HANK VON HELL - Egomania
Cuando a final de los 90 el rock escandinavo le pegó un patada en los cojones a una escena rockera que estaba en una situación un tanto peculiar. Cada cual elige su bando. Imagino que la mayoría saltaron como un resorte con Hellacopters. Otros con Backyard Babies e incluso más de uno con Gluecifer. Yo reconozco que la banda que me dio otra vuelta de tuerca y una bocanada de aire viciado y humo fue Turbonegro. Quizás porque eran los más macarras del jaleo, porque mantenían ese rollo glam dentro de su punk descarado, vete a saber por que. El caso es que Turbonegro es una banda muy especial para mi. Si a eso unimos que su último disco de estudio "Rock and roll machine" me voló la puta cabeza y se convirtió en uno de mis discos favoritos del año pasado sonando una y otra vez en mis maltratados altavoces a todo volumen, debo reconocer a mi pesar que he ido dejando el cara a cara con este "Egomania" de Hank Von Hell por aquello de que la gran mayoría de las veces las jodidas comparaciones son odiosas y eso lo sabe hasta el más pintado.
Parece ser que metido de lleno en la Cienciología y una vez abandonado el supuesto infierno de adicciones y excesos varios de los que hacía gala el vocalista vuelve con un trabajo cuya portada ya me pega un subidón intenso. ¿Será capaz Hank Von Hell no sólo de superar expectativas sino de plantar guerra musicalmente hablando a sus ex compañeros?. Pues si amigos, puede y de que manera. En este "Egomania" mora lo que mejor sabe hacer y lo que a mi más me gusta. Rock con energía y mala leche. Gotas punk, polvos glam. Hechizos a lo Turbonegro. Identidad a lo Von Hell. Seguramente no es tan redondo como aquel que no quiero volver a nombrar en este reseña, pero aún así a mi me deja con unas ganas de más furibundas, no tan solo aquellas canciones en las que las guitarras desprenden chispas, también en historias más oscuras y glam como "Never again". ¿Què decir?. Pues que ¿cómo se pueden querer dos discos a la vez y no estar loco?.
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