PAALM: SEE YOU IN HEAVEN DEAR JACK BRUCE

Ayer me tocó currar de tarde, lo que significa andar desconectado del mundo que no de lo mundano, porque la información sobre el Madrid-Barca llegaba quisieras o no, acompañado de las caras de alegrías o circunstancias, que ya sabéis que esto va por barrios, y como buen opio, camufla las miserias diarias durante un rato, hasta que termina la euforia y vuelve el sinsabor. Al salir de trabajar, allá a las diez y pico y encender el móvil, me dí con la noticia en la frente, Jack Bruce comenzaba el viaje sin retorno que lo llevará, allá donde se encuentran los músicos como él, una vez que dan el último paseo por esta tierra nuestra. Joder, Jack Bruce, quien creó historia junto a Clapton y Baker en Cream, que como me decía un viejo conocido, que cuando yo comenzaba en esto, ya llevaba a sus espaldas, muchos discos escuchados, "la gente siempre que habla de los inicios del hard rock, nombra a Led Zeppelin o Deep Purple, pero nadie debería olvidar la importancia de Cream".

El círculo se va cerrando, todos vamos cumpliendo lunas, y vemos como nuestros ídolos, aquellos que han puesto música a nuestros días, van despareciendo físicamente, porque su recuerdo en forma de melodías, no habrá quien nos lo arranque de nuestro lado. Comentaba hace poco, a raíz de la muerte de Tony Urbano y Glenn Cornick, con un buen bajista y mejor amigo, Rubén de Legacy, que últimamente los bajistas parecían estar en el punto de mira de la parca. Y mira por donde, hoy marca una muesca más en el palo de su guadaña. Ya conocéis mi adoración por Clapton, y por ende, por todo aquello que le rodea, por lo que, como podéis imaginar, Cream es una de esas bandas que he disfrutado hasta la saciedad. Pero hablar de Bruce es mucho más. Es nombrar a Frank Zappa, a Bernie Marsden, Soft Machine, Graham Bond, John McLaughlin, Lou Reed, Vargas Blues Band...

Su bajo, y sus dotes compositoras junto a su voz, han estado al servicio de mil y un proyectos, ya sea mediante su presencia física, o porque sus canciones, han sido tocadas por multitud de músicos en sus propios discos. Es difícil contar algo de Jack Bruce que no se sepa, porque su presencia ha sido tan habitual e importante en el mundo del rock, que pobre de aquel que desconozca lo que se cocía en sus mentes y se transformaba en sus dedo, porque se está perdiendo una parte de la gloria de la música. Esta vez, en PAALM, el jefe Tsi, ha dictado que el reto consista en buscar músicos que hayan tocado estilos diferentes, marcando como pauta para esta semana los bajistas, nunca mejor elegido para rendir homenaje, a Jack Bruce.

Bucear en la carrera rockera de Bruce es sencilla, afortunadamente. Solo hay que mirar como referencia a Cream, a o Manfred Mann o a..., pero si Clapton siempre ha sido uno de mis guitarras favoritos, no lo ha sido menos Gary Moore. Cuando el irlandés abandonó el hard rock para adentrarse en el blues, finalmente, terminó atracando en el muelle de Bruce y Baker, creando aquel BBM, emulando a unos nuevos Cream, con un guitarrista que se debatía entre aquellos viejos fans que no entendían sus vuelta a las raíces y los que habíamos seguido su camino. Hablar de Bruce y Baker, es hacerlo de una de las mejores secciones rítmicas que te puedes echar a la cara. Ginger Baker, un autentico animal del ritmo, y Jack Bruce, un bajista omnipresente en toda grabación, donde su bajo daba muestras de su maestría.

Recuerdo en su día, que el disco no fue muy bien tratado por muchos, que se empeñaban en comparar con Cream, pero la verdad, es que con tres tipos así, no se podía hacer un mal disco, ni mucho menos, y la calidad del trio quedaba reflejada, con ese blues rock añejo, poderoso, raíz profunda del hard rock, con el que nos deleitaron en este "Around the next dream", y es que poder disfrutar de los solos de Gary Moore, mientras escuchas esa base rítmica, no tiene precio, que queréis que os diga. Hay recuerdos a Cream, como en "Glory days", efectivos temas lentos como "Naked flames" o "Why does love (have to go wrong)?", trallazos de blues rock como "Cant fool the blues", canciones en la onda que Moore estaba haciendo en esos días en solitario, como "High cost of loving" o una canción que siempre me ha vuelto loco, como "City of gold". En definitiva, que digan lo que digan, a mi siempre me pareció un gran disco, digno de sus autores.

Jack Bruce, afirmaba que el no venia del rock, sino del jazz, y su presencia en ese tipo de música siempre ha sido notable. Puesto a elegir otro disco donde el bajo de Bruce tuviese presencia y se alejase de los sonidos más rockeros, he decidido decantarme por este "Desire develops an edge" de Kip Hanrahan, un excelente ejercicio de free jazz y latin jazz, donde de la mano de gente como Orlando Rios o Steve Swallow. Kip, que ha trabajado con gente como Jerry Gonzalez o Astor Piazzolla, siempre ha gustado de rodearse de buenos músicos, para sus trabajos. Precisamente para este "Desire develops an edge", editado como un doble vinilo en 1983 (en cd en 1994), compuso todas las canciones pero no toca ni un solo instrumento en todo el disco, para ello, se rodeo, como en otras ocasiones, tanto de gente cercana a concepciones más modernas del jazz, como otros del latin jazz, y por supuesto, de nuestro querido Jack Bruce.

Sirva esta entrada como homenaje a Jack Bruce, y que hoy y siempre suenen sus canciones, para recordarnos que la música es tan mágica, que siempre deja con nosotros la presencia de los que no están cuando escuchas aquello que tienen que contarte a través de sus melodías, de las notas que salen de sus instrumentos. La vida sigue, y muchos hoy están celebrando/lamentando el resultado del partido de ayer. Otros, brindaremos con una copa a la salud de Bruce.

¿Qué queda por decir cuando ya han muerto las últimas notas

cuando se ha desconectado el último cable

Y se ha cobrado el último caché

Cuando el último camerino está vacío

Y ya no duele la última herida

Cuando se ha pisado el último escenario

y todo el equipo está ya en el camión

Cuando ya han muerto las últimas notas

que queda por decir?

(Pete Brown)