ECLIPSE - ARMAGEDDONIZE- HARD ROCK CON MAYUSCULAS
Entramos de lleno en la semana de pasión que dirían algunos, pero a mi el incienso me asfixia y las aglomeraciones, si no están relacionadas con una tormenta de vatios desde un escenario, tampoco me interesan demasiado. Dicen que la procesión va por dentro, pero los capirotes me imprimen demasiado respeto, me recuerda esa obsesión insana por tapar el rostro como muestra de sufrimiento, a reacciones fuera las realidades que intento que imperen en mi día a día. Conozco gente que se pasa meses ensayando para cargar un paso, y el resto del año, soñando con que llegue ese día, y lo respeto y admiro, comparta o no el sentimiento, la pasión por las cosas, es algo que siempre he admirado, que me gusta resaltar. Yo siento pasión por la música, no se si soy capaz de desprenderlo en mis textos, haceros llegar esas ganas de vivir que me aporta cada acorde que se acomoda en mi cabeza, pero tened por seguro que lo siento, como seguro que la mayoría de vosotros, esto del rock es un puto veneno del que es muy complicado escapar, aunque hay gente que lo hace, que lo dejan atrás como parte de la juventud, allá ellos, porque algún día comprenderán que se han dejado algo importante por el camino.
Y si la pasión es importante en el que escucha, no digamos en el que crea la música. Además, si es capaz de acompañarla de la calidad suficiente para situarse por encima del resto, para alejarse del pelotón que intenta colocar su nombre en boca de todos, para asentarse entre aquellos que siempre consiguen un grado de admiración, porque se lo han ganado a pulso con su trabajo. No es fácil, vivimos en un mundo saturado, en el que poner las cosas al alcance de cualquiera conlleva que no siempre, la fiabilidad que representa el echarte a las manos un disco, se convierte muchas veces en una ruleta rusa que evitamos gracias a internet, y la posibilidad de escuchar los discos antes de comprarlos. El hecho de que muchas compañias hayan adquirido el rol de simple distribuidoras, sin un mínimo baremo de lo que ponen en la calle, ya que no se juegan los cuartos, sino que es el músico quien ha corrido con los gastos de grabación.
Como decía, hay bandas con las que casi siempre apuestas sobre seguro, porque rara es la vez, que sales defraudado, como van demostrando disco a disco, y una de esas bandas es Eclipse. Unos auténticos super clase, que están donde están por derecho propio. Es cierto que el anterior disco de la banda, puso el nivel muy alto, y aunque, quizás, "Armageddonize" queda un poco por abajo, se ven los arañazos que deja en el listón marcado con su anterior lanzamiento. Pero dejando eso de lado, nos encontramos con un discazo de principio a fin, donde lo peor es la portada, eso si. El disco es un cañonazo desde la inicial "I don`t wanna say I`m sorry", donde suenan potentes, con un Erik Martensson soberbio y una banda sobrada. "Stand on your feet" sigue la estela de su anterior trabajo, "Bleed and scream", con esa imponente guitarra de Magnus y unos coros alucinantes."The storm" posee un trabajo vocal alucinante, y esas guitarras, junto a la impactante base rítmica, una pasada. "Blood enemies" comienza con una entrada de guitarra deudora de Michael Schenker para dar paso a un riff muy hard rockero y una melodía vocal muy potente, que se va alternando con momentos plenos de melodía.
De nuevo grandes guitarras para "Wide open" que se baten en duelo con esos teclados, para una canción de manual. "Live like I'm dying" es un apañado medio tiempo, que reconozco que no ha sido lo que más me ha llamado la atención de un disco que en lineas generales me ha encantado. "Breakdown" tiene un comienzo muy "vintage" que va derivando hacia un potente hard rock melódico. Como me gustan estos tíos cuando se ponen rockeros como en "Love bites", vaya estribillo y vaya regusto duro en las guitarras. Del mismo modo sigue "Caught up in the rush", no me canso de repetirlo, como canta Matt, madre mía. "One life my life" posee un estribillo por el que venderían su alma más de uno, con ese sonido europeo, que me trae muchos recuerdos de la vieja escuela.
De nuevo grandes guitarras para "Wide open" que se baten en duelo con esos teclados, para una canción de manual. "Live like I'm dying" es un apañado medio tiempo, que reconozco que no ha sido lo que más me ha llamado la atención de un disco que en lineas generales me ha encantado. "Breakdown" tiene un comienzo muy "vintage" que va derivando hacia un potente hard rock melódico. Como me gustan estos tíos cuando se ponen rockeros como en "Love bites", vaya estribillo y vaya regusto duro en las guitarras. Del mismo modo sigue "Caught up in the rush", no me canso de repetirlo, como canta Matt, madre mía. "One life my life" posee un estribillo por el que venderían su alma más de uno, con ese sonido europeo, que me trae muchos recuerdos de la vieja escuela.
"All died young" es posiblemente, lo más heavy que pueden llegar a ser una banda como Eclipse, con una batería atronadora y un planteamiento excepcional. Con esa fuerza ponen punto final al disco, aunque en algunas ediciones como bonus track, nos encontramos con una versión de "The storm" en acústico. Eclipse son una banda enorme, capaces de componer grandes canciones y este disco, no es una excepción. Larga vida al hard rock.
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