BUFFALO - 30 días de oscuridad

Reivindicar es una palabra que me gusta. Hacer justicia ya me suena a altas cotas que escapan de mi incumbencia. Sacar del olvido -propio y en algún caso ajeno- discos que creo que no deben reposar en el fondo de las estanterías, que merecen transmitir su mensaje en forma de canciones a un mundo ávido -o eso esperamos- de nuevas emociones. 2008; mayo para apuntar firmemente la diana, los argentinos Buffalo lanzan este "30 días de oscuridad". Mi aproximación en su día a la banda viene dado por el siempre importante hecho de la relación, de la familiaridad con proyectos anteriores o enlazados. El hecho de que involucrado en Buffalo andase Claudio "El Pastor" Filodoro que monta esta banda una vez decide alejarse de una de las bandas míticas del sonido stoner argentino Los Natas. En 2003 lanzan su primer disco, "Temporada de huracanes". Comienzan las giras no solo por Argentina, también por Chile y después de meter canciones en varios discos tributos y recopilatorios graban un split con los suecos Astroqueen. En 2005 lanzan "Karma" y tres años más tarde ve la luz -o la oscuridad- este "30 días de oscuridad".



El disco se abre de manera descomunal con "Dañar por dañar" donde aparece la faceta más metal de la banda sobre todo en el fraseo vocal y el sonido de la batería. El poder no disminuye lo más mínimo con "Aves negras, caballos blancos".  El riff marca profundamente la canción. La calma que anuncia el comienzo de "Magia negra" no es más que el falso presagio antes de que la tormenta eléctrica vuelva a inundar tus altavoces. "La batalla de San Antonio" presenta ráfagas de hardcore, con un ataque frontal violento en las partes vocales que arremete contra esa parte central en la que bajan el pie del acelerador. De nuevo calma controlada que vaticina tormenta para dar paso a "Gratitud"en la que pasean por sonidos más accesibles e incluso cercanos a lo que muchos llamaban rock alternativo en aquellos días. Más acelerado y basado en la contundencia de la batería junto a un profundo riff se presenta "Ángel". El corto y acertado latigazo instrumental de maneras doom "La marcha de la muerte del señor" da paso a "En la piel" que suena muy rockero e incluso con cierta similitud a trabajos de nuestros Sober.

La instrumental "Corazones de piedra" te pone en marcha mientras el apagado inicio basado en apergios de "Camino" muestra una inusitada belleza donde de nuevo me vuelven a venir a la cabeza los hermanos Escobedo. Vuelven al camino más stoner al sonar "Con los dientes apretados" como bien anuncian esos guitarrazos iniciáticos. Desparraman con "Cuchillo" para finalizar un muy buen disco que merece volver a ser puesto sobre el tapete y golpear con rabia los altavoces de tu equipo de sonido. Buffalo volvieron a grabar el año pasado. Diez años después. No dejes que este disco vuelva  vivir ni un año más de oscuridad.

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