DEATH ANGEL - THE DREAM CALLS FOR BLOOD
Siempre que alguien saca el tema del thrash metal de los 80, yo nombro a Death Angel y su album debut, "The ultra violence". Me sigue pareciendo uno de los mejores discos que parió la escena thrasher americana de aquellos dias, que coño, y la mundial. Si en un primer grupo estaban el big four, luego a muy escaso margen, se colocaban gente como Exodus, Testament o Death Angel, y curiosamente, las tres bandas, han aguantado perfectamente el paso del tiempo, junto a los alemanes Kreator, enfrentando a pecho descubierto chaparrones en forma de nuevos sonidos, ostracismo del periodismo musical o la aparición de nuevos mesias dispuestos a reclamarles para sí el puesto que ostentaban en el corazón de millones de fans del thrash metal, sin rendirse, demostrando como mayor arma de fuego, canciones que les hacian seguir al pie del cañón, y hundir su puño en la cara de aquel que osara amenazarles, en forma de buenos discos y excelentes actuaciones en vivo.
Si os soy sincero, y que conste que esto es una opinión personal, exceptuando a Anthrax, que a mi parecer siempre han mantenido un gran nivel, incluido ese monstruo fankensteniano llamado "Worship music". A Slayer, que sufrieron ese devastador golpe que fué la muerte de Hanneman, solo se les podria recriminar, que llevan ya demasiado tiempo sin pasar por el estudio de grabación, porque en directo siguen siendo una apisonadora, pero no nos muestran como continua su talento compositivo. Metallica y Megadeth son mundo aparte, sobre los primeros, poco hay que decir, más allá de que han conseguido su sueño de ser rock stars. Sobre Mustaine, pues dejar los vicios y encontrar a Dios, le ha venido muy bien a su salud, pero parece ser que no tanto a su talento compositivo ni a su reconocida mala hostia. Bueno lo anterior y la marcha de Marty Friedman.
Por eso las miradas de muchos, incluida la mia, hace tiempo que se centraron en esas bandas, a las que colocaron un escalón por detrás de los cuatro grandes.Grupos que siguen, disco a disco, demostrando que no viven de su pasado. Gente como Exodus, Testament, los inmensos Overkill, Kreator..... y por supuesto Death Angel, que si sus tres primeros discos, son imprescindibles para comprender el desarrollo del thrash metal, los cuatro que nos han ofrecido desde su regreso en 2004 (más un directo en 2009), han sido en cada momento, motivo de buena nueva. Su sonido rapido y agresivo, siempre ha sido marca de la casa, un baño de violencia sonora, al alcance solo de aquellos que saben lo que tienen entre manos y como utilizarlo.
Aqui no hay sitio para experimentos ni otras historias, Death Angel han acumulado suficiente bagaje, en el que han ido enriqueciendo su sonido con diferentes influencias, hasta llegar al momento en que forma parte de su propia personalidad. Este "The dream calls for blood", no se adentra en aquellos terrenos de "Act III" o del más reciente "Relentless retribution". Aqui optan por girar a ese compendio violento de "The art of dying" o "Killing season". Diez temas para volver a reivindicarse como uno de los grandes del género, que no se duermen en los laureles, y pueden competir junto a esa serie de bandas como Evile o Angelus Apatrida, que han demostrado que a este estilo le queda aun muchísima mecha por quemar.
"The dream calls for blood" es otro paso adelante mas, desde el inicial "Left for dead" la cosa queda clara, cierra tus puños y preparate para disfrutar. Los de Osegueda se lanzan a deguello, y la mejor prueba son el propio tema título o "Fallen", con esos riffs cortantes y esa base rítimica que siempre les ha distinguido. Esos apergios que introducen a la canción "Territorial instict/Bloodlust", me lleva en un viaje atrás en el tiempo, cuando se le prestaba especial antención a la Bay Area. Hay que seguir haciendo muescas en el revolver, Testament nos dejaron un gran disco, Overkill también. Kreator han dejado un directo que sacaria los colores a más de uno que presume de potencia, y Death Angel, también han dejado clara su impronta. Thrash or be thrashed.
Comentarios
No se si ahora me producirán las mismas sensaciones o no, aunque mi respecto no ha decrecido ni una micra. De todas maneras, los que más me llegaron fueron Kreator.
Íntegros como una mole de granito.