THE WALKING DEAD T.6 -Como perder el partido en los minutos de descuento
La verdad es que, una convencidos que los guionistas de TWD son unos trileros, y que los fans de la serie, a pesar de que despotricamos a muerte después de cada episodio, volvemos a estar sentados frente al televisor una y otra vez, en esta sexta temporada, las cosas han mejorado muchísimo. Las anteriores, estaban poniendo mi paciencia casi al borde del abismo. Esa fórmula de tres episodios interesantes, normalmente, el primero, el anterior al corte y el último, no eran suficiente, ante la desidia y sensación de relleno que sobrevolaba sobre el resto de la temporada, pero en esta sexta, las cosas han cambiado. Dejemos de lado, esos juegos malabares que se traen, para mantener con vida a ciertos personajes. Lo de Glenn clamaba al cielo. ¿Faltó huevos para cargarse un personaje supuestamente principal?, y recalco lo de supuestamente, ya que se ha convertido en un personaje indolente, sin recorrido, que solo ha quedado para derramar alguna lágrima fácil. ¡Al paredón, coño!.
Ese miedo a renovar la plantilla, a promocionar un alter ego de Rick dentro de su propio bando, está haciendo demasiado daño a la serie. Aún así, esta sexta temporada ha roto pronósticos, y ha mantenido un gran nivel, con episodios muy inspirados, y dando protagonismo a Carol, que da para mucho y podría dar para más, ya que su evolución desde la asustada y maltratada esposa, al personaje imprescindible en que ha terminado convirtiéndose, es de lo mejor de la serie, y el auge de Morgan, también promete expectativas dentro del grupo protagonista, donde sigue habiendo personajes que uno se pregunta, como es que siguen ahí, y otros como Daryl, demasiado desaprovechados y domesticados, o el sacerdote, que parece esconder algo que no están dispuestos a mostrarnos de momento.
Pero una vez que me he quedado a gusto criticando la serie, demos al Cesar lo que es del Cesar. Desde el primer episodio, la temporada ha mantenido un gran nivel, incluyendo algunos notables. Uno de los éxitos de la serie, es haber conseguido que desarrollemos empatía con los personajes, y les sigamos considerando "los buenos", a pesar de que la lucha por la supervivencia, les haya llevado a limites de deshumanización tales, que sus actos no se distingan de los que cualquier villano. Y ese clima de violencia y desprecio por la vida ajena, ha sido bien apuntalado.
La aparición de Los Salvadores vuelve a presentar expectativas, a pesar de que al principio, Rick y los suyos, se hayan despachado a una buena cantidad de ellos, con una facilidad insultante y poco creíble. Pero la tensión, las nuevas reglas del juego, la crisis moral de Carol, ese enorme episodio, en el que esta y Maggie son atrapadas, dando lugar a una de las mejores situaciones de la serie, la necesidad de Negan, para llenar el vacío dejado tras El Gobernador...han puesto las espadas muy altas. Pero no hay nada peor, que después de hacer un partido increíble, despistarse en un corner en los minutos de descuento, y que te hagan gol. Y eso ha pasado, primero al final del penúltimo episodio, cuando después de pensar que habían eliminado a Daryl, una voz en off, nos tranquiliza. El último episodio transcurre según lo previsto, aunque es evidente que el juego del gato y el ratón que se desarrolla, no puede tener final feliz. La aparición de Negan, te da esperanzas de que Lucille puede ser protagonista en el futuro. La sensación de derrota de Rick, fabulosa, pero, de nuevo se despistan en un córner, y gol. No por que nos dejen con la incógnita de quien va ser el sacrificado, que era de cajón que pasaría, sino por que apostaría, que no será ninguna vaca sagrada, por muy aburrida que se haya podido volver.
Pero una vez que me he quedado a gusto criticando la serie, demos al Cesar lo que es del Cesar. Desde el primer episodio, la temporada ha mantenido un gran nivel, incluyendo algunos notables. Uno de los éxitos de la serie, es haber conseguido que desarrollemos empatía con los personajes, y les sigamos considerando "los buenos", a pesar de que la lucha por la supervivencia, les haya llevado a limites de deshumanización tales, que sus actos no se distingan de los que cualquier villano. Y ese clima de violencia y desprecio por la vida ajena, ha sido bien apuntalado.
La aparición de Los Salvadores vuelve a presentar expectativas, a pesar de que al principio, Rick y los suyos, se hayan despachado a una buena cantidad de ellos, con una facilidad insultante y poco creíble. Pero la tensión, las nuevas reglas del juego, la crisis moral de Carol, ese enorme episodio, en el que esta y Maggie son atrapadas, dando lugar a una de las mejores situaciones de la serie, la necesidad de Negan, para llenar el vacío dejado tras El Gobernador...han puesto las espadas muy altas. Pero no hay nada peor, que después de hacer un partido increíble, despistarse en un corner en los minutos de descuento, y que te hagan gol. Y eso ha pasado, primero al final del penúltimo episodio, cuando después de pensar que habían eliminado a Daryl, una voz en off, nos tranquiliza. El último episodio transcurre según lo previsto, aunque es evidente que el juego del gato y el ratón que se desarrolla, no puede tener final feliz. La aparición de Negan, te da esperanzas de que Lucille puede ser protagonista en el futuro. La sensación de derrota de Rick, fabulosa, pero, de nuevo se despistan en un córner, y gol. No por que nos dejen con la incógnita de quien va ser el sacrificado, que era de cajón que pasaría, sino por que apostaría, que no será ninguna vaca sagrada, por muy aburrida que se haya podido volver.
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