AMYL AND THE SNIFFERS - Amyl and the Sniffers
Lo del punk es algo digno de estudio. Ahí sigue peleando, luchando y sangrando en sus circuitos más autóctonos siendo ninguneado y despreciados por los mismos que luego se llenan la boca reivindicando la importancia y necesidad del punk cuando aparece the next big thing y sacan del cajón de los recursos nombres como Stooges, MC5, Ramones y el 77 como un socorrido recurso bien aprendido y guardado como munición. Ironías. Supongo. Pero la función debe continuar y la búsqueda del arca perdida en forma de banda llamada a ser la nueva revelación que lidere el recambio generacional es algo que se repite cíclicamente. Aunque en corto plazo de tiempo pasen a ocupar un segundo plano. Bien por no cumplir las expectativas creadas. Bien porque nuestra atención ya está fiscalizada por el siguiente protagonista. Una y otra vez. Again and again, que dirían más allá de la tierra prometida.
La nueva revelación temporal llega desde Australia , ese país mágico para los rockeros hispanos (servidor el primero) a base de guitarrazos y actitud. Comandados por Amy Taylor y su voz mezcla de navaja afilada y descontento juvenil. Aún mantienen a ratos la mala leche inspirada en su e.p. de debut como se disfruta convenientemente en “Starfire 500”, donde afortunadamente se muestran herederos de los hermanos Young y no de Green Day. “Gacked on anger” es directa y cortante, dejando entrever que su camino se dirige hacia senderos más aceptados del rock and roll pero sin perder energía ni ganas de molestar como vuelve a hacerse presente en ese cañonazo llamado “Cup of destiny” en el que la voz de Amy taladra tus tímpanos. Ese bajo en tu cara como el que suena en la acelerada “GFY” les hace ganar puntos conmigo y me despejan cualquier duda que aún pudiese albergar respecto a las presentes intenciones de la banda -las futuras ya se verán aunque ahora eso no nos importe demasiado, agarrémonos al mantra punk de No Future-.
“Angel” baja revoluciones asentándose en esa manera más propia de los ochenta de entender el punk en U.K. con la influencia de la New Wave sobrevolando los garitos e incluso recreándose en el corto pero intenso solo de guitarra. “Monsoon rock” vuelve a poner sobre la palestra ese descaro juvenil inconformista a base de ese riff marcado y unas guitarras que se van acelerando. “Control” es un auténtico bombazo, de esos que en directo llevan implícito un pogo alrededor. En el videoclip de “Got you” no puedo evitar recordar a Wendy O Williams al ver a Amyl aunque musicalmente la canción se mueva por derroteros más cercanos al espíritu de las Runaways. “Punisha” maneja ese espíritu hardcore de la vieja escuela, de empujones y saltos, de rabia a borbotones. “Shake ya” y sus guitarras muestran que Amyl And The Sniffers son capaces de ser mucho más que una banda sonando a piñón fijo. “Some mutts (can’t be muzzled) es demoledora aunando pasado y presente vivido a corto plazo. Amyl and The Sniffers destilan la rudeza juvenil del working class hero ligado al dogma más añejo del rock and roll. No se lo que les deparará el futuro pero espero que aprovechen el presente como pienso hacerlo yo con este fantástico disco.
La nueva revelación temporal llega desde Australia , ese país mágico para los rockeros hispanos (servidor el primero) a base de guitarrazos y actitud. Comandados por Amy Taylor y su voz mezcla de navaja afilada y descontento juvenil. Aún mantienen a ratos la mala leche inspirada en su e.p. de debut como se disfruta convenientemente en “Starfire 500”, donde afortunadamente se muestran herederos de los hermanos Young y no de Green Day. “Gacked on anger” es directa y cortante, dejando entrever que su camino se dirige hacia senderos más aceptados del rock and roll pero sin perder energía ni ganas de molestar como vuelve a hacerse presente en ese cañonazo llamado “Cup of destiny” en el que la voz de Amy taladra tus tímpanos. Ese bajo en tu cara como el que suena en la acelerada “GFY” les hace ganar puntos conmigo y me despejan cualquier duda que aún pudiese albergar respecto a las presentes intenciones de la banda -las futuras ya se verán aunque ahora eso no nos importe demasiado, agarrémonos al mantra punk de No Future-.
“Angel” baja revoluciones asentándose en esa manera más propia de los ochenta de entender el punk en U.K. con la influencia de la New Wave sobrevolando los garitos e incluso recreándose en el corto pero intenso solo de guitarra. “Monsoon rock” vuelve a poner sobre la palestra ese descaro juvenil inconformista a base de ese riff marcado y unas guitarras que se van acelerando. “Control” es un auténtico bombazo, de esos que en directo llevan implícito un pogo alrededor. En el videoclip de “Got you” no puedo evitar recordar a Wendy O Williams al ver a Amyl aunque musicalmente la canción se mueva por derroteros más cercanos al espíritu de las Runaways. “Punisha” maneja ese espíritu hardcore de la vieja escuela, de empujones y saltos, de rabia a borbotones. “Shake ya” y sus guitarras muestran que Amyl And The Sniffers son capaces de ser mucho más que una banda sonando a piñón fijo. “Some mutts (can’t be muzzled) es demoledora aunando pasado y presente vivido a corto plazo. Amyl and The Sniffers destilan la rudeza juvenil del working class hero ligado al dogma más añejo del rock and roll. No se lo que les deparará el futuro pero espero que aprovechen el presente como pienso hacerlo yo con este fantástico disco.
Comentarios