AMON AMARTH - Berseker

¡Que cuesta arriba se me está haciendo hacer esta reseña!. Si, podéis comenzar a pensar mal. Vaya racha que llevo con una serie de artistas o bandas a los que tengo entre aquellos que me han dado grandes momentos. A ver, a pesar de la parafernalia y de historias varias que pueden quedar infantiles para según que público, el caso es que el rollo de Amon Amarth a mi siempre me ha molado mucho. ¡Que yo crecí con los mejores Manowar, coño!. Estos tipos eran la versión nórdica y aguerrida. Lo suyo eran ataques frontales plenos de death melódico sobre invasiones, dioses y batallas épicas, para emparentarse con gente como Arch Enemy o Children of Bodom pero bajo la protección de Odin. Barcos vikingos en sus conciertos, hidromiel, espadas y cuero. Levanta tu puño. Riff avasalladores. Voces extraidas de los mismos infiernos helados del norte de Europa. Pero el tiempo pasa, las bandas cambias, los intereses de los músicos evolucionan. O eso dicen. Reconozco que su anterior lanzamiento, "Jomsviking" fue para mi una auténtica decepción. Lo conté en su momento (pincha aquí). Y mira que el tiempo ha conseguido que deje de ser un metalhead cerrado y no me importe navegar en el mismo buque que la evolución de las bandas, siempre y cuando el tesoro sea suculento, faltaría más.

Con "Berseker" han superado con creces a "Jomsviking". No era complicado y menos aún para una banda como Amon Amarth. Aunque eso si, sus hordas e invasiones ya no llegan al continente con la misma fuerza de antaño. Se han empeñado en emparentarse con el power metal o el heavy metal de corte tradicional y ahí ya existe gente de sobra que les saca ventaja. Musicalmente Amon Amarth suenan de vicio, pero sus melodías rondan otros lares. Siguen habiendo efluvios de Maiden por momentos(escucha "Shield wall" o "Mjölner, hammer of Thor", aunque esta última toma un camino más crudo y directo, propio de los mejores tiempos del metal nórdico). "Berseker" no es un mal disco, ni mucho menos. Es más, me atrevería a decir que es un buen álbum que hace levantar mi puño y mover mi cabeza. Pero que lejos queda de joyas como "Deceiver of the gods" o "Twilight of the thunder god". Y se ve a leguas. Como decía al principio, una pequeña decepción aunque no tan grande como la de hace tres años.


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