CODY BEEBE & THE CROOKS - OUT HERE
Que fáciles pueden parecer a veces las cosas, de verdad. Te encuentras con una tarde de perros, la lluvia nos llevá castigando toda la semana a intervalos. No se a vosotros, pero a mi a veces, me gusta que llueva cuando estoy en casa, mientras las gotas castigan los cristales, te sientes seguro observándolas por la ventana. Abro una cerveza, los niños juegan, corren de un lado para otro de la casa, tienen suficiente energía para todas las horas que un día sea capaz de acumular. Mi mujer está a mi lado, siempre se escapa alguna mirada cómplice, de esas, que no hacen necesarias las palabras. Pulso el "ON" en mi equipo de música, mientras el reproductor de cds, abre su insaciable boca, siempre en busca de alimentos sonoros que legitimen su razón de ser. No se que tiempo hará ahora mismo en Seattle, pero Cody Beebe & The Crooks, vienen de allí, y sus sonidos heredados del mejor rock americano, rivalizan con el sonido de las tormentas en el exterior.
Los de Seattle se han rodeado de una pléyade de músicos, con sus armónicas, instrumentos de viento..., para dar vida a este "Out here", su segundo disco, que comienza a sonar en los altavoces con "Alleyway" como piedra de toque, con unas poderosas guitarras de la mano de Cody Beebe, tomando protagonismo junto a su voz, acompañado de Aaron Myers al piano, Eric Miller al bajo y Chris Green a la batería. En "Hold the line", suben de intensidad, con ese aire hard rockero de escuela clásica. "Never too young" levanta un poco el pie del acelerador, para introducirnos de lleno en momentos más intensos, a los que ayuda muchísimo la armónica de Ty Paxton. En "Circle", la voz me recuerda a Counting Crows, a aquel rock que despegó rápidamente, tras la irrupción en escena del grunge en la ciudad de la banda.
"Dangerous" tiene un adictivo rollo funk rock, toques soul, y el dueto entre Cody Beebe y Fysah, queda de muerte. No os perdáis el tema título, seguro que os viene rápidamente un nombre a la cabeza. "Bitter run" asume el rol de balada, y cumple con nota, poniendo ese punto de intensidad reforzado con un muy buen estribillo. Vuelven los sonidos más rockeros con "I'll get mine", y ese puntito blues que tan bien le queda a la canción. Cody Beebe & The Crooks, no se amilanan con meterse en cualquier cruce de camino sonoro, y "Anvil" es un buen ejemplo. "Sweep" nos vuelve a mostrar a la banda en un sentido medio tiempo, donde los coros juegan un papel fundamental. Para cerrar, "Counting sheep" , a ritmo lento, meciéndose entre apergios, para poner punto y final a este segundo disco.
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