MR. BIG -SALA CUSTOM, SEVILLA 27/10/11
Hace casi un año, cubrí para Rock in Spain el concierto que dieron en la sevillana Sala Custom. Hoy lo rescato para el blog.
MR. BIG: AND THE BAND PLAYED ON
El supergrupo por excelencia del hard
rock de principio de los 90 aterrizaba en la capital hispalense.
Realmente no era un buen dia: Martes, y tampoco buena fecha: final de
mes, pero la remozada sala Custom colgaba días antes de la celebración
del concierto el cartel de no hay entradas, algo que siempre es una gran
noticia para el mundo del rock, sobre todo si queremos que las bandas
no se limiten al circuito de ciudades habituales.
A pesar de estar metidos oficialmente en
el otoño, la calurosa noche sevillana, invitaba a una noche de musica,
con una banda muy esperada por muchos. 20 años han pasado desde que
salieran a la palestra Mr. Big, y es esperanzador, que a pesar de muchos
de los asistentes son supervivientes de aquella epoca, ver tambien
gente joven entre el público.
Reconozco que me asaltaban algunas dudas
ante la visita de estos cuatro genios, Mr. Big son como un Ferrari, o
al menos eso decian sus piezas, pero había que ver como funcionaba el
conjunto en si. Es complicado, cuando músicos de la calidad de éstos,
acostumbrados a no poner topes ni límites a sus canciones, tienen que
funcionar como banda, y sin lugar a dudas, Mr. Big funcionan como un
Ferrari bien engrasado.
Otra duda que me asaltaba era como sería
el sonido de la banda, desgraciadamente, sus temas mas melódicos les
funcionan como carta de presentación, pero Gilbert, Sheenan, Torpey y
Martin sobre el escenario demuestran que lo suyo es el hard rock a toda
potencia. A las diez en punto saltaban sobre el escenario de Custom
arrancando a toda velocidad, con un inicio vertiginoso y calculado, que
rápidamente se metió a la gente en el bolsillo. Daddy, Brother, Lover,
Little Boy, Alive And Kickin' y Green-Tinted Sixties Mind, son tres
temas que cualquier fan del hard rock reconoce a la primera, y que
contribuyen a calentar el ambiente desde el inicio.
La banda se sentía cómoda sobre el
escenario, y eso se notaba, mucho Eric Martin, a pesar de que siempre me
ha parecido el miembro más apático de la banda, o al menos, esa
impresión me ha transmitido, estuvo muy suelto, bailando y conversando
constantemente con el público Además, muy bien de voz, tanto en
canciones más melódicas y apropiadas a su registro, como cuando tenía
que forzar más.
Poco a poco fueron cayendo todos los
clásicos de la banda, intercalados con temas de su nuevo album, cosa de
agradecer. Las miradas de la mayoría de la gente estaban en Paul
Gilbert, como la gran cantidad de cámaras fotográficas que poblaban la
sala. Este tipo es un portento, saca sonidos casi imposibles y parece
costarle tanto esfuerzo como tocar cumpleaños feliz con un PT1, a pesar
de que procura no robar demasiado protagonismo al resto de la banda, no
puede evitar ser el centro de las miradas, sobre todo en cada solo,
donde roza el paroxismo.
Otro punto fundamental es Billy Sheenan,
el bajista es el alma de la banda, capaz de demostrar su calidad y
valía a la más mínima y al segundo siguiente formar parte de una de las
bases rítmicas más milimétricas que te puedes echar a la cara. Su
compenetración con Gilbert es total, y ámbos se dedicaron a hacer las
delicias del público con sus piques en los solos y la interactuación que
ámbos llevan.
Undertow, American Beauty, Take Cover,
un muy celebrado Just Take My Heart, iban cayendo, intercalado con los
solos, y alguien a quien no hay que olvidar. Pat Torpey es el hombre en
la sombra, pero su pegada y ritmo es fundamental en la banda. La banda
cada vez esta más a gusto, y siguen lanzando andanadas como Once Upon A
Time, A little Too Loose. For You, una grandisima Road To Ruin
acompañada de otro de mis temas favoritos de Mr. Big, Temperamental, que
ponia la sala patas arriba
Por poner un pero, al menos para mi
gusto, quizás abusan de los solos, lo que a veces para un poco el
ambiente, a no ser que seas un fanático del instrumento, pero también
hay que reconocer que todo el mundo espera ver el lucimiento de gente
como Sheenan y Gilbert. Continuan cayendo temas, Price you gotta pay,
-genial-, y durísimo Take a walk, y si ya habíamos disfrutado del solo
de guitarra de Gilbert con toda la demostración de lo que es capaz de
hacer, ahora tocaba el turno de Sheenan, que también dejó claro que hay
casta y clase, y tras su solo, Gilbert se le une, ámbos comienzan a
juguetear con el riff de Addicted to that rush, provocando la locura en
la sala.
Retirada a camerinos -algo que cada día
me gusta menos, si es evidente que van a salir y volver a tocar, para
que ese paripé, en fin, cosas del rock and roll-, y vuelta para encarar
el tema que les dio fama mundial, To be with you, con toda la sala
cantandola, y aqui para mi, una pequeña decepción. El sonido durante
toda la actuación fue muy bueno, a pesar de la saturación que podrían
producir tanto Gilbert como Sheenan, en ningún momento tapaban a Martin
ni a Torpey, pero en To be with you, el bajo estaba demasiado alto,
posiblemente al utilizar Gilbert la acústica, lo que hizo que todo lo
que se escuchara fuese el sonido que salía de manos de Sheenan, aun así,
el público disfrutó y coreó el tema como si fuera suyo, que a fin de
cuentas lo es.
Tras el relax, más tralla con Colorado
Bulldog, todo mostraba que esto llegaba a su fin, cuando para fin de
fiesta, Gilbert se coloca en la batería, Martin se cuelga la guitarra,
Torpey el bajo y Sheenan a la voz encaran un coreado Smoke on the water,
stop, vuelta a cambiar, Martin al bajo, Sheenan a la guitarra -solos
incluídos- y Torpey a la voz para terminar un show que duró dos horas y
diez minutos, algo también de agradecer en estos tiempos, en los que
muchas bandas cada vez acortan mas sus set lists. Sevilla se llevo un
gran recuerdo de Mr. Big, y seguro que la banda también del público que
poblaba la sala, cuyas caras, mostraban la satisfacción por un buen
concierto, de una banda, que debo reconocer que me sorprendió, no por la
calidad, que ya se les suponía, sino por su buen hacer sobre el
escenario y sus ganas de agradar.
Fotos y texto: Carlos Tizón
Publicado en Rock in Spain
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