ZODIAC - SONIC CHILD
La primera vez que escuché hablar de los alemanes Zodiac, me llegaban ecos de que hacían blues rock. Cuando me di de frente, con la portada de este "Sonic child", se palpaba en la ilustración, ciertos ecos psicodélicos, así que ya era hora de dejarse de suposiciones, y enfrentarse con la música de estos tipos, que presentan su tercer disco. Reconozco, que si bien Alemania, durante los ochenta y principio de los 90, fue una referencia para mi en cuanto a bandas se refiere, con el paso del tiempo, y la apertura que ha supuesto internet, para que bandas de todo el mundo, pongan sus canciones en tus oídos, ha conseguido que el rock que se factura en tierras germanas, no tenga tanta preponderancia en mi ración musical, o al menos, sin las grandes expectativas que levantaba en antaño, todo lo que venia en aquellos días, en que Alemania se convirtió en la gran potencia musical europea, dando alcance al Reino Unido, siempre hablando de sonidos más potentes, y cediendo a final de los 90, el protagonismo a los países nórdicos.
Así que tengo que reconocer, que tengo muchas ganas, de este cara a cara con este nuevo disco de Zodiac, que comienza con una psicodélica intro. titulada "Intro who I am", para dar paso a la primera descarga de adrenalina a base de buen hard rock bañado en blues que es "Swinging on the run", seis minutos para presentar credenciales y dejar claro que esto es algo serio, con un trabajo de guitarras realmente llamativo por parte de Nick van Delft, que también se encarga de la voz y
Stephan Gal. La canción que da nombre al disco, tiene mucho ritmo, de esas canciones que te invita a no dejar de moverte, mientras disfruta de la música. "Holding on" es puro hard rock, con un riff muy bueno. "Sad song" es un sentido medio tiempo, con guitarras acústicas.
Vuelven a dominar las guitarras en "Out of the city", con ese sonido clásico, y no sería justo, dejar de nombrar a Ruben Claro, bajista y
Janosch Rathmer, batería. El blues hace acto de presencia en "A penny and a dead horse", de sonido añejo, que si cierras los ojos te hace cruzar el Atlántico, para perderte en las tierras más áridas del Tio Sam. "Good times" es muy rockera, muy rítmica, muy a los 70. Con "Rock bottom blues", consigue mantener un ambiente más íntimo, en un fantástico medio tiempo bluesy con mucha fuerza. Cierra el disco, "Just music", donde se unen el hard rock de tintes blues, para poner un gran punto final al disco. Muy bueno este "Sonic child", dentro de ese hard rock de corte clásico, pero sin caer en esa especie de bucle de influencias, que está saturando la escena.
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