THE ALLMAN BETTS BAND - Down to the river

Respirando entre acordes rotos, sintiendo la electricidad que se produce con el roce de pieles en un callejón de ventanas abierta. Murmullos entrelazados, expresiones acortadas por el uso. Viejos conocidos. Glorias pasadas. Glorias presentes. Glorias futuras. Lazos atados al tiempo con la fuerza de un huracán transformado en canciones. Pasiones reconvertidas en expectativas tan altas que a la hora de la verdad se vuelven confusas hasta que las aguas regresan a su cauce y la orilla queda a la vista para tu disfrute. Es solo rock and roll. O su vieja escuela, la que le ayudó a nacer. Llámalo como quieras. El blues en la puerta de atrás, para ser más concretos en el asiento del fondo de un bus de gira. Leyendas por derecho propio. Reconocimiento de propios y extraños. Componiendo canciones en mitad de una gira. La química funciona. Lleva tiempo haciéndolo. Regado a consciencia desde hace mucho. Los encuentros terminan siendo para siempre. O eso dicen.



Devon Allman lleva el peso del apellido a su espalda, en su guitarra. Los discos de The Allman Brothers Band ese es lugar donde orar y exculpar penas. Gira propia. Un viejo amigo en la carretera. Duane se une a la fiesta. Tocan temas propios. Por supuesto no pueden faltar los que  tanto tiempo  tocaron juntos Gregg y Dickie, esos que tu y yo nos conocemos de memoria, de carrerilla. ¡Hagamos algo juntos!. Canciones que nacen en un rato de descanso, que cobran vida por arte de magia, la que atesoran estos dos tipos. ¡Que mejor sitio que los Muscle Shoals Sound Studios para dar forma a este "Down to the river"!. Llama a los chicos. Berry Oakley Jr., Johnny Stachela, John Ginty, R Scott Bryan y John Lum al aparato. Esto comienza a surgir. Días en que las noticias corren como la pólvora. La gente ya sueña en su portal. No hay vida después de la Allman porque nunca habrá un después en una banda cuya música siempre será presente. Pero si ese presente se enriquece y crece con canciones como las de este "Down to the river".

No importa si estamos en 1970 o a medio camino de devorar 2019. La inmortalidad no está en una poción. Reside en la estrofa de una canción. Son conscientes de la herencia recibida. La miman como ese tesoro que te regaló tu padre y guardas en un cajón para saber siempre donde está. Son hijos de la Allman. Son vástagos de Gregg y Dickie. Pero son Duane y Devon con su propia personalidad. Hijo del padre. Dueño de su destino. Suena "Long gone" y no puedo más. Ya no se si llorar o bailar. Al final busco mi rincón y me dejo llevar por la canción. Así con todo el disco. No me hables de técnicas. El feeling lo invadió todo. Da igual lo que estos tipos sean capaces de tocar, incluso como lo tocan. Quédate con lo que sientes al escuchar sus canciones. Esa es la magia. Ese es el puto rock and roll. El blues. La madre del cordero. El Espíritu Santo. Su palabra de Dios.

Comentarios