LLUEVE SOBRE GREENDALE QUERIDO NEIL

¿me lo parece a mi, o en estos últimos días, a todo el mundo le ha dado por Neil Young?. Ayer (¿o fue antes de ayer?), con la efeméride del nacimiento del canadiense, las redes sociales se inundaron de vídeos de Young, un tipo, al que todo el mundo quiere apropiarse para si, reivindicándolo como padrino de aquello que mueva los pies del homenajeador de turno. Que digo yo, que Neil se lo ha ganado a pulso, con sus canciones, estoy seguro, que a cada momento, en algún rincón del mundo, suena "Southern man" o " Heart of gold", y su falta de miedo, pues siempre ha hecho musicalmente, lo que en ese momento le pedía el cuerpo, o lo que le ha salido de los cojones, para que andar, con rodeos. 

Hoy ha sido una tarde de esas, que pese al mal tiempo, tienes que salir de casa. Aunque últimamente, acostumbro a ir andando a todos lados, la lluvia, y la amenaza de ella, me ha obligado a montar en el coche, y pasar entre sus cuatro puertas, más tiempo del acostumbrado y deseado. Mientras las gotas de lluvia, golpeaban con fuerza el parabrisas, el viejo Neil ha sido mi copiloto, convenciendome entre acordes, de viajar a Greendale, tomando como carretera, las letras de sus canciones. Muchos pasan de puntillas aquella ciudad musicada, que nació de la privilegiada mente de Neil, pero a mi, especialmente en tardes como estas, me gusta perderme por sus calles, silbando a contra viento, las melodías de "Double E" o "Sun green". Hoy llueve sobre Greendale, querido Neil.