PRONG - RUINING LIVES
Siempre que se habla de la regeneración del metal en los 90, de los que incendiaron todo para que esto se mantuviese con vida, insuflandolo de aires nuevos y regeneradores, incluyendo una sexta marcha que les dirigiese al pisar el embrague hacia terrenos por los que seguir explayando velocidad y fuerza, y a la para, añadiendo influencias de otras historias paralelas, que finalmente se acercaron al conjunto final. Se habla con razón de FNM, de Anthrax, de Pantera, de RATM.... pero mucha gente parece olvidar la figura de Tommy Victor y sus Prong, una de las bandas, que primero dieron una patada en las columnas que aguantaban el metal de final de los 80 y principio de los 90, alejandose de aquel thrash que evolucionaba hacia el death, incluyendo nuevas propuestas, no comprendidas por todos, y demostrando el enorme valor de Victor en las seis cuerdas, que hizo que rapidamente Al Jourgensen se fijase en él para sus Ministry, y es que Al es un tipo con un olfato increible para los guitarristas, no en vano, en sus filas han militado el propio Victor o el malogrado Mike Scaccia.
También el mismísimo Glen Danzig se fijó en Victor para sus Danzig, para dar la fuerza de los riffs de este a la oscuridad de sus canciones. Pero la banda de Tommy, siempre ha sido Prong, su fuerza vital, su patada a los cimientos, su manera de entender el metal. Demostró que se podían incluir elementos industriales, que los riffs seguian siendo lo más importante, pero que los ritmos podian variar de los cánones clásicos del género. Prong fueron de los primeros en hacer eso, que más tarde etiquetarian como groove metal, se adelantaron a muchos que vendrian después y se coronarian como jefes del invento, sea el caso de Max Cavalera y sus Soulfly, con quien por cierto, también colaboró Victor, metiendo voces en el disco "Omen", y colaborando con otros como Rob Zombie o Marilyn Manson.
Si su disco debut, "Primitive Origins" del 87, se encontraba más cerca del hardcore, el siguente, "Force fed" del 88, se metia de lleno en el llamado crossover, al acercar posturas al thrash metal. En el 90, "Beg to differ" marcó un cambio de ciclo. Era un disco de thrash metal tradicional, pero la marcha de Mike Kirklandque es sustituido por Troy Gregory (Flotsam & Jetsam), da vida en el 91 a "Prove you wrong", donde se aprecian elementos del metal industrial y un alejamiento del camino establecido hasta el momento, dentro del movimiento mas duro del metal de aquellos días."Clenasing" disco lanzado en el 94, les pone en boca de muchos, gracias a la canción "Snap Your Fingers Snap Your Neck". Pero el disco que los convierte en unos adelantados a su tiempo, es "Rude Awakening", pero curiosamente, la banda se separa, largandose Victor con Danzig y Ted Parson a Godflesh.
Tommy Victor vuelve a reunir a la banda en 2002 y lanza "Scorpio Rising", donde se aleja del metal industrial, queriendo poner terreno de por medio, en una forma de entender la música que él puso en bandeja y ahora dejaba en manos de otros. Prong han seguido editando discos y cambiando de formación, hasta llegar a este 2014, en el que Victor, junto a Jason Christopher y Art Cruz , que llevan en la banda desde 2009, lanzan este "Ruining Lives", donde de nuevo, se ponen en evidencia, la fuerza, vitalidad y calidad de los riffs del guitarrista, que hace ya mucho, que decidió jugar en su propia liga, cogiendo lo mejor de sus diferentes épocas y trasladandolo a este disco, lleno de furia, rabia y sobre todo, riffs mastodónicos.
Una banda cohesionada, un Víctor que asegura que la música ha fluido, que ha sido capaz de escribir este disco de la manera más rápida. Un disco agresivo, lleno de canciones potentes, y un muro de riffs dificil de derribar. Canciones cañeras como las iniciales "Turnover" o "The barriers", esta última, cercana al thrash metal, sobre todo por la voz,o la bestial "The book of change", donde se destapan a toda velocidad. Sonidos más alternativos o "modernos" en "Windows shut", "Ruinig lives", con unas baterías a la velocidad de la luz, como la del tema título o "Absences of live", con un muy buen estribillo y un riff matador. Un gran disco, que demuestra que el hecho, de que Victor sea uno de los guitarristas más influyentes de las últimas décadas, dentro del mundo del metal, no es pura casualidad.
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