KUBLAI KHAN - Annihilation

Hace unos días estuve viendo estanterías en una conocida cadena. No me caben los cd's y el amontonamiento comienza a ser peligroso. El rumbo que ha tomado el vinilo, volviendo a ponerse de moda, han llevado implícito una subida de precios a veces excesiva junto con gente que ha pasado de deshacerse de ellos a precios irrisorios a creer ahora que poseen antiguedades por las que pedir el oro y el moro. Y ni tanto ni tan calvo amigos. El caso es que aunque sigo pillando vinilos, nunca he dejado de lado los cd's, no me considero tan exigente o exclusivo. Sobre todo porque me he encuentro reediciones de discos que en su tiempo no pude pillar a un precio cuando menos adecuado. Sobre todo mucho heavy metal de los ochenta, que pululaba por ahí en cintas de cassette grabadas y que poco a poco y con paciencia han ido formando parte de los originales que andan ya en casa. Otros siguen aún en el punto de mira, acechando siempre hasta que finalmente caiga en mis manos. Preparo la pletina (que aún funciona, de momento) y saco una caja de cintas que tengo guardada. 


Podría decir que esta es la historia de un tipo que estuvo 15 minutos en Megadeth. Si, cuando Mustaine decidió despedir al resto de Metallica y montar otra banda. Lo reconozco. El irascible pelirrojo es otro de mis personajes favoritos. Siempre me posiciono de lado de los de carácter más complicado, joder, que el rock and roll no es cosa de gente amable y sonriente. Como decía antes, o intentaba, cuando Dave monta Megadeth, para acompañarle a las guitarras llama a un colega de Junior Ellefson que estudiaba música con él en L.A.. El nombre de nuestro protagonista es Greg Handevidt. No duró demasiado a las ordenes de Mustaine pero si conserva el honor de inaugurar la lista de buenos guitarristas que le han acompañado durante la carrera de su banda. Greg se larga antes de grabar "Last rites", primera demo de Megadeth -seguro que si preguntamos a Dave, nos dirá que el fue quien le dió pasaporte- convencido de montar su propio proyecto en un momento en que el thrash metal comenzaba a explosionar dentro del mundo del heavy metal. Se muda a Minnesota -parece ser que la razón principal es que Greg tenía un hijo allí- Estamos hablando del año 84 y junto a Kevin Idso para que le acompañase como guitarrista, Mike Liska al bajo y John Fedde a la batería funda Kublai Khan, un nombre realmente heavy para una banda dispuesta a seguir la estela de Metallica o Megadeth.

En el 85 graban su primera demo "Clash of the swords" -que tiempos aquellos en los que las bandas grababan maquetas- y seguidamente otra más conocida llamada "Rape, pillage & destroy". Tres canciones la conformaban, a saber: "Death breath", "Passing away" y "Battle hymn (the centurian)". Ahora tocaba la dificil realidad de buscar compañía discográfica. Aún no estaba el thrash en su momento más álgido comercialmente hablando, por lo que no había compañías buscando sus propios Metallica, Anthrax o Slayer con los que llenar su hueco en la industria. Dos años tardó la búsqueda, pero al fin Kublai Khan tienen contrato.Firman con Shark Records. Pero alguna movida hay con la discográfica, por alguna historia de esta y finalmente llega New Renaissance con una licencia de Shark Records y se decide a grabarles su primer disco en el 87 -a España si no recuerdo mal, porque os estoy hablando de memoria, llegó a través de Mastertrax-. Manos a la obra, el cuarteto graba este "Annihilation" de potente portada y curtido sonido saliendo a la luz entre una horda de fantásticos discos de heavy metal en todas sus vertientes que vieron la luz en 1987. El disco se abre con "Death breath" incluida en su demo, con una batería muy típica del momento y el riff devastando a su paso hasta la última canción "Battle hymn (The centurian) también incluida en dicha demo. El sonido de Kublai Khan es muy potente, con mucha importancia en los solos de guitarra, rápidos y técnicos.

"Annihilation" es un chute de adrenalina. Puro thrash metal de ese que no pasa de moda, o al menos a mi me sigue poniendo tanto como el primer día. Su sonido es muy americano, la influencia de todas aquellas bandas que ya habían editado discos mientras ellos seguían buscando su camino ("Kill'em all está muy presente durante toda la grabación"). El disco fue muy bien recibido y les valió la oportunidad de poder girar con gente como Metal Church, Kreator o King Diamond. Incluso llegan a tocar en el mítico Milwaukee Metal Fest, donde por cierto, parece ser que su organizador, Jack Koschick cobraba a las bandas -imagino que no a todas, ya sabeis- por tocar. ¿Os suena de algo?. Al final la banda se disuelve en 1989. Greg Handevidt retoma sus estudios y termina siendo abogado, pasando de la jungla del metal a la de los juzgados. En el año 2003 parece que se vuelven a reunir y graban su segunda demo, titulada "Kronk meets Kublai Khan" con dos canciones. Por cierto Kronk fue un proyecto que Kevin Idso crea en los 90 tirando hacia un rollo más avantgarde. Con el revival que supuso internet y todo el mundo buscando como locos y reivindicando viejos discos de los ochenta y setenta, Kublai Khan volvieron a saltar de boca en boca pero tampoco nos pasemos. En fin, otro disco para disfrutar de unos años irrepetibles.


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