MONSTER TRUCK- True rockers

Al final el rock and roll es lo que es. Y punto. Sobre todo diversión. Ganas de levantar tu puño, de gritar, de brindar. De sentir esa sensación que te hacer ir hacia arriba y ya no querer volver a bajar. Lo podemos revestir de acontecimiento cultural, intentar galardonarlo con una solemnidad que no se si es pretendida o recíproca, tratar de elevar un discurso de intelectualidad... pero al final, para mi al menos el puto rock and roll es gritar cerveza en mano mientras una banda se bate el cobre desde un escenario y miras con una sonrisa de satisfacción al colega que te acompaña. El rock and roll son los putos himnos que pueden parecer prefabricados pero son los que nos ponen a cien. El rock and roll es sentirse libre incluso cuando la libertad es casi una quimera. El rock and roll es hacer lo que te de la gana aun teniendo que reprimir soltar un puñetazo a aquel que pretender enmarcar algo que necesita fluir sin bordes ni pestillos. El rock and roll es emocionarte escuchando una jodida canción. 


Monster Truck posiblemente no sean la mejor banda del mundo ni jodida falta que les hace. Tal vez alguno piense que han buscado un camino más sencillo con este nuevo disco. Bueno, ese es tu problema si lo piensas así. Monster Truck son como el nombre de su tercer disco, "True rockers" y su cometido es que subas el volumen de tus altavoces mientras suenan sus canciones o corras a aquella sala de tu ciudad si anuncian su nombre para un próximo concierto. El disco se abre con la canción que da nombre al disco y Dee Snider poniendo su voz al servicio de Monster Truck. Abre la puta ventana que todo el vecindario se entere cuando gritemos ese estribillo, somos "True rockers" sin necesidad de bendiciones ni carnets. "Thunderstruck"  con un teclado cojonudo y un riff pontentísimo es puro hard rock sin artificios, directo al corazón. "Evolution" adquiere tintes más actuales que puede recordar incluso a gente como Alter Bridge. Vuelta a las raíces con sabor blues/southern para "Devil don't care". Potencia para "Being cool is over" directa al rostro, como un auténtico cañonazo. "Young city hearts" también gira hacia derroteros más modernos, jugando con la melodía de voz y el riff marcado.

"Undone" es un preciso medio tiempo de hechuras blues con la carga de intensidad precisa. "In my own world" es como una patada en la puerta adoptando ritmos más cercanos al punk rock, siempre en los parámetros de Monster Truck, derrochando energía a raudales. "Denim danger" es hard rock sin concesiones, buen teclado, melodía y la guitarra marcando la potencia. "Hurricane" suena muy duro, directo, voz cruda, batería a saco y estribillo a lo Black Stone Cherry. Cierra el disco "The howlin'" y nos deja la sensación de que Monster Truck han venido a divertirse y a divertirnos que ya es mucho en los tiempos que corren. Seguro que algunos hablaran de simpleza y no se de que más. Bah.

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