STAR MAFIA BOY - Killerkool

Recuerdo que al comenzar la pandemia esta, que no imaginábamos vivir ni tan remotamente vivir, que la frase que mucha gente comenzó a acuñar, fue aquella de: "Vamos a salir mejores". Y más fuertes, apostillaba alguno que otro que siempre gusta de decir la última palabra. Lo de más fuertes, quizás se haya cumplido, si como fortalecimiento del caracter, tomamos como prueba palpable la falta de empatía. De lo primero, pues se torció el camino de tal manera que al final lo que hemos conseguido es aumentar nuestros niveles de mezquindad, algunos incluso a pasos agigantados y a niveles inimaginables. Sinceramente, la mejor enseñanza que he sacado de todo esto, es a apreciar aquello que realmente consigue transmitirme felicidad, hacerle un hueco entre mis sombras para que aporte luz. En estos días extraños, reconozco que a pesar de que las palabras desbordaban mi cabeza, no encontraba las ganas de sentarme a escribir. Quizás lo habéis notado en la actividad del blog. Cualquier pequeño escollo parece convertirse en una empinada montaña, incluso cuando el razonamiento te golpea en la frente y te obliga a mirar a través de tu ventana. Por eso, como decía al comienzo, en esta bitácora que nació hace diez años, cada vez encuentro más el acomodo buscado, la necesidad de convertirlo única y exclusivamente en ese lugar donde adorar aquello que me da fuerza y energía.

 

En este blog, desde hace mucho siempre se ha admirado a Star Mafia Boy. Una simple pasada al buscador del blog lo atestigua. La razón es bien sencilla. Lo he descrito hace tan solo unos párrafos. Lo más importante es su música, de la que me he declarado fan tantas veces que a pesar de ello, no pierde sentido que lo siga haciendo. La segunda lo que representa Mr. Mafia. Esa pasión por la música, por la vida, por una forma tan arraiga de entenderla, que le emparenta con este blog y quien escribe en él. Que no pase demasiado tiempo entre disco y disco de Star Mafia Boy es una tradición. Y una buena dicha. Que esta vez además tenga el respaldo de una discográfica como The Fish Factory detrás, mejor aún. Parece ser que las ventas van viento en popa. Algo  que casi es una utopía en este mundo nuestro del rock and roll patrio. Y si alguien lo merece es Star Mafia Boy, uno de los míos, uno de los nuestros. "Killerkool" es su nuevo disco de estudio y "Laberinto de pasión" el disco que nos abre la puerta de su casa,  una nueva cita en la Avenida Actitud. Una sirena de policía que se funde junto a un furioso riff  y esa inconfundible voz, puro rock and roll, machacón, festivo y salvaje.

"Killerkool", la canción que da nombre al disco, huele a 1977, a punk y glam, a brumas y alcohol, a confesiones de madrugada. "Pasar a la acción" es una rara avis dentro del sonido de Star Mafia Boy. Guitarras de aroma sureño, ese teclado, el ritmo casi industrial a lo Alice Cooper cuando Vincent decidió que era lo que tocaba en el momento y sobre todo ese riff a lo Iommi de pronto para acabar desatando furia a raudales. "No hay principio sin final" es puro Star Mafia Boy en toda su esencia y efervescencia. Melodía y chulería a partes iguales y ese estribillo que reconoces a la primera. "Renacerás" trae a mí mente a Marc Bolan, de formas sosegadas irrumpe con fuerza en el estribillo. "Miénteme otra vez" saca la raíz más punk del Chico Mafia, donde manda un mensaje directo, con palabras en forma de puño cerrado. Como una descarnada cicatriz que haría temblar los cimientos del Gruta 77, el CBGB'S madrileño donde Mr. Mafia es una institución. "Si me faltaras tú" es rock and roll infeccioso, de hechuras clásicas e insinuante mensaje. "Tengo una cita con el destino" te mira a los ojos, a la cara, puño en alto, copa hasta arriba, puro rock and roll hermanos, hermanas.


Vamos llegando a la recta final del disco y la instrumental "Berlin" nos pone ya casi con la necesidad de ir reproduciendo del nuevo este "Killerkool". Pero antes de acabar la última bala se llama "Crash course" y se lanza a todo gas con esa guitarra de arrojos hard rockeros y potente estribillo. Star Mafia Boy sigue su camino, sabiendo donde pisar y haciéndolo como no todo el mundo es capaz. Este blog y servidor se rinden una vez más. ¿Crash course y rock and roll!



Comentarios