FAUSTO TARANTO - La Reina de la fatigas

El crecimiento es como una maldita rueda de la fortuna que gira y gira, y no siempre se para en la casilla deseada o incluso adecuada. Por eso nunca fue recomendable encomendarse al azar y si a la propia convicción, a la sabiduría de la experiencia y la fe en si mismo. Es el caso de los granadinos Fausto Taranto. Su propuesta no es sencilla ni tan siquiera en un mundo del heavy metal donde las barreras se abren a ciertas propuestas étnicas que vete a saber por que, han sido adoptadas como cercanas mientras se estrecha la mira como el ojo de una aguja. Tres veces tres, "La Reina de las fatigas" es el tercer acercamiento de Fausto Taranto a nuestros oídos con su propuesta que conjuga perfectamente la fuerza del heavy metal, los desarrollos de los sonidos progresivos y la crudeza tormentosa del flamenco en una atalaya de algo tan poco heterodoxo pero a la vez reconocible como es la vía del rock andaluz. Forjado en la fragua con la paciencia del golpe conciso, "La Reina de las fatigas" muestra un alto nivel no solo compositivo sino también de ejecución y por supuesto de producción y grabación, salido de las manos de un concienzudo maestro artesano que trata su obra con arte y desgarro, cariño y desazón como parte propia dejando en él un trozo de alma.

El disco lo abre "La criba" y sus aires arabescos que emanan del poder de la guitarra y te lleva de la mano de las fantásticas melodías que Ismael de la Torres es capaz de crear uniendo dos mundos que muchos se empeñan en pretender antagónicos como si siempre hubiesen estado unidos.  La guitarra de Quini Valdivia ruge omnipresente en "La presa" que se muestra como un ataque directo y continuo respaldado por la contundencia que aporta esa base rítmica que son Miguel Martínez y Adrián Barros. Por cierto, esa sección rítmica capaz de actuar con las directrices más clásicas del hard rock o ser guía como es el bajo de Martínez en "Rumores y juramentos" donde se vuelve más flamenco el cante de Ismael mientras musicalmente construyen un muro de fuerza indestructible. "Alboroto" mantiene la misma vereda que la anterior no tanto en la voz pero sin por esa contundencia propia de propuestas actuales del metal. Baja revoluciones en "La ratonera" que no intensidad porque consiguen transmitir ese dramatismo que la canción contiene.

Lolo de la Encarna firma "Granaina" que me evoca la añoranza de caminar inmenso en mi mundo por El Paseo de los Tristes como tantas veces antaño he tenido la fortuna de hacer. "Abanicos y soplaores" puede ser posiblemente la canción que mejor explique la idea que representa Fausto Taranto, donde se dejan entrever las entrañas más raciales del flamenco sin dejar de ser un excelente ejercicio de heavy metal. "Bocabajo" me evoca recuerdos de un parentesco lejano con Hora Zulú tal vez más como concepto que influencia sonora. Preciosa entrada de guitarra flamenca para "En las esquelas" donde la raíz profunda del cante que reina en el Albaicín se muestra orgulloso entre un manto de decibelios. "De la nada" reivindica el lado más metálico de Fausto Taranto, hierro procedente del trueno más que de la fragua, corte poderoso pero que no pierde en ningún momento la identidad del grupo. De nuevo de la mano de Lolo de la Encarna nos encontramos con el pasaje instrumental de "Taranta" que nos mete de lleno en "Cantes populares" donde la voz del cantaor Tomás García al ritmo que marca el martillo al golpear el yunque nos hiela la sangre con un profundo martinete al que se le va incorporando la tormenta de decibelios eléctricos que desprende la guitarra creando una maravilla que quizás muchos - y miro hacia un mundo y hacia otro de los que reivindican Fausto Taranto - no se molestarán en comprender pero que se queda marcada a fuego. 

 

Seguramente la propuesta de Fausto Taranto esté limitada para llegar a un público amplio e igual es preferible si lo van a hacer como algo anecdótico y sin profundizar en lo que las canciones de este grupo y este disco representan en si mismas. Dos orillas en teoría lejanas pero que llevan mucho tiempo convergiendo en el mar de mucha gente que sentimos a ambas acariciarnos como lo más natural del mundo. "La Reina de las fatigas" es un paso adelante, una declaración de principios, una apuesta por el camino más complicado. Y para eso se necesita un plus de talento que acompañe tus actos. Fausto Taranto tienen de sobra.

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