Antropología y Decibelios (I)
La cantidad de discos que se editan en torno al Death Metal como círculo concéntrico es sencillamente apabullante, posiblemente tan solo con los multiples proyectos de Rogga Johanson tienes para rato, y eso que se me escapan multitud de discos porque no soy un fan fatal del género, como mi amigo, compañero en RTBM y bajista en DML amén de varias historias más, Félix Morales, que sale a colación en este texto porque he prestado atención a Ulcerate a raíz de una conversación este verano, copas y pescaito frito de por medio, con Ana y Félix cerca de la playa, en la que el nombre de los neozelandeses salió a la palestra con disparidad de opiniones. Quizás lo lógico hubiese sido comenzar desde el génesis, escuchar los discos de Ulcerate de forma escalonada, por orden cronológico para tratar de ser capaz de percibir la evolución -o involución, vete a saber- del grupo durante todo este tiempo. ¿Pero quien necesita o se rige por la lógica?. Es curioso, porque desde que a mi medio siglo de vid