LA EXCAVADORA - La Excavadora
La Excavadora se ha colado por todos lados como la gran sensación del punk nacional, o al menos así intentan convencernos gente que muchas veces tampoco hacen excesivo caso a este a no ser que venga rodeado de ciertos alicientes. Pero no carguemos la culpa del mensajero al mensaje, porque lo cierto es que una vez escuchado el pepinazo que se han marcado Txiki (Gatillazo y La Polla), Angelillo (Gatillazo, Rockaina, Sálvate Si Puedes), Mikel (Childrain, Vicepresidentes) y Pelas (Obligas, Sumision City Blues, Marky Ramone), es decir, La Excavadora, se te olvidan filias y fobias al sistema o la periferia, para disfrutar como un poseso de su punk de reminiscencias melódicas con estribillos pegadizos y unas guitarras de vértigo, todo ello con letras fustigando el día a día de este sistema corrupto y encaminado a llenar bolsillos de los de siempre. "Futuro" es la canción encargada de poner a funcionar esta rabiosa maquinaria pesada con un riff furioso, mala leche callejera y la justa dosis de melodía. "Ceniza" remueve recuerdos en mi cabeza, guitarras adictivas y melodías encadenadas que se te adhieren al cerebro.
Algo similar ocurre con "Mala música", tirando de coros y rollo macarra energético. "Kimika" muestra la cara más acelerada de La Excavadora, golpeando sin piedad pero sin perder de vista ese lado melódico que explotan tan bien durante todo el disco. Una canción estupenda para el directo. "La excavadora" tiene un rollo más rockero, como unos Burning acelerados y vitaminados. Velocidad y contundencia es lo que nos encontramos con "Viejas mentiras de viernes" de aspecto callejero, de rock and roll de barrios conflictivos. "Perder el vicio" posee unas guitarras a lo New York Dolls, o a mí me lo recuerda, que junto con la línea de voz nos deja una canción de esas que pones una y otra vez, birra mediante. Algo parecido me ocurre con "La fábrica de gas", recuperando ese aspecto urbano, rudo por naturaleza. "Animales" mira al rock and roll pleno de energía que llegó del norte de Europa sobre todo gracias a ese piano. Entre tanta tralla bien controlada y expuesta, también hay lugar para el medio tiempo "Contra el suelo" que nos enseña la cara más hard rock de la banda, o la deja salir a la superficie de modo más evidente. Cuidado con "La reina de la fiesta se hace esperar", que comienza lenta para ir sumiéndose en una espiral de intensidad y fuerza. "Tiempos diferentes" pone punto y final a un disco de esos que sabes que sonaría de puta madre en tu garito preferido entre birras y colegas, pero que en estos momentos, va a sonar a menudo en casa.
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