la mesa.



Comentarios

bernardo de andres ha dicho que…
Cancellara dios hace tanto tiempo que no veo ciclismo. Esdte disco lo tengo en mi poder y es muy bueno no siendo mi estilo favorito . suena de fabula