ALICE COOPER - RAISE YOUR FIST AND YELL

A pesar de que los grandes actores protagonistas, siempre se llevan la luz de los focos y son el reclamo ante el público para las películas, (que por cierto, os recuerdo que podeis visitar mi blog sobre pelis y libro, Erik El Rojo), siempre he pensado que muchas veces, las tramas se sostienen y adquieren grandeza, gracias al trabajo de los actores secundarios, no tan reconocidos para el público en general o publicaciones no especializadas, pero tan necesarios como un nombre atractivo en un cartel. Y con el rock me pasa igual, evidentemente, dentro de cada discografia, hay discos que han escrito con letras de oro la historia del rock, reconocidos por cualquiera e idolatrados por todo aquel que vibra con esta música. Pero muchas veces, también hay discos, quizás un escalón o dos por debajo de esas grandes obras, que suelen ser recordados de pasada, pero que atesoran en su interior grandes canciones.

Pienso que por ejemplo, gente como Kiss o Alice Cooper, que poseen discos que aparecen en cualquier lista de los mejores de la historia, a su vez, poseen grandes "actores secundarios". Y nombro a estos dos, porque para mi, son el mejor ejemplo de banda capaz de reinventarse y adaptarse a los tiempos, para no sonar desfasada con lo que suena en ese momento, sin perder nunca su personalidad ni su "marca de la casa". Centrandonos en Vincent Furnier, o lo que es lo mismo, Alice Cooper, que posee una discografia, con autenticas joyas, especialmente en su etapa de los años 70, pero que ha ido adaptandose a cada década, dejando constancia de que siempre hay que contar con el.

 

Hay un disco de los 80 (donde Alice Cooper también edito joyas como "Special Forces"), que siempre me ha parecido especial. Eran tiempo de heavy metal, que se encaminaba hacia la entronización del hard rock/hair metal, al que Alice se apuntaria y de que manera en el 89 con el disco "Trash", pero yo voy a retroceder un par de años. Ya en el 86, habia endurecido su propuesta con "Constrictor", pero seria al año siguiente, en 1987, cuando lanzaria este "Raise your fist and yell", en parametros de ese heavy metal americano muy influenciado por el hard rock. Se habia buscado una banda de ensueño, tanto musicalmente, como con una imagén muy potente. Un guitarrista hiper musculadode muy buen toque, llamado Kane Roberts, Kip Winger al bajo (ambos ya grabaron "Constrictor").

Para la bateria, Alice fichó a Ken Mary, del que todo el mundo hablaba maravillas en aquel momento, gracias a su participación en aquel grupazo llamado Fifth Angel y luego con Chastain. Con semejante line up, se embarcaba en la grabación de "Raise your fist and yell", un disco muy guitarrero y potente, con un Alice muy heavy e influenciado por el cine de terror (bueno, esto último, como siempre), que desde el inicial "Freedom", con un riff super potente y una bateria alucinante, además de un estribillo de esos que se te queda marcado para toda la vida "freedom to raise your fist and yell, freedom to rock, freedom to talk".

"Lock me up", con un Ken Mary luciendose en su comienzo, uno de los mejores del disco, con un Alice pletòrico, y unos fantásticos coros en el estribillo, que demostraban esa mezcla de dureza y melodia, que iba allanando el camino hacia los discos "Trash" y "Hey Stupid". Por supuesto, no se puede dejar de nombrar los guitarrazos de Kane Roberts, que hace un trabajo brutal en este disco. Atentos al riff de "Give the radio back", de nuevo tengo que hacer referencia al estribillo, pero es que Alice los cuidó milimétricamente en este disco, dotandolos de una fuerza y melodia descomunal. "Step on you" es mas oscura, heavy, con esa guitarra tomando protagonismo, además de marcarse el amigo Kane un solo de aupa, y no os perdais ese cambio de ritmo impresionante.

Sin dudas, la labor de Ken Mary es fundamental en este disco, escuchad esa bateria en "Not that kind of love", un tema mas accesible, mas hard rockero, al que la pegada de Ken le añade muchisima fuerza. "Prince of darkness" es otra de mis canciones favoritas de este disco, repleta de melodia, muy hard rockera. Por cierto, Alice Cooper participó en la película del mismo nombre de John Carpenter, en el papel de un demoniaco y loco vagabundo, que dicho sea de paso, le venia a la medida. Por cierto, la canción "Prince of darkness", suena en el walkman de una de las víctimas en la peli. El cine de terror, como ya comenté mas arriba, al menos yo, siempre lo he ligado a Alice Cooper, su música e imagineria.

 

Y precisamente esta relación, se ve reflejada en las  siguientes canciones del discos, interelacionadas entre si, que cuentan la historia de un serial killer. "Time to kill" es la primera, muy heavy, con unos coros fantasticos y muy potentes, y Kane haciendo diabluras con su guitarra/ametralladora, cual Rambo del heavy metal.  "Chop, chop, chop" no deja dudas con su sangriento título, mas oscura por tiempos, melodica en las voces y potente en su estribillo. "Gail" suena épica y melódica, quizás porque se nota la mano de Kip Winger, que participó en la composición de este tema , y se funde con la buenisima "Roses on white lace" con una  que suena bestial y preciosa a la vez, que cuenta el desenlace de esta historia de horror y sangre.

Volviendo a escuchar este disco, hoy en dia, me sigue pareciendo ese gran album que me enganchó en aquel lejano 1987, y que me llevó a escucharlo una y otra vez. Alice está pletorico, el trabajo de Kane Roberts es para enmarcar, así como el de Kip Winger. Que decir de Ken Mary, su forma de golpear la bateria, le da a toda la grabación una potencia descomunal. Por cierto, se me olvidó comentar, que tras los teclados está Paul Taylor, que mas tarde se uniria a Kip en su banda Winger, y que también habia tocado con gente como Sammy Hagar o Steve Perry. En el 87 hubo una cosecha increible de buenos discos, y este, no debe de faltar entre ellos.