QUIET RIOT-METAL HEALTH
Hoy he recibido una mala noticia, que no me afecta directamente, pero si a alguien que conozco, y me ha hecho pensar como te puede cambiar la vida en un solo segundo,como pasas de la mas absoluta normalidad a sufrir la incertidumbre de como será aquello que se te viene encima. Y es que no se si el destino existe, y si de hacerlo, está escrito o marcado, no se, quien quiere saber su futuro, quien quiere quitarle la emoción a la vida. Afortunadamente, también a veces la vida te da un cambio inesperado para bien, la esquiva diosa fortuna te sonrie, aunque sea durante un momento, lo justo para que te cambie la vida y tu paso por ella salga del hastiado anonimato al que nos condena.
La vida es tan puta, que cuando estás en lo alto te deja caer, y cuando parece que vas a tocar fondo te ayuda a sacar la cabeza, y algo así le pasó a Kevin Dubrow y sus Quiet Riot. Tras dos discos con Randy Rhoads, que ni siquiera fueron lanzados en su pais, solo en Japón el rubio guitarrista se ve tocado por la fortuna, al entrar a formar parte dela banda de Ozzy Osbourne, y hacer que su nombre ya nunca se bajase de la constelación de aquellos que serán recordados para siempre por las generaciones del rock. Supongo que Dubrow pensaria que injusta era la vida, su amigo Randy triunfaba y el se quedaba a un lado del ring, viendo como el tren no paraba en su estación. Randy gracias a su magia con las seis cuerda y dos fabulosos discos con Ozzy, se ganó el favor de la gente, y cuando mayor era su estrella, la desgracia se cruzó en su camino, truncandole la vida.
Tras el fallecimiento de Randy, Kevin Dubrow decide volver a rescatar a Quiet Riot del olvido, intentar construir su pasaporte a la fama. Estamos a principio de los 80, el hard rock y el heavy metal, tiene en el Reino Unido su principal baza, la nwobhm, las bandas que venian de los 70, las que se formaban al calor de aquellas. En los USA también comenzaba a formarse una escena de bandas, que aunque con las mismas bases, tenian otra forma de entender el hard rock. Gente como Motley Crue, Y&T, Van Halen o los propios Quiet Riot, cimentaban lo que seria el camino de baldosas amarillas para la explosión mas grande jamás conocida por el hard rock.
Kevin tiene una formación de lujo, un guitarrista con muchisima clase llamado Carlos Cavazo, un bajista que terminaria convirtiendose en toda una institución dentro del hard rock, y que curiosamente, también habia tomado el camino con Randy hacia la banda de Ozzy, Rudy Sarzo, y un bateria que también se situaria entre los indispensables de hard and heavy, Frankie Banali. Y como decia, la vida te cambia en un segundo, porque con la banda preparando el que seria tercer disco de Quiet Riot, en pleno 1983, les ofrecen grabar "Cum'on feel the noize" de Slade, algo que la banda rechaza. Pero presiones externas les terminan convenciendo para incluirla en "Metal health" con lo que significaria para ellos, el pasaporte a la gloria. Una versión que casi ha terminado convirtiendose en tema propio, pues es un himno para el grupo, y su interpretación, un himno para los seguidores del rock, casi mas conocida que la de los propios Slade.
"Cum'on feel the noize" se convirtió en un autentico hit, y llevo el disco a ser número 1 en USA, algo casi impensable en aquel 1983, cuando todavia los medios no eran conscientes que acabarian rindiendose ante toda aquella pleyade de melenudos con guitarras eléctricas. Pero "Metal health" no es solamente una canción, ni muchisimo menos. Es un disco increible, desde el primer hasta el último tema. Desde esa impactante portada, que aun guarda el sabor del cover art del rock de los setenta, pero deja entrever como será este en los 80, hasta un cumulo de canciones, que cualquiera de ellas, tenian el potencial de ser un hit single.
La canción que abria el disco, "Metal health (bang your head)", se convirtió rapidamente en otro himno de la banda y del hard rock, con sus coros, y esas guitarras, en las que Carlos Cavazo hace un trabajo fenomenal, durante toda la grabación. Dubrow está pletórico, conocedor de que esto podia ser un now or never, y la cosa pintó de la mejor manera. Imagino que Randy, allá donde estuviese, seguro que tendria una sonrisa al ver el exito de sus antiguos compañeros. Tras la descarga adrenalítica del primer tema, "Cum'on feel the noize" que hace que el disco comienze como un cohete.
Me compré este vinilo en el 86 u e87, y fue amor a la primera escucha. Además tuve la fortuna de ver la reunión de la banda en 2002, disfrutando de un gran concierto lleno de clásicos y emociones en la madrileña Sala Arena en 2002. Este disco tiene alguna particularidades, por muchos es considerado el tercero de la banda, sin embargo existe un Quiet Riot III, aunque con Chuck Wright sustituyendo a Sarzo que ya andaba en los Whitesnake de Coverdale. Todo se debe a que los dos primeros discos con Randy se lanzaron solo al mercado japonés, un lio en fin. Sin lugar a dudas, "Metal health" es un disco fundamental para entender el hard rock de los 80, y no puede ni debe faltar en ninguna discografia, ojo, que paso lista.
"Don`t wanna let you go" es una canción que he ido apreciando cada vez mas con el tiempo, hasta convertirse en una de mis favoritas de este disco, con ese groove, fantasticamente dirigida por Dubrow. Los coros de "Slick black cadillac" y su riff bien valen su peso en oro, un tema muy hard rockero impreganado de chuleria, con la banda sobrada y sabiendose tocada por la gracia del que tiene todo de su lado en ese momento. Realmente todo el disco mantiene una tónica similar, con grandes canciones, y para mi destaca muchisimo las guitarras de Cavazo. Es mejor escuchar "Love's a bitch", "Breathless" o "Let's get crazy" que hablar sobre ellas, porque en su sonido está la mejor reseña posible.
La parte mas intima y sentimental de este disco llega al final con una bella "Thunderbird" que reboza de feeling, dedicada a Randy Rhoads, un medio tiempo en el que Dubrow deja salir todo lo que significó la desparición del rubio guitarrista, con unos coros que consiguen meterte la canción en lo mas profundo de ti. Este disco, junto a los primeros de Motley Crue o Twisted Sister, abrieron el camino para lo que vendria luego, para todas esas bandas que añadieron ese toque de comercialidad al hard rock, capaz de encumbrarlo a revistas, emisoras de radios, televisiones o hacerlo participe de la mayoria de bandas sonoras de las peliculas dirigidas a público mas joven.
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