GENESIS - Nursery Cryme

De largo es conocido y a la par reconocido mis reparos con el rock progresivo en conjunto y concepto. No se si relacionada con ciertos grados de impaciencia o falta absoluta de atención en un solo foco concreto. Por eso siempre comento que soy más fan de discos concretos que de discografías completas o grupos en general. Eso soy yo y mi circunstancia. Cualquier debate posterior sería estéril y seguramente nada necesario. Que los gustos, a fin de cuentas, gustos son. Y forman parte de la tan necesaria individualidad de la persona. Por eso quizás alguno no encuentre sentido que hace al menos 25 años, con semejantes antecedentes y la idea instaurada en aquel momento de un Phil Collins instaurado en la música pop de estribillos bailables como referencia instintiva para mí en aquel momento de Genesis, un día frente a una oferta de 3x2 en cds, impulsivamente me hiciese de una tacada con “Trespass”, “Nursery cryme” y “Foxtrot”, trilogía de principio de los setenta de los británicos.

Enfrentarse por primera vez a estos tres discos con la idea preconcebida y adquirida por discos como “Invisible touch” o “We can’t dance” no es tarea sencilla. Los vicios adquiridos lastran fácilmente la decisión de mantener la mente abierta. Conseguirlo fue la apertura a un romance aún vivo con esos tres discos. Y que se extendió más tarde a “Selling England by the pound”. El abrazarse al sonido de una banda singular dentro de su espectro. El reconocimiento de la admiración por Peter Gabriel como histriónico maestro de ceremonias. Aunque ya conocemos aquello de los quiero a todos por igual siempre tengo un ojito derecho. Ese es “Nursery Cryme” sin despecho obvio a sus hermanos musicales. “Nursery Crimes” tiene un aura costumbrista tan británico. Una historia desarrollada en capítulos inspirados por el trabajo de unos músicos  excepcionales al que Gabriel engalana adoptando la personalidad de diversos personajes que poseen su interpretación vocal. “Nursery Cryme” presenta a una banda capaz de explorar en igualdad de condiciones sea el que sea el camino elegido en cada canción. Desde temas que marcan los cánones más explícitos del rock sinfónico y progresivo a otras más directas en contraposición a esa faceta acústica de la que bien podían presumir o veredas propias del folk rock. Una maravilla que pincho regularmente. Y si, Collins cantó en este disco también.

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