MICHELLE DAVID AND THE GOSPEL SESSIONS - Volume 4

No se si será cosa del confinamiento, del estrés o de que son momentos de sentimientos a flor de piel, pero este estado de alarma lo voy a recordar con una banda sonora muy negra musicalmente. Reivindico mi estado obrero, clamando que en este momento el país lo mueven nuestras espaldas y sudores, no ninguna bandera ondeando en ninguna parte. Esa improvisada pista de baile en la que he convertido el salón y la cocina vibra ante los ritmos del northern soul que me sirve como desahogo una vez que cuelgo el uniforme y salgo de la ducha. Mueve tus pies. Como si no hubiese un mañana. Sube el volumen. Quizás los vecinos no te lo agradezcan. Tus sentidos si. Tu alma también. El ritmo del sexo. Del trabajo. La cura del soul en vena. Directa de tus oídos a tus pies haciendo escala en el corazón. Preparo café. Cafeína  en vena como gasolina necesaria. Pulso el botón del volumen. Suena el nuevo trabajo de Michelle David.

Ya hace un tiempo que se enroló en estas Gospel Sessions, un viaje por diferentes costas a través de ritmos hasta desembocar en este colorido “Volume 4”. Michelle David es una luchadora. En su esfuerzo ha dejado un marcador favorable contra el cancer de mama. Y canta victoria de la mejor manera que sabe hacerlo. Un disco variado, profundizando en las raíces del reagge, el calipso o la música  cubana sin perder nunca de vista el northern soul y el afro soul. Una tormenta que recorre Chicago y Memphis, pero también Mozambique o el Caribe. Oda a la vida con los ritmos cubanos de “Victory”, belleza y fuerza soul en “Yes I am”, sensualidad con “Oh my my” y así durante todo este disco que conquista tus huesos y los llena de energía para desvanecer el entumecimiento del encierro.


El northern soul hace mucho que me conquistó y no puedo dejar de bailar cuando se asoma como un ciclón de la naturaleza en “Good, good, good” al igual que entono un canto de libertad con los aires africanos de “R Fissa” o ese blues soul infeccioso y adictivo que te agarra y no te suelta llamado “Testify”. “Volume 4” es una carretera llena de curvas. Te topas con un rítmico afro funk de guitarras afiladas llamado “Myshel” o con el groove bestial de “Don’t give up” o ese inmenso lento donde el feeling rebosa como lluvia de abril llamado “Second chance”. Hace ya tiempo que he decidido que esta parte del camino la voy a hacer con actitud positiva y sin lugar a dudas Michelle David And The Gospel Sessions me ayudan en mi empeño.


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