PJ HARVEY -The hope six demolition project
No me voy a extender demasiado con "The hope six demolition project", no porque no me guste, que me gusta, y mucho, sino porque lo mio con Polly Jean, al contrario que tanta gente, no es amor. Yo me enamoré a primera vista y oída, de Joan Jett, de Debbie Harris, de Wendy Williams y de Jan Kuehnemund, y bueno, también de Traci Lords (y aclaremos que no hablo solo de físicos, mas bien de maneras de vivir). Ya sabéis que yo soy un borrachín de codo en barra, con alma de golfo, y Polly Jean siempre me ha parecido una chica muy seria (lo cual no implica que lo sea, faltaria más), al menos, cuando el telón sube y se encienden los focos. Reconozco que he disfrutado más los 90 en la distancia que en el fragor de la batalla. Llegué a PJ (mantengamos la compostura y dejemos los tuteos), de la mano de una Sony de 90 minutos, en la que compartía vecindario con Elliot Murphy. "Rid of me" proclamaba ella, "Unreal city", afirmaba él. Eran tiempos confusos, lo presente se convertía por momentos en pasado, lo nuevo a pasos agigantados, comenzaba a tener visos de fecha de caducidad. Entre tanto, por las ventanas abiertas, entraban muchos que valían la pena, aprovechando la marea, mientras la resaca que deja la ola muerta, se llevaba mar adentro, al que se le terminaba su minuto de gloria.
Aunque a Polly Jean no le tiré los tejos ni esperaba ansioso bajo su ventana a la salida de cada disco, si tenia siempre ese momento presente para escuchar sus historias enfundadas en canciones. Porque su voz y su mensaje, siempre supo ponerme a su lado de la barricada. PJ siempre me ha recordado a Tom Waits. ¡Alto!, dejad de afilar las guadañas, que no os dejaré disfrutar de la noche de los cuchillos largos. Cuando los relaciono no es una convergencia musical, aunque cuando escucho ese saxo en "Dollar Dollar", canción que cierra de forma maestra este nuevo disco, no sabría que decir. PJ casi siempre es aclamada, y hace ya 5 años, calló más de una boca que la quería ver falta de fuerza. Ahora, parece dispuesta a volver a hacerlo, porque una canción como "The ministry of defence", bien vale un imperio.
Estos cinco años desde "Let England shake", los ha pasado conociendo el dolor de la crudeza que se respira en Kosovo o Afganistan, sin olvidar los apremios diarios de cualquier barrio de cualquiera de nuestras ciudades, como refleja el título del disco. En sus canciones pueden tener cabida muchas cosas, pero no ha lugar para la indiferencia, porque te presenta la vida verso a verso. Polly Jean se transforma en mil rostros con mil historias que contar, y se vuelven verdades de la mano de canciones como "River anacostia". Querida Polly Jean, seguramente no te vea entrar, desde la barra del bar, mientras pido la siguiente copa, pero puedes estar segura, que con discos como este, te seguiré dedicando mis momentos de lucidez.
Estos cinco años desde "Let England shake", los ha pasado conociendo el dolor de la crudeza que se respira en Kosovo o Afganistan, sin olvidar los apremios diarios de cualquier barrio de cualquiera de nuestras ciudades, como refleja el título del disco. En sus canciones pueden tener cabida muchas cosas, pero no ha lugar para la indiferencia, porque te presenta la vida verso a verso. Polly Jean se transforma en mil rostros con mil historias que contar, y se vuelven verdades de la mano de canciones como "River anacostia". Querida Polly Jean, seguramente no te vea entrar, desde la barra del bar, mientras pido la siguiente copa, pero puedes estar segura, que con discos como este, te seguiré dedicando mis momentos de lucidez.
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