BRYAN ADAMS ¿TRACKS OF MY YEARS?

Me gusta mucho Bryan Adams, ¡muchísimo!. Es más, "Summer of 69" es una de las canciones de mi vida, de esas que siempre te acompañará, de las que te emocionas cada vez que la escuchas, aunque hayas perdido ya la cuenta, de las veces que lo has hecho. Es cierto que el canadiense perdió su popularidad hace ya mucho tiempo, por culpa de las decisiones que tomó, o que dejó que tomaran por él. Cuando parte de tu apuesta, es dejar de lado tu forma de hacer las cosas, para conseguir el éxito, siempre corres el riesgo, de acabar abocado al peor fracaso que existe, el olvido, no por parte de tus fans, que siempre estarán ahí, aunque sea aferrados al viejo material, y en cierto modo, sintiéndose traicionados, sino por aquellos que durante quince minutos, pusieron el mundo a tus pies, para al segundo siguiente, arrebatártelo y ofrecérselo a otro, para que disfrutase de su cuarto de hora de gloria. 

Que Adams regresé a la luz pública con un disco de versiones, no es que sea algo que me dio un gran sabor de boca, pero cuando lo tituló las canciones de mis años, algo te hacer sentir, que quizás, haya vuelto al camino, no se si el correcto o no, pero al que a ti te gusta caminar junto a él. Cuando se desveló el track list, reconozco que sentí una pequeña (no tan pequeña, seamos justos) decepción, e incluso se puede saborear el regusto de la figurada traición, al leer lo que el mismo escribe en el libreto interior del disco: “Me encanta la música de guitarras a todo volumen. A mediados de los 70 me enganché al hard rock. Era una época fantástica para las guitarras: Blackmore, Page, Clapton, Ronson, Townsend y había música de The Who, David Bowie, Humble Pie y sus predecesores, los Beatles y los Stones, por nombrar algunos. En casa practicaba canciones de Bad Company y disfrutaba de la música de Alice Cooper, CCR y Janis Joplin"

Después de leer eso, mi sensación es agridulce. El disco no está mal, Bryan Adams siempre tuvo ese algo especial, sobre todo por su voz, que hace que cada canción tenga es particularidad, que no todo el mundo es capaz de darle. El disco está lleno de grandes canciones, que el canadiense interpreta perfectas, pero da (me da) la impresión, que lo hace con la cabeza, porque el corazón lo tiene en otro lado. El año que viene habrá disco nuevo, si este experimento, le sirve para volver a situarse en las bocas de muchos, y nos sorprende con otro disco de rock, como los que sabe hacer, bienvenido sea. Aún así, a mi este "Track of my years" me ha decepcionado, y mucho, pero no por su calidad, o por su interpretación, sino por lo que el propio Bryan Adams cuenta. Por cierto, si queréis recordar al mejor Adams, siempre podéis volver a aquel "Live! Live! Live!"