ARMORED SAINT - SAINTS WILL CONQUER LIVE
Bueno, sigo desempolvando viejos discos que tengo por ahí, de esos que he disfrutado hasta la saciedad, y que aún hoy en día, siguen teniendo su lugar. El boom en la segunda mitad de los 80, del hard rock por un lado y del thrash metal por otro, dejaron un poco en segundo lugar a muchas bandas que decidieron tirar por el camino del heavy metal más tradicional. A pesar de que muchas estaban emparentadas, tanto por coincidencia temporal, como por compartir conciertos, giras y relación entres sus miembros, con las emergentes bandas thrashers. Uno de esos casos, fue el de Armored Saint. El heavy metal norteamericano, a pesar de sus reconocidas influencias de los sonidos británicos, siempre ha tenido sus peculiaridades. Bandas como los propios Armored Saint, Omen, Malice o Vicious Rumors, que formaron parte de esa avanzadilla del heavy metal en los U.S.A., que pronto fue eclipsado por el thrash metal.
El caso de Armored Saint no deja de ser curioso. Reconocidos y alabados por muchos, a la hora de la verdad, quedaron en un segundo plano. "March of the saint" y "Deirious Nomad", lanzados en 1984 y 1985 respectivamente, les convirtieron en una apuesta fuerte. Junto a Savatage, aspirantes al trono. Pero curiosamente, dos de sus miembros, han vivido más momentos de gloria, fuera de la banda, Bush con Anthrax y Joey Vera con Fates Warning, otros que a pesar de ser pioneros en lo del metal progresivo, finalmente, vieron como otros se llevaban la gloria y el apadrinaje del invento. Pero volviendo a Armored Saint, sus dos primeros discos, les hicieron un nombre en la escena metálica norteamericana. Era la hora de demostrar al mundo, la capacidad de la banda en directo, dejar plasmado su potencial sobre el escenario.
Y ese documento que testificara como era la banda en directo, salió en 1988, bajo el nombre de "Saints will conquer". Este disco tiene aspectos muy especiales, por un lado, el guitarrista Phil Sandoval había abandonado la banda, cayendo todo el peso en Dave Pritchard. Por otro, seria la última grabación de Dave con la banda. Al guitarrista, al poco de que Metal Blade sacara este disco, le diagnosticaron leucemia, y a pesar de que la banda, se encerraria en el estudio, para dar vida al cuarto disco de estudio, "Symbol of Salvation", el guitarrista perderia la batalla con la enfermedad, no llegando a grabar para el disco (excepto el solo de "Tainted past"), siendo Jeff Duncan su sustituto. Pero volvamos a 1987, la banda graba el show celebrado un 9 de octubre en el Agora Ballroom de Cleveland, durante el Raising Fear tour. Siete temas en directo, más una versión demo, con Phil en las guitarras, de "No reason to live".
Es curioso, porque en este directo, falta un tema, para mi, carismático de la banda, "March of the saint", pero aún así, el repertorio es pletórico en fuerza y calidad. Comienzan fuerte con "Raising fear", canción título del disco que andaban presentando, y que suena potentísima, con un inspiradísimo Bush. Ciertamente, la grabación no posee un sonido depurado, lo que añade cierta suciedad al sonido. La base rítmica, Gonzo/Vera, crean un muro impenetrable y la guitarra del malogrado Pritchard, ametralla al personal a base de riffs. El ataque decibélico sigue adelante con "Nervous man", donde Bush demuestra ser uno de los vocalistas más validos del metal made in USA.
Pritchard sigue devastando a base de riffs con "Chemical euphoria" y su estribillo directo. Le sigue otro tema de "Raising fear", esta vez es el turno de "Book of blood", donde destaca la labor de Gonzo a la batería, y por supuesto los solos de Pritchard, que deja ver durante todo el directo su buen hacer. Llega el turno de uno de los clásicos de la banda, y dicho sea de mi paso, uno de mis favoritos, "Can U deliver", con ese sonido de heavy metal tradicional, que retiene ecos de la NWOBHM en sus riffs. Glorioso. Pero no decae la cosa, porque le sigue "Long before I die", que suena acojonante, esos coros, ese continuo ataque rítmico y una banda hambrienta de exito que se deja la vida ante sus fans.
Cierra el apartado en directo, "Madhouse", rapidísima, donde se lanzar a terminar de conquistar a una audiencia rendida a sus pies. Como punto final, la inclusión de "No reason to live", procedente de la demo que grabara la banda en el 83, y que vuelve a rescatar la guitarra de Phil Sandoval, guitarrista al que Dave Mustaine partió una pierna, porque este intento zurrar a Lars Ulrich, cuando el pelirrojo aún andaba con Metallica, pero esa es otra historia. Muy buen disco, que Noisecreep incluia entre los diez mejores discos en directos de heavy metal, algo excesivo a mi parecer. Aún así es una gran grabación, de una fantástica banda. Por cierto, con una preciosa portada, muy heavy, que siempre me recordó a la del "Hero, hero" de Judas Priest.
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