LA PATRULLA DEL JAZZ
Hay veces que la realidad supera la ficción, pero de largo. En estos días, esta rulando por las redes sociales, una curiosa anécdota, sucedida en el año 2009, en el V Festival de Jazz de Siguenza, no desmerece al mejor cine de Berlanga o incluso, por que no, a la disparatada actitud de Homer en cualquier episodio de The Simpsons. Os cuento, por si no estáis al tanto del asunto. Una leyenda como Larry Ochs se encuentra sobre el escenario en la localidad castellana, cuando se presenta una pareja de la Guardia Civil, con la pretensión de suspender la actuación. ¿El motivo?, alguien desde el público, había llamado, denunciando que Larry no estaba tocando jazz, sino música contemporanea. La Benemérita se presenta, y uno de ellos, confirma, que efectivamente, Larry no está tocando jazz.
Para mayor acicate de tragicomedia, resulta que el ofendido espectador, realizó la denuncia, al tener la música contemporánea, prohibida, ojo al dato, como diría Jose Maria García, por prescripción médica. Yo de medicina ni puta idea, pero es la primera vez que lo escucho. Puedo imaginar la situación, con sentido del humor, claro está, en el cuartelillo de la Guardia Civil:
- A ver todos a formar. Que levante la mano quien entienda de jazz. ¿nadie? Gutierrez, ¿usted no tocaba en un grupo de chaval?
-Si mi sargento, pero tocaba la pandereta y cantaba La Ramona y canciones del Dúo Dinámico.
-Está bien, pues te tocó, Gutierrez, y busca al listillo de Martinez, y que te acompañe, que ese sabe de todo.
Pero no acabó ahí la cosa. Siempre hay un más allá, en el mundo de los despropósitos. Wynton Marsalis, cruzado reconocido de la pureza del jazz, empeñado en denunciar a todos aquellos empeñados en escapar de la intransigencia del puritanismo, declaró tras conocer la noticia, querer conocer al denunciante, y en señal de gratitud, regalarle su discografía completa, autografiada y dedicada. En todas partes cuecen habas. Os dejo el enlace a la noticia, publicada en su día por El País.
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