THE DEEP END - COP THIS
Siento especial predilección por el rock que viene de Australia, la
verdad. Hay a quién le gustan los grupos suecos, a otros los alemanes,
hay quien babea principalmente con los americanos, pues a mi, siempre me
han gustado los que vienen de las antípodas, fíjate tú. Y es que hay
una cosecha de puta madre en aquellos lares, AC/DC, Cold Chisel, Rose
Tattoo, Jimmy Barnes, Radio Birdman, The Celibate Rifles…. Pero es que
además hay una nueva ola de bandas, que se lo están haciendo también muy
bien, y que además están visitando Europa para dejar constancia de que
no solo saben hacer buenos discos.
Una de estas bandas es The Deep End. Los de Melbourne, beben del hard rock más clásico, de ese inflado de sobredosis adrenalíticas, y que tiene como horizonte cercano a los hermanos Young, por su querencia de llevar los ritmos más clásicos del rock and roll ha sonoridades más potentes, siguiendo la estela tanto de AC/DC, como de gente como Rhino Bucket o Airbourne. Este “Cop this” es una fiesta continua, con muchos riffs y un cantante al límite, dejándose la piel toda la banda.
Te pones a leer sus influencias y son las mismas que las mias, el hard rock de toda la vida, todas esas bandas que dieron cuerda al reloj rockero de los 80, desde AC/DC a Guns n Roses, pasando por Motorhead, Van Halen o The Darkness, más todos aquellos grandes del hard australiano, que son palabras mayores. Para dejarte sin aliento, arrancan con un potentísimo “Bigger, better, badder” donde dejan claro sus intenciones, y válgame todos los dioses habidos y por haber, que lo hacen de la mejor manera.
Una de estas bandas es The Deep End. Los de Melbourne, beben del hard rock más clásico, de ese inflado de sobredosis adrenalíticas, y que tiene como horizonte cercano a los hermanos Young, por su querencia de llevar los ritmos más clásicos del rock and roll ha sonoridades más potentes, siguiendo la estela tanto de AC/DC, como de gente como Rhino Bucket o Airbourne. Este “Cop this” es una fiesta continua, con muchos riffs y un cantante al límite, dejándose la piel toda la banda.
Te pones a leer sus influencias y son las mismas que las mias, el hard rock de toda la vida, todas esas bandas que dieron cuerda al reloj rockero de los 80, desde AC/DC a Guns n Roses, pasando por Motorhead, Van Halen o The Darkness, más todos aquellos grandes del hard australiano, que son palabras mayores. Para dejarte sin aliento, arrancan con un potentísimo “Bigger, better, badder” donde dejan claro sus intenciones, y válgame todos los dioses habidos y por haber, que lo hacen de la mejor manera.
Siguen cayendo pepinazos como “Get on it”, “No time to rest” o la
rapidísima “Knife fight”, sin levantar ni un solo segundo el pie del
acelerador, montando toda la bulla posible. El vocalista, Dale, muestra
todo un derroche de poderío dejándose la garganta en cada estrofa, cada
estribillo, mientras el resto de la banda funciona como un reloj suizo,
sin resquicio alguno. “Cheap night out” bebe de aires más clásicos,
mientras en “Tattoo” vuelven a esos guitarrazos a lo AC/DC, capaces de
levantar un muerto.
“Midnight sun” es un portento, con ese inicio en el que van anunciando la tormenta que se viene encima, con esos riffs y esa melodía deudora del hard ochentero. “Shit talker” es puro rock and roll a toda mecha, de nuevo con un Dale dándolo todo. El bajo nos introduce en “Trixxxy’s jam”, donde cambian un poco el registro, dentro de los parámetros hard rockeros de donde los de Melbourne nunca salen. Cierran con “Run with it”, que te hace levantar el puño, mover la cabeza y pensar en como tiene que ser verse con estos tipos cara a cara, ya que pronto estarán pateando nuestro país.
The Deep End no descubren ni inventan nada, dejan clara sus influencias y lo que les gusta, y además lo hacen muy, pero que muy bien, y yo encantado que me quedo con este disco. Adrenalina y más adrenalina, acompañado de unas cervezas y ganas de pasarlo bien, es decir, rock and roll.
“Midnight sun” es un portento, con ese inicio en el que van anunciando la tormenta que se viene encima, con esos riffs y esa melodía deudora del hard ochentero. “Shit talker” es puro rock and roll a toda mecha, de nuevo con un Dale dándolo todo. El bajo nos introduce en “Trixxxy’s jam”, donde cambian un poco el registro, dentro de los parámetros hard rockeros de donde los de Melbourne nunca salen. Cierran con “Run with it”, que te hace levantar el puño, mover la cabeza y pensar en como tiene que ser verse con estos tipos cara a cara, ya que pronto estarán pateando nuestro país.
The Deep End no descubren ni inventan nada, dejan clara sus influencias y lo que les gusta, y además lo hacen muy, pero que muy bien, y yo encantado que me quedo con este disco. Adrenalina y más adrenalina, acompañado de unas cervezas y ganas de pasarlo bien, es decir, rock and roll.
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