DUFF MCKAGAN - Tenderness

Llevaba mucho tiempo sin leer novelas. No podría deciros exactamente cuanto, pero me aventuraría a asegurar que más de un año al menos. Sin motivo aparente o causa especial. Quizás por causalidad. Vete a saber. Lo cierto es que es otro tipo de lectura la que ocupa mi voracidad, bien sea centrada en el mundo de la música o ensayo e historia. Igual tiene algo que ver mi carácter a veces obsesivo. Cuando me da por algo lo exprimo hasta la última gota. Busco en cualquier rincón con que saciar el interés despertado. Pero mira, no paraba de leer en Twitter, que es la red social donde más me prodigo ya que Facebook ultimamente me produce mucha pereza e Instragram me parece atractiva aunque parece ser no del modo en que se está viralizando en la actualidad. Comentaba que en los lares del pajarillo azul donde a veces cada vez da más asco entrar debido a la cantidad de cuentas gurús poseedoras de la verdad absoluta, que dedican su tiempo (remunerado seguramente, e interesado y partidista casi sin duda) a señalar al que no piensa igual en pos de una supuesta superioridad moral que palmeros sin alma aceptan como sagrada escritura. Y ahí, donde a pesar de todo siguen quedando gente muy interesante en muchos aspectos que te aportan lo más importante, un punto de vista diferente al tuyo. Y es que lo que enriquece es aquello que te hace reflexionar sin tu forma de comprender o ver las cosas, las situaciones es la correcta. Tal vez no sea capaz de cambiarte pero si de añadir alternativas, de comprender que en la vida no todo se debe ajustar a ser blanco y negro. Como dijo mi idolatrado Eduardo Galeano: "En su vida, un hombre puede cambiar de mujer, de partido político o de religión, pero no puede cambiar de equipo de fútbol”.


No hablo de convicciones. Esas suelen estar según pasa la edad más reafirmadas. Pero si de situaciones. Lo que hoy te parece mal igual mañana solo regular. Lo que te apetecía ayer sobre todas las cosas puede que actualmente no se te antoje instantáneo, espontáneo. La música es igual. Los artistas cambian, evolucionan, caminan hacia delante o atrás. A veces espoleados por la sensación del éxito. Otras porque se sienten tan bien asentados en su status que son conscientes de que ahora es cuando se pueden permitir según que cosas. Pocos son los que arriesgan como gesto de valentía y arrojo. Y como digo siempre, cuando tienes una exposición mediática, por muy convencido que estés de la valía de tu trabajo, en algo tan subjetivo como afortunadamente es la música, puedes encontrar el reconocimiento del público o tropezar de morros frente al muro de la indiferencia. Que ambos actores, emisor y receptor, están en su derecho de decidir que camino tomar . No se en que estado de los señalados un poco más arriba se encuentra Duff Mckagan. El largo bajista siempre representó el lado más amable de Guns n Roses y a la vez -curioso- su faceta más punk. Sus trabajos en solitario -y con Loaded que a fin de cuentas yo siempre los he contado en solitario- quizás han sido los que han mantenido ese halo rebelde. Ahora se nos descuelga con este "Tenderness", muy alejado de lo que a priori se podría esperar de él. Aunque el hecho de que Shooter Jennings estuviese involucrado en la producción del disco ya debería ser señal suficiente para arquear la ceja y en mi caso, reconozco que sentir como se me pica la curiosidad.

Ternura es el título de esta nueva obra de Duff en un momento de su vida en el que vuelve a estar en la cima informativa y los focos con las noticias y rumores acerca de Guns n Roses después de que por fin decidiesen aceptar volver  a verse las caras unos a otros. Tal vez Duff ha decidido dejar el hard rock para un nuevo e hipotético disco de Guns n Roses. Puede que lo que le pidiese el cuerpo fuese desnudarse de vatios y distorsiones para dejarnos estas canciones de clara esencia pop -si, que nadie se asuste, el pop es mucho más que la mierda que nos han inyectado durante años y años a través de la televisión y las radioformulas- y adaptando imagino que por influencia de Jennings ese aroma country incrustado en el rock americano, alejándose de distorsiones para centrarse en guitarras acústicas y ambientes más íntimos apartados de los excesos propios e imaginables. ¿Es Tenderness un buen disco?. Enfoquemos mejor la pregunta. ¿Me ha convencido?. Sinceramente. Según las circunstancias y no penséis que estoy poniendo tierra de por medio. Me lo puse en el gimnasio mientras andaba subido a la cinta y a la tercera canción tuve que cambiar de disco. No me transmitía la energía que necesitaba en esa ocasión. Luego en casa, subí el volumen mientras leía un buen libro y saboreaba un Bourbon con hielo. Y esta vez si se convirtió en un buen compañero. Dejémoslo en empate.



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