POR AMOR A LA MÚSICA - REINCIDENTES "MATERIA RESERVADA"

Estaba hace un rato comprando discos, por internet, que me he vuelto muy comodo, y sentado en mi sillón, encargo discos a Inglaterra o Austria, sin gastos de envio, a buenos precios, y los tengo en casa antes, de que la ansiedad me entre porque no llegan. Como cambian los tiempos, para bien. Antes era diferente, mucho. Recuerdo estar esperando a primero de mes, que el buzón se me llenase de catálogos. Revisartelos de arriba a abajo, rellenar con boli el pedido, si con boli, esa cosa que sirve para escribir, aunque las próximas generaciones, piensen, que para escribir basta con el dedo y unas teclas. Echarlo al buzón, y esperar que llegase a destino, allí lo procesasen, te lo enviasen, en fin, que cuando lo recibias habian pasado ya varias lunas, y te comias las uñas esperando. Ahora es más comodo, pero antes tenia su rollo, otra historia, un no se que, que en el fondo, molaba.

Además, había muchísimas bandas, de las que en aquellos días, de no ser por los catalogos, jamás habría conseguido sus discos, especialmente aquellas que se salian un poco, de las grandes distribuidoras. Yo, como muchos de los que crecimos con la explosión de Barricada, nos interesamos por ese rock combativo, cuyas letras, no es fuesen verdades como puños, sino que eran verdades como piedras, lanzadas sobre un poder establecido y una sociedad, que muchas veces no avanzaba a esos pasos agigantados, que nos hacian creer que se desarrollaba el país. Por supuesto, hablando de rock combativo, siempre las miradas iban hacia el norte, hacia Euskadi, donde el punk transmutado hacia el llamado Rock Radikal Vasco, se convertia en una especie de piedra filosofal.

Uno de aquellos catálogos que esperaba cada més, era de una pequeña discográfica, que vio la luz, para lanzar a la que es considerada, la simiente de aquel movimiento, Zarama, primera banda de rock que cantaba en euskera. Discos Suicidas adoptó su nombre, porque montar una compañia para apoyar aquel rock de ideologías auctoctonas, era casi un suicidio. Por sus filas, pasaron nombres ilustres, M.C.D., Kortatu.... bueno, en realidad, tampoco me quiero enrollar demasiado con la historia de la discográfica, eso lo teneis a golpe de google. El caso, es que pronto, una de las bandas que se convirtieron en santo y seña de Discos Suicidas, residian a miles de kilómetros del centro de acción de aquel rock impregnado de rabia que se fomentaba en el norte. Eran sevillanos, y como muchos en aquella epoca, habían puesto su mirada en Euskal Herria, girando por aquellos lares, con sus letras comprometidas, pero desde la perspectiva y la denuncia, de su sur, tantas veces vilipendiado y atacado.

Antes de seguir, ya habreis imaginado, que la elección para esta semana en PAALM, es Discos Suicidas. Ya sé que hay que vetar una banda, pero es que en este blog, la mayor filosofia es que no hay reglas, y como estamos hablando de rock combativo, espero que el maestro Tsi no se me enfade y si lo hace me perdone, pero me voy a saltar la norma a la torera, y no voy a vetar a ningún grupo. Así que vamos con Discos Suicidas y Reincidentes, aquella banda punk sevillana, que tenia como característica, el saxo de Selu, que lo distinguia de su sonido, netamente cercano a las bandas del norte. Los tres primeros discos de la banda, corrieron como la polvora entre la gente, cintas grabadas, comentarios entre litronas, letras que cantar con los colegas entre sueños de cambiar el mundo para siempre. 

Selu y su saxo se marchaban de la banda, Reincidentes giraban hacia sonidos más rockeros, hacia esa comunión entre los Stones, los Ramones y los Leño que tanto les gusta. Su nombre dejaba de estar en el boca a boca y pasaban a aparecer en festivales y revistas. Llegó "Sol y Rabia", el espaldarazo definitivo, un disco con unas letras afiladas, en las que defendian un sur que quería dejar de ser pasto de chistes y clichés. La banda soñaba con ir para arriba, y se les presento la oportunidad de firmar con un sello más fuerte, que les diese aún más cancha. Desde Discos Suicidas les presionaban, les quedaba un disco por contrato. Por los rincones comenzaron a escucharse palabras como traidores o vendidos, de aquellos que no entienden, que la música está hecha para llegar a cuanta más gente mejor, y no por eso pierde la honestidad.

Así que entre velados cruces de acusaciones, Reincidentes se dispusieron a grabar su último disco para Discos Suicidas. Imaginad, si la banda de por sí, ya solia componer con ese status de cabreo, lo que sería para este disco, que era su adíós a ese sello, con el que tantos pasos habían dado. Reincidentes se quejaban de que no habían recibido apoyo, y tampoco tanta pasta, y eso quedó reflejado en una de las letras del disco, donde dejaban clara su postura y sus explicaciones, "Cogido por los guevos", era un misil mordaz directo al corazón de Discos Suicidas, en la que la banda, dejaba ver su verdad.

Aunque este tipo de discos de despedidas, muchas veces son un puro trámite, yo me rendí desde el primer momento a este "Materia reservada". La mala leche se desborda en cada una de las canciones. Aquí recibe todo dios, la SGAE, los cazadores, los falsos progres, los periodistas poseedores de la verdad absoluta... todo ello a base de guitarrazos y mala hostia a raudales. Once canciones con sabor a rabia y a desesperación, pero también con ese sabor a no querer rendirse jamás, a seguir dando un paso adelante. Siempre con su tierra como bandera, cerrando el disco con "Jornaleros andaluces". Quizás este disco, no sea el más alabado de su discografia, puede ser que no sea el más celebrado, sobre todo por la propia banda, pero "Materia Reservada" es esa patada en los huevos, que seguro que está deseando de pega a alguien. Salud.