JESS AND THE ANCIENT ONES
Dejando de lado las fanáticas suposiciones de grupusculos religosos, que ven en todo que está un palmo mas allá de sus narices, al mano del diablo, y que encontraron durante mucho tiempo en el rock, la excusa perfecta para intentar comenzar una caza de brujas que les diese la notoriedad y publicidad que sus actuaciones y prefectos jamás conseguirian, seria absurdo negar que alrededor del rock, siempre ha habido un interés por lo oculto, por aquello que va mas allá, aquello que sobrepasa los límites de lo mundano.
Muchas bandas han sido acusadas de mantener relaciones con el amo del infierno, desde los Beatles a cualquier otra que se me pase por la cabeza y que haya tenido aunque sea, un efímero exito. Robert Johnson y su cruce de caminos. Los Stones y su simpatia por el diablo, Blue Oyster Cult, la escalera al cielo de Led Zeppelin, cuyo guitarrista Jimmy Page, alimentó la leyenda haciendo con la casa de Aleyster Crowley, e inexplicables incidentes que la banda ha achacado a la influencia maligna de Page. Blackmore también ha sido acusado de flirtear con el lado oscuro. Coverdale aseguraba, que cuando decidió dejar Purple, Riche le cogia cabellos de su cepillo. ¿Que decir de Black Sabbath?, aunque la banda siempre haya afirmado que aquello no era mas que una pose.
Así podria hacer varias entradas, hablando de las leyendas que rodean a las grandes bandas del rock. Pero si es cierto, que ha habido otras, que o han reconocido, o bien han adaptado estética y letristicamente, la relación con el mundo de la oscuridad abiertamente. Ese movimiento que muchos llamán occult rock, que ahora vuelve a tener auge con bandas que rememoran ese sonido sesenta/setenta. Harina de otro costal serian evidentemente las bandas de black metal y de la facciones mas oscuras del heavy metal.
Dentro de las bandas que se podrian englovar como occult rock, sin lugar a dudas, de las mas representativas son Coven y Black Widow. A ellos podriamos añadir a los italianos Jacula, por ejemplo, bandas cuyo sonido abarcaba desde el folk rock al progresivo, o los riffs de un incipiente heavy rock. Actualmente, una banda como Ghost está en boca de todos. Y no habria que olvidar a Year of the Goat, The Devil's blood o Blood ceremony, sobre algunas de ellas ya he hablado anteriormente tanto en el Motel, como en su hermano Perverso, donde por cierto, podeis leer una curiosa historia sobre un suicidio, una cámara de fotos y una portada de un disco de black metal.
Desde Finlandia llegan Jess and the ancient ones, otra banda joven, dispuesta a seguir el camino de aquellos que en los 70 desafiaron a quien se les puso por delante, con sus letras reveladoras. Deudores tanto del sonido del rock mas setentero, como de los riffs del heavy clásico y los desarrollos del rock progresivo, no dudan en perderse en largos devaneos de temas de mas de 10 minutos, e incluso coquetear con el jazz o el pop, lo que ofrece un abanico sonoro, de gran calidad. Tras una preciosa y sugerente portada, se esconden 7 maravillosas piezas en forma de canciones, salidas de la mente de Jess - Voces, Thomas Corpse, Thomas Fiend y Von Stroh - guitarristas, Fast Jake - Bajista, Abraham - teclados y Yussuf - bateria y percusión.
Los riffs hard rockeros de "Prayer for death and fire" que evocan los tiempos de la NWOBHM dan comienzo al ritual, mientras Jess ejerce de sacerdotisa en el duelo guitarras/teclados. "Twilight witchcraft" se pierde en el sonido de los 70, con una evocadora melodia vocal que contrasta con la crudeza instrumental. Los doce minutos de "Sulfur giants (red king)", donde el teclado se hace fuerte en esta parte del ritual, manejandolo en un mar de rock progresivo, que va a desembocar con una fuerza brutal con la entrada de las guitarras que me recuerdan muchisimo a Iron Maiden, mientras la voz mantiene esas melodias, a veces casi pop, que crea el sonido de la banda.
"Ghost riders" también es larga, no tanto como la anterior, pero el registro marca 7 minutos, en el que de nuevo vuelven a contrastar la herencia guitarrera del heavy rock con los tiempos mas pausados de teclados y voz. "13th breath of the zodiacs" tiene las guitarras mas heavys de todo el disco, mientras el teclado marca sus infuencias mas prog y la voz de Jess navega por terrenos mas cercanos a esas bandas de power7gothic con femina al frente que han invadido y conquistado la escena metalica. Pero lo de Jess and the ancient ones no es heavy metal actual, lo suyo está a final de los 70, principio de los 80.
"The devil (in G minor)" cambia totalmente el registro, para sumergirse en el jazz y demostrar que esta banda es capaz de adaptar todos los recursos necesarios. Y curiosamente, esta canción se ha convertida en una de mis favoritas del disco, además de dejar constancia de la gran labor vocal de Jess, y por supuesto del resto de músicos, cuya ejecución es perfecta. Cierra el disco, los once minutos y pico de "Come crimsom death", con su eclesiastico inicio de teclados da paso a la preciosa voz de Jesse, que intenta atraernos hacia si como sirena varada.
Precioso disco de Jess and the ancient ones, intenso, con unos riffs buenisimos y con un sabor añejo impresionante, y por supuesto las atmósferas, algo fundamental en este tipo de bandas. Además, los acercamientos vocales al pop le dan aun mas gancho, y no creais que los largos desarrollos mas propios del prog convierten el disco en aburrido, ni mucho menos. Si encendeis una hoguera bajo la luna llena, no olvideis que Jess and the ancient ones acompañen vuestras letanias.
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