WE ARE WAVES - LABILLE
Curioso, abro el buzón y dentro hay un sobre, cuyo remite me dice que
viene desde Italia, ummm, que yo recuerde, no tengo ningún asunto
pendiente en aquellas latitudes. Abro el sobre y me encuentro con una
sobria portada, que representa una radiografía, sin nombres ni pistas
sobre su contenido, hasta que giras el disco y en la contraportada,
junto al track list, encuentras que la banda en cuestión son We Are
Waves. Con ese halo de misterio, decido no buscar información sobre
ellos, simplemente, llegado el momento, pinchar su música y enfrentarme
cara a cara, con lo que tengan que traer en este “Labile”, de cuyos
sonidos, reconozco, que hace varias decadas, hubiese huido como del
diablo, pero ya hace tiempo, que gracias a gente que vas conociendo,
sitios que vas descubriendo y textos que vas leyendo, abrí mis oidos a
todo aquello, capaz de transmitir con la suficiente calidad. Por lo que
me encuentro con un oscuro viaje a los 80, a aquellos años de la new
wave, de bandas como Joy Division o The Cure, de quien por cierto, se
marcan un cover de “A Forest” y ciertas tendencias del rock electrónico
más actual.
Y gustan, al menos a mi me gustan estos tipos, Viax, voces y
guitarras, Cisa y sus sintetizadores, Mene al bajo y Frak a la batería,
que consiguen crear ese climax añejo, esos momentos góticos a lo Sister
Of Mercy, esos sonidos tan ochenteros, gracias a las melodías y al
omnipresente sintetizador. “Road to you” abre con fuerza, vocalmente es
un viaje al pasado, con algun guiño a Depeche Mode, que seguro que son
otra de las influencias de We Are Waves. “Old days” suena vital, con los
teclados insuflando fuerza y esas guitarras que hacen acto de
presencia, sin el protagonismo propio del rock, pero dejando su huella
en la estrofa. Llega la oscura “Raquin’s violent vein”, con su
atmósferico inicio, mostrando su vena más electrónica, y de nuevo, la
voz de Viax como hilo conductor. “Blue lies” suena más pop a ratos, con
unos teclados mágnificos.
“Whenever I’m alone” se acerca a terrenos más electrónicos, va
adquiriendo fuerza, gracias al buen hacer de Cisa. “Emptiness behind the
walls” vuelve a hacer reinar la oscuridad, con ese ametrallamiento
perpetuo a base de sintetizadores. “Here” es una colección de samples,
alguno he conseguidor reconocer, otros no. “Worship” vuelve a mirar al
pasado de manera elocuente. “If you were me, you would have gone
elsewhere”, con su largo título y sus teclados que dominan la canción de
principio a fin, como único instrumento, aportandole intensidad. “A
forest” suena oscuro, mucho, siniestra, seguro que a Robert le gustaría.
Cierran con “Rotten galaxy, tragica y siniesta a partes iguales. Buen
trabajo de estos italianos, que seguro que gustara entre todos aquellos
que disfrutaron y lo siguen haciendo con aquellas huestes de la new
wave.
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