GRAVEYARD/CRUCIFUCK DEATH/THRASH MADE IN SPAIN
Seguimos con el death metal patrio, que si ya de por si es un estilo muy
underground y practicamente sin opciones de aparecer en medios que no
sean especializados, las bandas hispanas lo tienen mas complicado aun.
Esta vez toca el turno de los catalanes Graveyard, entroncados en el old
death metal sueco, con un sonido monolítico que hara las delicias de
los seguidores del genero.
En este "The altar of sculpted skulls" presentan seis temas con los que
levantan un infranquable muro de riffs, pero sin caeren un sinsentido.
Escuchar temas como "An Epitaph Written in Blood", o "Deathcrowned",
dejan constancia de su buen hacer.
La principal arma de Graveyard no se basa en la velocidad ni mucho
menos, sino en consolidar una base ultraheavy que van desarrollando en
un gran ejercicio de brutalidad. Ese sonido devastador es lo que mejor
los define. Pero no caen en la monotonia o la pesadez, escucharndo
"Ritual". Otra banda que no deberia pasar inadvertida en este complicado
mundo del metal extremo.
La primera vez que me fije en la portada este disco, pense en aquellas
bandas de thrash metal europeas de final de los 80, y realmente su
sonido anda por esos derroteros, con muchas influencias del thrash
alemán mas activo, sin dejar de lado las influencias norteamericanas.
Pero este trio no son de Hamburgo o Bonn, son de Salamanca, y se han
marcado un disco con referencias a Nietzche, de ahí el título que quita
el hipo. Lo suyo es la potencia y la velocidad por encima de todas las
cosas.
Crucifuck no están inventando nada, pero si se nota en su forma de tocar
que han mamado esta música desde hace mucho. Riff tras riff, con una
voz afilada como un cuchillo y velocidad vertiginosa, reflejada en diez
temas con los que disfrutar y hacer headbanging hasta quedar exhausto.
Juli Morán en Voz y Guitarra, Dani El Brujo en
batería, y Tony Core en Bajo y coros, se lanzán sin piedad a destrozar
tus cervicales, pero ademas, son capaces ofrecer grandes canciones como “Abnormal
Obsessive Hatred”, "Unholy war" o "Beneath the fire", donde dejan claro
que no solo viven de velocidad y potencia, sino quelo acompañan de una
técnica bastante destacable. Los salmantinos se han currado uno de esos
discos que se disfrutan desde el primer al último corte.
Comentarios