CHINESE JUNK - Permanent reduction

La música en estos días no se a que coño se habrá reducido, pero está claro que los cuatro que no necesitan de los directos ni el face to face para tratar de vivir de ella, seguirán a sus menesteres apoyados por la discografía de turno y los grandes medios que tratan de expiar culpas que ni ellos se creen, con un ratito en prime time o dando por saco si la productora de turno tiene contrato con la cadena. Luego esta la peña que se bate el cobre, con un instrumento o desde un pequeño sello, tan subterráneo que ver la luz les parece casi una utopia. Dicen Chinese Junk que están hartos no ya de no ganar pasta, sino encima de palmarla. Por eso, Ben Nuthink (Gruswalds), Steve Legend (The Ulcers) y Daz Reject (The Unreleaseables), viejos piratas ya del punk rock londinense, se meten en un estudio, donde un colega a cambio de unas birras y unas pizzas, les graba estas cuatro canciones que se convierten, en el primer lanzamiento del sello Black Wax Records, apuesta de los promotores de Essex, Black Wax, que deciden ahora apostar también por su propio sello.

¿Y qué nos vamos a encontrar en este "Permanent reduction", cuya duración no llega a los siete minutos?. Pues cuatro pildorazos de punk rock, crudo a lo Ramones como máxima expresión de su forma de entender lo que hacen y quieren hacer. Sube el volumen convenientemente, es decir, tan alto como seas consciente de que vas a molestar a los vecinos. ¡Me encantan las canciones que comienzan con un one, two, three, four y vámonos que nos vamos, como hace "Cheaper than you", sin medias tintas ni ñoñerías que aquí no pegan ni con cola. Punk rock, baby. No cambian, ni falta que les hace con la speedica "Best before date". Casi sin darte cuenta de que han acabado una y comenzado otra, te encuentras haciendo pogo con "Bargain bin girl" y su repetitivo estribillo. Ni siquiera me he terminado la puta cerveza y ya Chinese Junk están acabando con "Saturday Job". Seguro que habrá quien esto le parezca algo del montón, del de la vulgaridad, pero amigos, ¡que no nos roben el puto punk rock!.







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